Hola chichis!!! El 13 de enero tenemos Luna Nueva en el grado 23 de Capricornio, justo en conjunción a Plutón, que está en el grado 24 del signo. Después de todo lo que hemos vivido en Capricornio durante todo el 2020, esa zona es sensible, y ahora podremos comprender de una manera profunda qué necesitamos ahí.
Se trata de la primera lunación del año, y por tanto nos ayudará a ubicarnos en los cambios cruciales que estamos viviendo en el clima astral. Esta lunación viene con una tónica muy individualista, reactiva, de emociones profundas y una fuerte voluntad de cambio.
Ahora reconocemos las grietas de la realidad para descubrir nuevos espacios, en los que tendemos a afirmar con fuerza nuestras prioridades y libertades. ¡Y eso puede resultar volcánico! Porque la tendencia es que ahora cada cual barra para casa.
Urano a punto de entrar directo
Con la energía transpersonal que hay presente en la atmósfera, y con la Luna Nueva en séxtil a Neptuno, son posibles movimientos populares de diversa índole, como respuesta a las inquietantes polarizaciones de opinión a las que inclinan Urano y los planetas que tenemos en Acuario.
Como sabéis, Urano es
el protagonista de 2021, y de forma interesante, un día después de esta
Luna Nueva, el día 14, entrará directo en el grado 6 de Tauro, activado
por la conjunción de Marte, que ya entró en Tauro haciéndose notar. Cuando Urano entre directo podemos esperar noticias de impacto una vez
más, sacando a relucir temas importantes para los próximos seis meses.
Pero más allá de eso, cuando un planeta está preparándose para entrar directo acumula mucha tensión, y Urano se encuentra precisamente muy activo durante esta Luna Nueva.
En esta lunación Urano concentra muchísima energía, haciéndonos sentir nerviosas, aceleradas, o al borde de algo que lo cambia todo.
De ahí que esta Luna Nueva pueda sentirse intensa, removiendo fuertes emociones y vulnerabilidades, o haciéndonos sentir inmersas en un clima descontrolado, caótico y vertiginoso que demanda de nosotras energía y decisión. Con todo ello, es posible que sintamos un presionante desorden en asuntos importantes: un desorden que puede hacer que nos extrañemos ante las circunstancias, y que nos llamará a definir prioridades.
Limpieza profunda
Cada Luna Nueva es una oportunidad de cierre, en la que nos deshacemos de algo que ya no da más de sí, o en la que damos fin a un ciclo previo que ya cumplió su función.
Esta Luna es genial para renovar hábitos, rutinas y asuntos prácticos, y para tomar decisiones que corten con lastres innecesarios, o que nos ayuden a concretar nuevas formas de gestionar nuestro tiempo, nuestros objetivos o nuestra disciplina.
Por ejemplo, si habíamos asumido responsabilidades que ya encontramos obsoletas, o si habíamos permanecido en un entorno de seguridad a expensas de lo que verdaderamente necesitamos realizar, esta lunación nos permitirá ir más allá.
Si habíamos sostenido apegos emocionales quemantes, o relaciones marcadas por la desigualdad, podremos cortar con ellas. Mientras que si nos sentíamos bloqueadas, o incapaces de hacernos cargo de alguna cosa, ahora podremos sacudirnos reticencias y mover ficha de forma práctica y resolutiva.
¿Qué nos oprime? En esta Luna Nueva hallamos nuevas vías de libertad. Si habíamos callado cosas importantes que nos pesaban, también es posible que hagamos por hablar de ello. De hecho, tendemos a estar bastante más mordaces y explícitas que de costumbre, con Mercurio en Acuario tan activo. Y si algo nos indigna o causa rabia, también hay papeletas de airearlo.
Los retos están cambiando
El clima astral ha cambiado mucho en el último mes, y es posible que ahora podamos despedir (o transformar) gran parte de los retos que estuvimos gestionando en 2020, porque los comprendemos de otra forma, o porque entendemos que hay otras prioridades en juego. Puede haber más de un desplazamiento de lógica.
Una Luna Nueva junto a Plutón es intensa, y ayuda a reconocer obstáculos, vulnerabilidades y miedos, para verlos bajo una luz resiliente, y para transformar las cosas e integrar los cambios.
Además, esta lunación abre la puerta a conciliar opuestos, por su séxtil a Neptuno. Ahora podremos reconocer las sombras de nuestra realidad, o las partes menos evidentes de una situación, para amistarnos con lo que antes nos había resultado difícil, gestando un nuevo y ambicioso plan con el que renovar fuerzas.
Sembrar nuevas bases
Puesto que es una lunación en Capricornio, y se da en la zona en la que vivimos la triple conjunción durante todo el 2020, nos ayuda a integrar las transformaciones irreversibles de nuestro mundo, como si hiciéramos un reconocimiento de las ruinas y cenizas que quedaron tras el colapso de nuestra vieja normalidad. Una normalidad que no está ni se espera próximamente.
Ahora reconocemos y aceptamos los escombros de la zona Capri de nuestra carta, y esclarecemos con total honestidad cuáles son nuestras intenciones: hacia dónde vamos a inclinar nuestra reconstrucción, para renovar nuestras circunstancias. Esto requerirá tiempo, pero lo lograremos poco a poco a lo largo del año.
Aunque ahora estemos gestionando duras emociones y circunstancias, esta lunación trae la posibilidad de renacer de las cenizas, como el ave fénix, que es un arquetipo plutoniano.
Intenciones de Luna Nueva
Capricornio es el signo de la responsabilidad, la disciplina, la ambición y los objetivos a largo plazo. Es el signo de aquellas cimas que queremos conquistar gracias a nuestro esfuerzo, en el que definimos una estrategia vital con la que asegurar nuestro estilo de vida de una forma práctica.
¿Cómo esclarecer hacia dónde orientar nuestro esfuerzo a partir de
ahora? En esta lunación sería buena idea detenernos a reconocer qué es
lo que ya no queremos (ni podemos) cargar más. Y qué medidas prácticas
podemos tomar para abrir alternativas.
Podemos aprovechar esta Luna Nueva para dar comienzo a algo útil y fundamental, revitalizando nuestra voluntad y nuestro sentido de propósito, o asentando iniciativas y prioridades.
Lo que sembremos en esta lunación culminará dentro de seis meses, pero es de esperar que su trascendencia tenga un impacto mayor en nuestra vida, ya que los planetas transpersonales tienen la batuta en este momento, e invitan a desarrollar nuevas respuestas personales ante asuntos contextuales de primer orden. Los cambios que iniciemos ahora tienen a todas luces un carácter definitorio.
Saturno, el regente de la Luna Nueva
Y aquí entramos ya en los aspectos fundamentales que dan fondo a esta Luna Nueva. Saturno, el regente de esta lunación, se encuentra en Acuario, junto a Júpiter y Mercurio. Y estos tres planetas hacen cuadratura a Marte y Urano en Tauro, que también se encuentran en conjunción.
Esta concentración de planetas en tensión está creando una atmósfera polarizada, en la que las cosas se presentan blancas o negras, sin matices, tendentes a intensificar visiones muy inusuales y divergentes de las cosas.
Y todo esto con una energía impaciente, electrizada, que invita a la autonomía, al riesgo y a la precipitación, trascendiendo costumbres, normas y barreras.
Con todo ello, la atmósfera revela desacuerdos, las relaciones se enfrían, y los deseos individuales entran en conflicto con las responsabilidades. El clima favorece a las rebeliones, a todas las escalas, pero tenemos que asegurarnos de qué implican las causas por las que nos exaltamos ahora. También sería buena idea reconsiderar si solo puede ser esto o aquello. ¿Hay posibilidades en los puntos medios?
Mientras que muchas personas harán su revolución personal movidas por un deseo formal de romper con todo o de expresar su descontento, bien canalizada, esta atmósfera es maravillosa para liberarnos de asuntos que verdaderamente nos hayan constreñido.
Si damos causa y objetividad a este clima rupturista, encontraremos el coraje necesario para explorar alternativas y conformar un estilo de vida más fiel a nuetros principios.
Por supuesto, los planetas de Acuario y los de Tauro en tensión también hablan de la posibilidad de que alguna información o noticia de actualidad despierte explosivas reacciones enfrentadas. Al fin y al cabo, no es un tiempo amigo de la templanza.
Lo queramos o no, en este clima astral es necesario conversar con algo más grande que nosotras, porque el contexto se mueve rápidamente, y demanda que nos adaptemos a nuevas circunstancias. La Luna Nueva en conjunción a Plutón puede sentirse como la necesidad de crear un nuevo plan con el que rescatar lo fundamental de la emergente amenaza de un mundo inestable.
Gestionar la tensión
Durante todo enero y febrero tendremos un clima astral bastante acelerado, que si bien favorece a las actividades relacionadas con la investigación, el conocimiento, el estudio, la ciencia, las ciencias sociales, la inventiva o la comunicación, también puede sentirse quemante a nivel nervioso.
Si nos sentimos sobrecogidas por la rapidez y la inestabilidad de las circunstancias, no viene nada mal buscar formas de tocar a tierra, centrarnos, o incluso observar el funcionamiento de nuestra mente para tratar de ordenar el electrizado ovillo de pensamientos.
Por ejemplo, la respiración consciente puede ser una fuente de calma valiosa en este momento. Además, es importante confiar en el paso a paso para cualquier cosa que tengamos entre manos, y saber alternar esfuerzos y descansos, conectando con el presente, a pesar de que pueda parecer mucho más modesto que las ocurrentes proyecciones a futuro que ahora visualizaamos.
Si logramos focalizar nuestra extraordinaria agilidad mental, podremos iniciar proyectos contundentes, que perduren y nos hagan sentir realizadas y seguras a largo plazo, ya que Venus en Capri está haciendo trígonos a Marte y Urano en Tauro.
Esta lunación, como véis, viene intensa. Pero de las tensiones que vivimos ahora, algo nace, algo florece, y es algo que responde directamente a nuestros valores personales, a nuestras pasiones; a lo que amamos.
Que aprovechéis este momento tan extraño, tan intenso, y con tanto potencial.
Un abrazo grande, chichis!!!
Muy buena!! Gracias 💫
ResponderEliminarGracias a ti!!! ^^
EliminarGracias
ResponderEliminarA ti, Yakita!
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