Hola chichis!!! Donde haya lunaciones así de intensas, que se quiten los eclipses. El 16 de octubre tenemos la Luna Nueva en Libra, que sucederá en el grado 23 del signo, tensionando principalmente a los signos cardinales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Sin embargo, si tenemos planetas al principio de los signos fijos también podemos sentirla muy fuerte.
Esta es una lunación extraordinariamente tirante, muy dinámica, y uno de los momentos más tensos de este 2020, porque se da con las luminarias formando una T cuadrada con la triple conjunción de Capri (cuyos planetas ya han entrado directos), y con Marte retro en Aries, que está en un denso quiero y no puedo que se puede sentir muy frustrante.
Además de eso, esta Luna Nueva se da días después de que Mercurio haya entrado retrógrado en Escorpio, cuando aún está en una dura oposición a Urano en Tauro. También Neptuno, el planeta de la compasión y la empatía, interviene en este clima astral tan cargado con una oposición a Venus, que sigue en Virgo.
Incluso en los arranques de buena voluntad, es posible que nos encontremos chapoteando en confusiones y malentendidos, intentando coger con pinzas la niebla en un contexto electrizado por información determinante.
¡Puede que nos sintamos muy perdidas! O que, ante el estrés de este momento, busquemos alternativamente evadirnos o tratar de solucionar lo que podamos, buscando calma en lo que sí está en nuestra mano resolver. Es un momento muy bueno para cerrar asuntos pendientes o hacer correcciones fundamentales.
No me chilles que no te veo
En este panorama, solamente Venus endulza un poco la atmósfera, lanzando algún que otro aspecto armónico a Mercurio, a Urano y a la triple conjunción. Si bien Venus es el único planeta que dibuja aspectos armónicos, al menos es el planeta que rige a Libra, donde se dará esta lunación. Por muy modesto que sea su efecto, Venus en Virgo ayuda a poner algunos puntos sobre las íes.
Eso sí: Venus en Virgo como planeta que rige a esta lunación no está particularmente fuerte, y eso se puede notar en cierto clima de desánimo, porque las luminarias pueden sentirse un tanto opacadas, sin brillo.
Los ánimos pueden andar un tanto cenicientos.
La Luna Nueva, de por sí, es un pequeño apagón en el que nos damos una
tregua para digerir el mundo, ahondando en nuestro interior para
reencontrarnos a nosotras mismas, cuidarnos y prepararnos para un nuevo
ciclo.
Volver a empezar de otra forma
Cuando el Sol y la Luna hacen una conjunción, estamos cerrando un proceso, dejando ir algo. Y también es el momento en que sembramos un nuevo proceso que habrá de desarrollarse durante los siguientes seis meses.
¿Qué será lo que sembremos en esta ocasión? Dependerá del área de nuestra carta natal en la que caiga el grado 23 de Libra, y de cómo interactúe con toda la carta. Pero algo está claro: esta lunación activa nuevamente la retante sensación de que el mundo nos supera.
Sin embargo, es buen momento para tomar iniciativas razonables con las que reformular todos los asuntos que ya no podemos seguir prolongando más.
De la crisis a la oportunidad
Antes de que la Luna se acercara al Sol para hacer una conjunción, ya estuvimos viviendo un incremento en las tensiones, a medida que el Sol fue formando la T cuadrada con Marte y los planetas de Capri.
La llegada de la Luna al signo de Libra no hace sino intensificar esas tensiones. En ese sentido, pensar en qué tipo de tensiones hemos estado barajando la semana anterior puede ayudarnos a ubicar hacia dónde van los tiros con esta Luna Nueva, y cómo puede afectarnos eso a lo largo de los próximos seis meses.
Concretamente, el ciclo que se inicia ahora terminará el 28 de marzo de 2021, cuando tendremos una Luna Llena en Libra, con el Sol y Venus en conjunción, y formando una cometa.
Así que, después de todo, este momento de tensión que experimentamos ahora puede ser muy fructífero en un futuro relativamente cercano. ¡No nos desanimemos si ahora lo vemos todo muy oscuro!
Hasta aquí hemos llegado
Esta Luna Nueva sucede con una T cuadrada cardinal, y eso está señalando su potencial para romper con un orden previo de cosas y permitirnos desencadenar todos esos procesos que necesitábamos movilizar para crear algo distinto. En ese sentido, esta Luna Nueva se puede sentir como un "hasta aquí hemos llegado".
Las emociones pueden estar muy irritadas, y muy oscuras. Porque la Luna Nueva, de por sí opacada, aguanta la irritante, agotadora e iracunda oposición de Marte retro, además de la exigente y amarga cuadratura de los planetas de la triple conjunción.
La cuadratura de Júpiter invita a crecer y a expandirnos, con un anhelo de algo más, y por eso mismo intensifica nuestra frustración con lo que el presente nos muestra. Mientras tanto, la cuadratura de Plutón a las luminarias lleva al extremo nuestra resistencia, incluso con un tono trágico que nos hace sentir algo pequeñas frente a los avatares del destino. Mientras que la cuadratura de Saturno a las luminarias se vive muy dura: nos hace sentir que la respuesta que hemos tenido hasta ahora ante nuestras circunstancias no es suficiente.
¿Preparadas para inseguridades, vulnerabilidades y sueños descosidos? También Neptuno en oposición a Venus, el planeta regente de esta lunación, se puede sentir con un halo de victimismo.
Vertiginoso descontrol
Hay que tener en cuenta una cosa importante que caracteriza a esta lunación: todos los planetas personales están en aspectos tensos a planetas transpersonales. Urano, Neptuno y Plutón son los planetas más lentos que hay, y por ese motivo están señalando temas colectivos, contextuales. La relación tensa de estos pesos pesados con todos los planetas personales se vive amenazante.
Es posible que sintamos una importante pérdida de control. Yo lo siento por la comparación, tal vez poco auspiciosa, pero esta lunación me recuerda, casi, a las tragedias griegas, en las que haga lo que haga la protagonista, la encrucijada la presiona hacia el abismo. Hay vértigo en esta lunación. El vértigo del mundo presionando nuestras circunstancias.
Por si fuera poca la sensación de descontrol que puede haber aquí, la Luna Nueva se da en Libra, el signo de la balanza... que justamente ahora no está en su mejor equilibrio. Libra es el signo del tú, del intercambio, en el que buscamos apoyos y acuerdos en otras personas, anhelando diálogo, tolerancia, colaboración, equidad y simpatía.
Bienvenidas al momento del año en el que las relaciones sufren sus mayores estragos. El apoyo, la escucha y los compromisos tienden a ponerse en la picota, y nos podemos encontrar de repente muy solas.
Relaciones en la picota
Con los planetas de la triple conjunción tan activos, lo que habíamos sostenido hasta ahora no nos resulta suficiente. Con Marte retro analizamos qué hemos hecho. Con Mercurio retro, lo que hemos dicho. Y con Venus en oposición a Neptuno, dejamos que se nuble y se disuelva el apego.
Si alguna de nuestras relaciones flaqueaba, este puede ser un adiós definitivo.
Esto tendrá relevancia a nivel político y económico, segurísimo. Al fin y al cabo, Libra es el signo de la política, la negociación y la diplomacia. Rupturas de acuerdos previos estarán a la orden del día. Rupturas que causen mucho rencor y cierta sensación de desamparo, muy inquietante. Y aunque algo pueda saltar en este momento, aún habrá mucho juego sucio tras las bambalinas.
Yo pienso en que la próxima fecha límite del Brexit coincide con el momento de la Luna Nueva, ya que vivo por estos lares, y me dan los choques. Pero cada región puede vivir sus propias desavenencias en un tono aparentemente irreconciliable. Ahora que la triple conjunción está directa, el mundo mueve sus fichas, y nosotras podemos quedarnos un tanto atónitas ante el paisaje que se dibuja.
¿Cómo enfocar esta Luna Nueva?
Tengamos paciencia. Pensemos que todo esto nos invita a reaccionar de una manera que agradeceremos haber tomado cuando todo esto culmine, dentro de seis meses. Al fin y al cabo, en momentos muy tensos es cuando podemos atrevernos a lanzar por la borda lo que habíamos cargado por demasiado tiempo, y cambiar las formas.
Si habíamos estado haciendo como si en el mundo no pasara nada, tal vez en este momento la realidad se nos eche encima. Pero a nivel personal podemos esperar simplemente una intensificación de los retos que habíamos estado sosteniendo previamente. Entramos a revisar nuestra reacción ante las circunstancias, para integrarla y hacer ajustes.
Y si habíamos estado sosteniendo alguna cosa con alfileres, ¡tal vez ahora se caiga! En ese sentido, este puede ser un momento un tanto revelador, también. Los hechos muestran algo.
Esta es una oportunidad para ejercitar la calma y el equilibrio interior. Al fin y al cabo, no deja de ser una Luna en Libra. Así que atravesemos este bache confiando en que si la rueda baja, en algún momento tendrá que subir.
Un abrazo, chichis!!!
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