Júpiter vuelve a Acuario: no me des promesas, dame garantías

Hola chichis!!! Llegamos al último tramo de julio con una serie de movimientos planetarios que reconfiguran el carácter de nuestra atmósfera, y sin duda uno de los más importantes, no solo del mes, sino del año, es la entrada de Júpiter en Acuario.

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Júpiter entró en Acuario a mediados de diciembre de 2020, pero entre el 13 de mayo y el 28 de julio disfrutamos de una breve estancia de Júpiter en Piscis. Júpiter en Piscis ha acentuado la importancia de las emociones, anhelos y sueños colectivos, dándonos un primer sabor de la atmósfera predominante que suscitará este planeta a lo largo de 2022. Sin embargo, Júpiter retrógrado regresa nuevamente a Acuario, donde pasará el resto de 2021, invitándonos a revisar, integrar y solventar todo lo que dejó pendiente allí. 

Vamos a hablar de lo que supone todo este movimiento.

¿Qué temáticas moviliza Júpiter?

Júpiter es el planeta más grande del sistema solar, pero sin embargo es un planeta poco denso, más bien gaseoso. Esto nos da una idea de Júpiter como un planeta que hincha y hace crecer las cosas, que nos da perspectiva y nos impulsa a visualizar posibilidades. 

Júpiter es un planeta entusiasta y expansivo, amigo del placer y la aventura, que despierta en nosotras el anhelo de conocer lejanos horizontes. Júpiter tiene que ver, por tanto, con los viajes, el conocimiento, la integración de experiencias y saberes, y la elaboración de grandes planes visionarios. Rige filosofías de vida, creencias y apertura de miras. Es el planeta del espíritu cosmopolita, de las culturas y el mundo global. 

También es el planeta que fragua la narrativa con la que elaboramos sentido, significados y brújula interna, tanto a nivel colectivo como personal.

Sin embargo, Júpiter, por sí mismo, no construye realidad. Más bien es el planeta a través del cual interpretamos realidades y visualizamos oportunidades de crecimiento. 

Júpiter en Piscis y Acuario

Júpiter pasa aproximadamente un año en cada signo, pero normalmente no lo hace de forma lineal. Este año, Júpiter transita principalmente por Acuario, aunque como hemos visto también nos ha dado un breve contacto introductorio con el tránsito que desarrollará por Piscis en 2022. 

Júpiter ha estado en Piscis desde el 13 de mayo de 2021, pero se quedó a las puertas. Porque el 20 de junio entró retrógrado en el grado 2 de Piscis, y desde entonces ha venido retrocediendo por allí. ¿Qué ilusiones, sueños, esperanzas, aspiraciones y movimientos emocionales hemos tenido entre mayo y julio? ¡Tal vez tengan importancia en 2022! En cualquier caso: 

El 28 de julio Júpiter retrógrado regresa nuevamente a Acuario, donde permanecerá hasta el 29 de diciembre.

Eso quiere decir que, desde el 28 de julio hasta el 29 de diciembre, ya prácticamente todo lo que queda de año, tendremos a Júpiter en Acuario. Y gran parte de ese tiempo lo pasará retrógrado. Es decir, que una vez que Júpiter regrese a Acuario el 28 de julio, continuará retrocediendo por el signo hasta que, el 18 de octubre, entre directo en el grado 22 de Acuario. 

¿Cómo nos afecta este cambio de signo?

La buena noticia es que si tenéis planetas en los últimos grados de lo signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) este puede ser un período de cierto crecimiento, en el que las tensiones del año parezcan por fin abrir sus puertas de par en par. Mientras que si tenéis planetas en los últimos grados de los signos de Fuego y Aire, es posible que aparezcan nuevas oportunidades.

Además, Júpiter en Acuario puede ser favorable en el sentido de que ver las cosas con una concepción amplia del tiempo, pensando a futuro, nos va a ayudar a ganar en perspectiva. Tal vez no se trate tanto de pensar una y otra vez en las problemáticas que tenemos pendientes resolver, sino de profundizar en el potencial que tenemos para impulsar el futuro que queremos a largo plazo.

Es genial para estudiar, encontrar soluciones ingeniosas y lúcidas, ensanchar nuestro campo de relaciones sociales y amistosas, y desarrollar proyectos y colaboraciones.

La noticia no tan buena es que, con el regreso de Júpiter a Acuario, los sueños, anhelos e ilusiones que hayamos albergado desde mayo pueden ahora pasar una dura prueba del algodón. Porque Júpiter en Acuario no se presta tanto a la apertura y a la ensoñación como Júpiter en Piscis, y nos llamará a trabajar y desarrollar mejor nuestras ideas, moldes mentales y certezas. 

Ahora nos preguntaremos si los sueños e ilusiones que hemos vivido desde mayo tienen, en realidad, razón de ser. O si es racional, justificado y pertinente ser optimistas ante ciertas cosas. 

El desahogo y la despreocupación que generalmente puede haber habido con el tránsito de Júpiter en Piscis se somete ahora al lúcido y metódico análisis de Júpiter en Acuario. 

¿Necesito recopilar más información o estudiar más para realizar mis planes? ¿Necesito hacer ajustes en mi filosofía de vida o en mis proyectos a futuro? ¿Puedo seguir visualizando mi crecimiento con las mismas expectativas? ¿Me he engañado a mí misma con alguna cosa infundada? ¿He evadido mirar lo evidente porque la fantasía era más placentera? ¿He seguido un camino en el que ya no creo? 

Como véis, el regreso de Júpiter a Acuario pone fin a una breve tregua más cómoda y desenfadada. Ahora regresamos a ciertas temáticas que demandan revisar y trabajar nuestras ideas y nuestra perspectiva ante las cosas, desde una atmósfera algo más exigente. Vamos a ver algunas de ellas.

Vuelven las viejas noticias

Júpiter tiene que ver con la difusión de la información, y Acuario es un signo estrechamente vinculado a los medios de actualidad, así que podemos esperar, especialmente entre el 28 de julio y el 18 de octubre, cuando Júpiter entrará directo, que emerjan de nuevo noticias y titulares muy semejantes a los que tuvimos a principios de año. 

Muy especialmente, noticias, legislaciones y debates que han tenido lugar entre el 26 de marzo y el 13 de mayo pueden tener otra vuelta de rosca de aquí a diciembre.

A mí se me ocurren muchas cosas, ¿a vosotras?

¿Es esto la humanidad?

Júpiter en Acuario habla directamente de la globalización, y la resignificación de la humanidad al entender que formamos parte de un mundo compartido. Naturalmente, con todo lo que hemos estado atravesando desde 2020 ya nadie puede dudar que el mundo es un lugar mucho más frágil y enjuto de lo que habíamos pensado antes. 

El desastre climático de aquí tiene sus ecos en el desastre climático de allá con días de diferencia. La cuarentena de aquí tiene impacto en la de allá. Hemos vivido tantas rarezas y situaciones que desafían nuestra concepción del mundo, que con la entrada de Júpiter en Acuario vamos a estar buscando significado, comprensión, y sobre todo dirección. 

¿Podremos visualizar alternativas con las que recuperar la fe en un futuro mejor? ¿Podremos organizarnos para elaborar un proyecto humano sostenible?

Ya tenemos inspiración, necesitamos derechos

En medio de una crisis sanitaria, humana y económica sin precedentes, en los últimos días hemos vivido dos eventos muy mediáticos que plantean grandes interrogantes y debates. 

Para mí, estos dos acontecimientos son el nuevo "si no tienen pan, que coman pasteles". 

Y ejemplifican muy bien el paso de Júpiter en Piscis a Júpiter en Acuario. Uno de ellos es los Juegos Olímpicos. El otro, el turismo espacial de multimillonarios. Ambos eventos se han presentado al mundo, precisamente, como logros de una humanidad resiliente.  Logros simbólicos que, supuestamente, deberían incentivar nuestra unión, fe y esperanzas. Sin embargo, son eventos que han despertado bastante desasosiego y recelo. 

Y aquí es donde me tomo la licencia de investigar este movimiento astrológico de forma un poco diferente a la acostumbrada, porque al fin y al cabo Acuario pide plantear las cosas distinto. Y los siguientes son buenos ejemplos para entender qué tipo de reflexiones traerá a colación Júpiter en Acuario, un tránsito muy ligado al contexto y a nuestro lugar en él. 

Turismo espacial: la gente paga, la élite disfruta

A comienzos del año, cuando os hablaba del peso que tienen Urano en Tauro y Júpiter en Acuario este año, os comentaba que posiblemente la carrera espacial iba a experimentar un gran desarrollo. Y bueno, ¡está siendo más rápido de lo que habríamos previsto!

Hace pocos días, cuando el hombre más rico de la Tierra llegó de su viaje turístico al espacio, dio una rueda de prensa en la que agradeció a la clientela de Amazon haber sufragado los costes de la expedición, que tuvo un carácter lúdico y lucrativo, y que pretende asentar el nuevo mercado del viaje espacial, dirigido a las élites. 

Un viaje espacial costeado por una empresa que no paga impuestos, que tiene un impacto nefasto en las economías locales, y es famosa por el inhumano trato que da a sus trabajadoras. 

Un viaje espacial que, por cierto, tiene un impacto de contaminación altísimo, y viene justo cuando hemos estado viendo inundaciones, olas de calor y frío sin precedentes en los últimos días. 

Revisar desigualdades

A mi pareja le gusta mucho la ciencia ficción, y hace algunos años vimos una peli que se llama Elysium. ¿La habéis visto? La ciencia ficción es muy de Júpiter en Acuario, así que aprovecho para contaros brevemente de qué iba la peli. 

En la película, el planeta Tierra es un lugar arrasado por la crisis ecológica: un lugar distópico habitado por personas empobrecidas. Sin embargo, en el espacio, las élites viven en un mundo artificial, seguro y agradable llamado Elysium. Para sostener su paraíso artificial, se sirven de la mano de obra barata de las personas que viven ahí abajo. En realidad, cualquier relato de ciencia ficción es una extrapolación de ciertos indicios que observamos ya en nuestra realidad.

¿Qué revela el turismo espacial tal y como está planteado ahora? Primero, que hay alguien que paga muy pocos impuestos e invierte fortunas en viajar al espacio dentro de un pene gigante. Segundo, que los costes ecológicos y humanos de los caprichos de las élites recaen en las de siempre. 

Hoy hay personas que no pueden viajar al pueblo vecino, y personas que llevamos sin ver a nuestra familia un año y medio. Hay personas que no tienen trabajo y quienes no tienen qué comer. Generaciones enteras sienten que no tienen futuro. Y en medio de todo esto, se supone que es un logro de la humanidad que un hombre vergonzosamente rico conquiste un nuevo privilegio. 

La verticalidad social no es algo que Júpiter en Acuario vaya a aceptar de buen gusto. Júpiter en Acuario va a pedir que repensemos las cosas. 

Pide que volvamos a pensar qué significa vivir en sociedad, qué significan los derechos civiles, y qué garantías damos a nuestras iguales para que tengan futuro.

Los Juegos Olímpicos: un mundo de sillas vacías

El otro ejemplo que quería comentar es el de los Juegos Olímpicos, aunque en esto prometo ser más breve, porque ya vemos por dónde van los tiros. Los Juegos Olímpicos, generalmente, nos emocionan. Son, tal vez, un triunfo del entendimiento y el intercambio entre personas de todo el mundo. 

Sin embargo, en esta ocasión los Juegos Olímpicos han dejado una serie de noticias e imágenes inquietantes. Hemos visto, en primer lugar, cómo durante la organización de estos Juegos se ha venido destituyendo de su cargo a varias personas, por haber publicado hace años bromas o comentarios ideológicamente comprometedores. 

No hay duda de que vivir en democracia requiere de respetar las líneas rojas que marca la ley, y que no se puede hacer apología de mensajes o actitudes que atenten contra la convivencia y el respeto. 

Pero creo que con Júpiter en Acuario está sobre la mesa la siguiente pregunta: ¿lo estamos haciendo bien en cuanto a libertad de expresión? 

En un mundo en el que cualquier cosa puede ofender a alguien, ¿estamos abocadas a medir constantemente lo que decimos? ¿Tenemos miedo de hablar públicamente? ¿Hablar en público es, una vez más, potencialmente perjudicial para nuestro futuro? 

Perder cuerpo

Y la última cosa que ha resultado llamativa de los Juegos Olímpicos: hemos visto a las y los deportistas desfilar en un estadio de aproximadamente 70.000 asientos vacíos, bajo un planeta Tierra hecho de drones. Un estadio olímpico que costó más de 1.200 millones de dólares, y que ha dejado a la población que lo sufragó a las puertas del evento, que ha sido prácticamente inaccesible. 

Lógicamente, hay motivos de peso para que el público no haya asistido. Pero todo esto crea una impresión agridulce. Tal vez, con Júpiter en Acuario, estemos viendo que la globalización se vive irremediablemente desde casa. Con Urano en Tauro, además, que es el planeta que rige a Acuario, perdemos cuerpo. Una persona que viva junto al estadio olímpico tendrá que ver los Juegos, como cualquier otra persona del mundo, por internet. 

La pregunta que lanzaría Júpiter en Acuario ante este panorama es: ¿de qué modo nos mimetizamos con la tecnología que media entre nosotras y la realidad?

El conocimiento y los estudios, el ocio y el placer, el viaje y la aventura, las creencias y filosofías de vida, que son temas relacionados con Júpiter, se viven a través de las pantallas. ¿Qué mella hace eso en nuestra motivación y confianza? Júpiter en Acuario puede ser, también, el gran estrés. 

Vamos a necesitar repensar muchas cosas con este tránsito. ¡Ojalá nos haga más sabias!

Un abrazo grande, chichis!!! 

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