Hola chichis!!! La noche del 26 al 27 de abril tendrá lugar la Luna Llena en Escorpio, en el grado 7 del signo. Se trata de una lunación contundente, ya que estará activando los puntos más sensibles del clima astral, ayudándonos a reconocer el camino de cambio que hemos trazado estos últimos seis meses.
Además, el mismo día de la Luna Llena, el regente de Escorpio, Plutón, entra retrógrado. ¡Eso viene fuerte! Hay mucho de lo que hablar, así que vamos a extendernos un poco, porque esta es una de las lunaciones más difíciles de 2021.
Stellium en Tauro: otra realidad
Con el Sol, Mercurio y Venus en Tauro activando a Urano, en este momento pueden desestabilizarse asuntos que dábamos por sentado, modificando nuestras nociones, certezas y valores sobre la realidad. ¡Y este clima llama al cambio con mucha fuerza!
Ahora es importante tener prudencia ante los impulsos, porque la tendencia de esta lunación es la de tomar riesgos abruptos para los que no tenemos asegurado ningún resultado. Por ejemplo, con Venus en conjunción a Urano sería prudente no hacer grandes inversiones económicas en este momento. Y con Mercurio ahí, asegurarnos de no caer en intransigencias que puedan salirnos caras más adelante.
Es posible que, con todo lo que tenemos rondando a Urano, las sorpresas estén a la orden del día. Y si en esta Luna Llena cosechamos resultados, tal vez no sean los esperados.
Pero más allá de eso, también puede ser un momento de ágiles ideas y ocurrencias que nos ayudan a definir y concretar alternativas realizables que hayamos estado poniendo a prueba los últimos meses. De modo que, potencialmente, en esta Luna Llena podemos separar muy bien el trigo de la paja, para dar forma a algo importante que hayamos estado trabajando.
Iluminar las sombras
Las noches de Luna Llena han alumbrado diversos mitos y leyendas desde la antigüedad, y han suscitado todo tipo de narraciones brujiles. ¡Y más aún con una Luna Llena en Escorpio!
Podemos esperar que nuestro instinto esté mucho más afilado que de costumbre, ahondando en sensaciones y emociones intensas que marcan rutas de transformación.
Escorpio es un signo asociado al poso emocional que nos dejan las experiencias, a la memoria psíquica y al material que queda acumulado en nuestro interior, y que en muchas ocasiones nos cuesta mirar. Escorpio es un signo en el que, tradicionalmente, la Luna se encuentra poco cómoda.
Si bien la Luna nos llama a cuidarnos y nutrirnos a nosotras mismas y a quienes amamos, una Luna Llena en Escorpio mira precisamente aquello que nos desestabiliza, o que creemos amenazante. Escorpio es el signo de la crisis que evidencia y muestra asuntos importantes, y cómo a partir del reconocimiento de verdades incómodas nace de nosotras la pulsión de cambio.
El corazón invisible de las cosas
Cuando alumbramos las sombras aparecen los miedos y vulnerabilidades, las desconfianzas y reticencias, pero también la resiliencia, y la fuerza de voluntad, que nos empodera para transformar profundamente nuestro paisaje interior.
Una Luna Llena, de por sí, intensifica emociones, y en Escorpio esto se hace mucho más pujante, como si algo desde dentro removiera los sedimentos de nuestra realidad. Esta lunación remueve, pero también libera y depura.
Dicen que Buda alcanzó la iluminación durante una noche de Luna Llena en Escorpio, sentado junto a un árbol sagrado, bajo el que visualizó la eterna transformación de las apariencias, todas ellas ilusorias.
Y si algo queda claro a partir de este mito, es que una Luna Llena en Escorpio invita fuertemente a la introspección, y su dinámica no se detiene en respuestas sencillas o evidentes, sino que va más allá, al corazón invisible de las cosas.
Culmina algo que nos da la vuelta
El ciclo lunar es a veces sutil y misterioso, pero si iniciamos conscientemente algún propósito o cambio el pasado noviembre, es posible que ahora veamos culminar sus frutos, especialmente a nivel psíquico, anímico y emocional.
Al fin y al cabo, el ciclo que culminará con esta Luna Llena comenzó con un clima astral muy especial, el último noviembre: un clima astral en el que por fin, tras un año de hecatombe, empezábamos a ver la luz al final del túnel.
Ahora reconocemos quién somos frente a los cambios, y cómo hemos transformado nuestro mundo en los últimos seis meses, desde la última Luna Nueva en Escorpio, en noviembre de 2020.
¿Qué lucidez hemos ganado estos últimos seis meses? ¿Qué pesos pesados hemos movilizado en este período? ¿Nuestras ambiciones han cambiado? ¿Cómo hemos crecido en la gestión y el dominio de nuestro poder de voluntad? ¿Cómo hemos avanzado en el reconocimiento de nosotras mismas, y de quienes nos rodean?
Hacia una nueva seguridad
Ahora pueden culminar propósitos en los que nos hayamos esforzado muchísimo, así como procesos terapéuticos o psicológicos. Tal vez alguna situación emocional que antes nos pesaba esté empezando a ubicarse de una forma más saludable. Tal vez ya no nos acompañen los mismos miedos, o tal vez ya no nos sintamos tan vulnerables frente a algo que sentíamos amenazante.
Esta lunación nos ayuda a reconocer nuestro desempeño resiliente en todo lo que ya hemos atravesado, y nos envalentona a poner en práctica lo que puja por salir desde nuestro interior.
Por otro lado, es posible que tendamos a reaccionar de forma un tanto inconsciente o visceral estos días de Luna Llena, por lo que convendría que nos detuviéramos unos instantes a reconocer cuál es el motor o el motivo de nuestras acciones.
Alumbrando finales
Hay algo un tanto explosivo en esta lunación, y es que el Sol está en conjunción a Urano en Tauro, alumbrando a la Luna con su impaciente sed de alternativas y revoluciones personales.
Las necesidades y apetencias personales nos llaman con fuerza, mientras podemos sentir también un novedoso desapego hacia viejas zonas de seguridad y estabilidad.
Por eso esta Luna viene con predisposición al cambio abrupto, y como Escorpio tiene que ver con finales, tal vez reaccionemos liberando carga, para dejar atrás lo que ha demostrado ser obstaculizante estos últimos seis meses. Tal vez algún hábito que nos desgastaba, alguna relación o compromiso que nos resultaba quemante, o un refugio que se hizo demasiado estrecho.
Esta Luna Llena viene con un enorme ímpetu transformador, y eso requerirá, posiblemente, dar fin a lo que estorba. En un sentido práctico, ya que tenemos a Tauro tan habitado de planetas, en stellium, es posible que incluso queramos poner en orden asuntos económicos, hacer limpieza y decir adiós a posesiones que nos ataban innecesariamente.
La tensión de mover lo que cristalizó
Urano en Tauro es el protagonista del clima astral todo este 2021, y con una Luna Llena activándolo directamente, se dibuja en el cielo una figura astrológica muy tensa, conocida como T cuadrada, cuyo vértice señala a Saturno. Pocas lunaciones vienen tan tensas durante este año. Es una tensión que incomoda, pero que también nos empuja a poner energía y actividad en aquello que ya no podemos obviar, y que necesitamos llevar a cabo.
¿Cómo puedo asentar las bases de un nuevo sentido de seguridad? ¿Cómo transformar los cimientos mismos de mi forma de vida, haciendo ajustes en asuntos prácticos de primer orden?
Esta Luna Llena, conversando directamente con Urano y Saturno, está llamando a transformar las bases sobre las que habíamos estado construyendo nuestro camino de esfuerzos. Si los últimos seis meses hemos experimentado posibilidades, cambios y tensiones que nos abren a un nuevo panorama, ¿cuáles de los experimentos sostenidos hasta el momento tienen posibilidad de cuajar y quedarse?
Más allá de lo personal
Con estos aspectos es posible que sintamos de lleno la inestabilidad de la atmósfera social, e identifiquemos mejor nuestros mecanismos de supervivencia en un contexto convulso e incierto.
Es posible que Urano tan activo traiga nuevamente asuntos complejos al debate social. Asuntos propiamente taurinos. ¿Qué pasa con el derecho a una vida digna? ¿Qué pasa con la crisis económica, el desempleo, la polarización? ¿Qué pasa con la naturaleza?
¿Cómo resolvemos el dilema de conservar las reminiscencias del pasado, representadas por Saturno, mientras miramos hacia el futuro, representado por Urano?
La brecha de opiniones puede marcar el tono de todo esto, y con Mercurio en Tauro, la comunicación se muestra inflexible. Tal vez veamos, una vez más, cómo las comunidades se dividen en grupos enfrentados entre sí. Algo que sugiere Marte en Cáncer, pero también de por sí la energía escorpiana, que inclina a los desencuentros y a las relaciones de poder.
Plutón entra retrógrado
A nivel colectivo, es posible que nuevas noticias globales marquen el rumbo de nuevas inquietudes, porque los ánimos tienden a estar tensos. Las miras están puestas en nuevas desavenencias geopolíticas. ¿Por qué?
El regente de esta lunación es Plutón, que sigue encontrándose en Capricornio, y precisamente el mismo día de la Luna Llena entra retrógrado. Con la entrada de Plutón retrógrado damos inicio a una nueva etapa de retrogradaciones que tendrán lugar en mayo, junto a la época de eclipses. Vienen tiempos movidos, nuevamente. Y esta Luna Llena marca el comienzo de este período.
Asuntos contextuales nos empujan hacia nuevos frentes, y empezamos a reconocer las consecuencias reales, crudas, de nuestro pasado reciente.
Con Plutón retrógrado, esta Luna Llena viene con ánimo de mirar atrás y subrayar brechas irreconciliables. ¡También para revelar secretos! No hay duda de que la energía de todo esto es bastante drástica. Sin embargo, a nivel personal las retrogradaciones de Plutón no se sienten tanto, y estamos más que acostumbradas a sentirlas.
Saturno: páralo todo que tengo miedo a pestañear
Saturno contiene el movimiento, creando una suspensión de realidades, en la que casi observamos a cámara lenta lo que nos saca de lo acostumbrado, ya que en un primer momento parece amenazante.
Movernos en un clima fijo
¿Qué ocurre cuando queremos cambiar la forma de algo que tiene aristas definidas? Que tal vez algo se quiebre y se rompa. Ese es el drama en este momento.
Buscar apoyos
Marte en aspecto armónico a la Luna, a Júpiter y al Sol nos ayuda a responder a todas estas preguntas. Porque, desde Cáncer, y formando estos aspectos, nos susurra: haz lo que necesites hacer. Corta con el eterno ciclo de repeticiones. Lleva a la acción ese plan revitalizador.
Dicen que hace mucho tiempo, el sabio Arquímedes, tras desarrollar la tecnología de la palanca, dijo: "dadme un punto de apoyo y moveré el mundo".
Júpiter y Marte en trígono, en Acuario y Cáncer respectivamente, tienen algo que ver con esto. Puede que ahora desarrollemos la confianza de que somos capaces de algo aparentemente imposible, y que justo por eso actuemos con una gran lucidez.
Cáncer y Acuario son signos gregarios, grupales. Tal vez ese sea el punto de apoyo que necesitamos para mover nuestro mundo, y también el mundo de ahí fuera: el apoyo de otras personas. El apoyo de un clan, de una comunidad. Romper la ilusión de que estamos desconectadas, solas, de que cada cual se salva a sí misma.
Como véis, esta no es una lunación sencilla. Espero que podáis transitar todo esto desde la calma.
Un abrazo grande!!!
Dejaremos que la vida nos sorprenda 🤩🍿
ResponderEliminarUn abrazo Ava
Excelente post Ava gracias por compartir 🙏🏻❤
ResponderEliminarCómo Júpiter y Marte en trígono? Acuario es aire y Cáncer agua, están en quincuncio.
ResponderEliminarGracias Ava, muy lindo!
ResponderEliminarEscorpio y Tauro, que signos tan hermosos, qué eje tan esencial y creador!
Saludoss