Hola chichis!!! Ya ha llegado el momento de sumergirnos en el clima astral de noviembre, empezando con este novilunio. Este mes viene sumamente intenso, como os comenté, porque crea un efecto de intensificación y aceleración de la vida que culminará al final del año y se extenderá hasta el comienzo de 2022.
Este 4 de noviembre será la Luna Nueva en el grado 12 de Escorpio, y si os soy honesta, es una de las lunaciones más complejas del año. Casi me intimida escribir sobre ella, porque se da en T cuadrada con Saturno y Urano, muy cerca de Marte en Escorpio, y anunciando la temporada de eclipses, que comienza este mes.
El carácter general que trae la Luna Nueva
Una cosa está clara, y es que esta no es una Luna Nueva cómoda. De hecho, puede resultar brutalmente reveladora, en el sentido de que nos obligue a mirar, sí o sí, el corazón de nuestras inseguridades y vulnerabilidades. ¡También de nuestros apegos!
Esta Luna Nueva trae la urgencia de movilizar, de una vez por todas, eso que no nos habíamos atrevido a tocar anteriormente, y que ya se sentía incrustado.
Tal vez sabíamos desde hacía tiempo que iba a llegar el momento de mover las fichas que querremos mover ahora, pero lo habíamos postergado porque nos daba miedo la desestabilización que eso podría traer.
Esta Luna Nueva nos invita a aceptar la caducidad de ciertas formas de hacer, de ciertas certezas y de ciertas idealizaciones, trayendo a colación un desnudo realismo que nos empuja a decir adiós a lo que nos quema y nos debilita.
Como veis, este es un novilunio transparente y valiente, y podemos aprovecharlo para liberarnos de lo que estaba a medio morir. Pero ¡la verdad es que da un poco de vértigo!
Las lunaciones de noviembre, en el eje de Escorpio y Tauro, son un anticipo de lo que van a venir a movilizar los Nodos Lunares en este eje hasta el 2023.
Así que con todo ello podemos tener la sensación de bucear en un impreciso destino que está tomando forma.
A colación del tema del destino, para entender esta Luna Nueva me viene a la mente la imagen de Medea, la bruja por excelencia de la cultura clásica. Os cuento brevemente su historia, y así entramos en la atmósfera de esta lunación, pivotando en el clima que trae desde otro lugar.
El destino, ¿inapelable? Medea, la bruja
Adoradora de Hécate, diosa de la hechicería, las Lunas Nuevas, los caminos y las puertas, Medea dominaba las artes de la magia. Y utilizó sus conocimientos para ayudar a Jasón a lograr exitosamente sus propósitos, tras lo cual ambos emprendieron juntos una aventura de viajes cosmopolitas y amor romántico.
Sin embargo, tras haberse acompañado varios años, y teniendo ya dos hijos en común, Jasón decidió desposar a otra mujer más joven, ya que, entre otras cosas, esperaba obtener ciertos beneficios sociales y políticos a través de ese matrimonio.
Medea, que desafió todos los roles que la época asignaba al género femenino, escapando continuamente del molde de hija, esposa y madre, se vengó del abandono de Jasón envenenado a sus propios hijos, aunque con ello se infligiera a sí misma un dolor irreparable.
La historia de Medea describe un personaje de lo más complejo, debatido y reflexionado a través de los siglos. Ella es rebelde y poderosa, y no da su brazo a torcer bajo ningún concepto. No admite otra autoridad que el dictado de su voz interna, y desobedece todas las normas del contexto. Sin temor a ser calificada de bruja, de malvada, de inmoral, cumple su voluntad. ¡Pero a qué precio!
La tragedia escorpiana
La historia de Medea es una tragedia. La tragedia es un género narrativo en el que el destino teje un desenlace funesto e inevitable para los personajes. La tragedia trae a escena la máxima intensidad dramática, y a menudo se relaciona con la catarsis.
Hagan lo que hagan, los personajes de la tragedia no tienen otra opción. Con cada una de sus elecciones, se saben destinados a la fatalidad. Y, sin embargo, no pueden dejar de elegirlas.
En las tragedias clásicas, a menudo son las divinidades quienes mueven los hilos del mundo. Tejen cuidadosamente el destino fatal de las mortales, movidas por la venganza o el capricho. También podríamos pensar en la historia de Antígona. O en la de Edipo. Son grandes historias que aún se representan en los teatros de hoy en día, aunque se escribieran hace siglos.
La tragedia, como género, no podría ser más escorpiana. Por eso os hablo de ella. La tragedia no se desvanece en el tiempo, porque representa profundas emociones humanas, persistentes en nuestra naturaleza.
Escorpio es la zona de la rueda astral en la que se cuecen densas y auténticas emociones que nos transforman, que nos hieren o nos fortalecen. Que nos curan y nos asustan, o nos iluminan y liberan de carga. Escorpio es el signo de la complejidad psicológica y emocional.
Es el signo en el que se acumula el sedimento emocional que nos dejó la vida, compuesto de viejas emociones que sobreviven a los años, y nos movilizan aún desde dentro.
Tal vez por eso, Escorpio es el signo de la poderosa voluntad y la metamorfosis. Porque lo que nace en Escorpio tiene un fondo tan veraz y tan profundo, que cuando ya sale a la superficie y es reconocido, lo hace empujado por un magma interno que, una vez encontró cauce al exterior, ya se siente inapelable.
¿Por qué os hablo de tragedia, de destino, y de todo esto que no parece augurar cosas amables? Tranquilas. No es porque vayamos a vivir sí o sí un destino echado. Ya sabéis que la astrología no es motivo de susto.
Pero es posible que en este momento tengamos la sensación de que se mueven fichas que tenían que moverse. Porque lo que nace ahora, nace de un lugar que tiene poco que ver con la razón. O con el autocontrol. O con la educación. Más bien nace de un lugar visceral, movilizado por el deseo de supervivencia, también tremendamente escorpiano.
Nacimiento y final
Decimos muchas veces que la Luna Nueva es un momento de cierre y comienzo de ciclo a nivel emocional. Sí. Pero esta Luna Nueva en Escorpio sobre todo apunta a los cierres. Más específicamente, al comienzo de un ciclo de seis meses en los que estaremos cerrando cosas importantes. ¿Por qué?
En primer lugar, porque Escorpio es el signo de la depuración, en el que expulsamos lo accesorio para concentrar energías en lo que nos resulta esencial. En segundo lugar, porque los procesos que iniciemos ahora culminarán dentro de seis meses, en la próxima Luna Llena en Escorpio. Una Luna Llena que será, casualmente, ¡un eclipse sobre el Nodo Sur!
Es decir, que los procesos que comencemos ahora van en la vía de dejar atrás algo que ya no se sostiene más.
Algo que, teniendo en cuenta la presencia de Saturno en este momento, hemos intentado conservar de todas las formas posibles. Y que, sin embargo, ya se muestra en una evidente crisis.
El próximo 16 de mayo, cuando sucederá el eclipse total de Luna en el grado 25 de Escorpio, ya habremos dicho adiós definitivamente a alguna cosa que cumplió su función y que no pudimos llevar más con nosotras. El mensaje es claro. Y, por eso, puede sonar trágico en algún sentido.
Es posible que a lo largo de noviembre tengamos la compleja sensación de que se mueven cosas que ya era imposible sostener igual. Los cambios nunca vienen a gusto de todas, pero pueden ser muy positivos a largo plazo, aunque en este momento puedan resultar estresantes.
La torre, fulminada por el rayo
En este clima, va a ser importante no sobrecargarnos, gestionar el polo de idealizaciones y realidades, y darnos tiempo antes de actuar, si lo necesitamos. Porque, con Marte en Escorpio tan cerca de las luminarias, y empezando a formar aspectos con Saturno y Urano, hay una fuerte tendencia a romper de golpe las formas, buscando libertad súbita.
Puede que muchas personas se sientan tentadas a tirarlo todo por la borda. Puede que a veces, de hecho, hacerlo sea una buena opción. Pero vamos a necesitar preguntarnos algo clave: ¿qué valoro? Porque esa puede ser una guía para el eclipse en Tauro que tendremos dos semanas después.
Saturno, formando una T cuadrada con los planetas de Escorpio y Tauro, es como la torre herida por el rayo. Habla de liberación, de romper las formas, dejando atrás la claraboya que obstaculiza la entrada de la luz. Pero, también, habla de cambios súbitos que aceleran la vida.Puede que también sintamos cierto duelo por lo que fue y ya no está. Al fin y al cabo, Neptuno hace aspectos, aunque amplios, a las luminarias. La sensibilidad y la nostalgia están ahí, tanto como la renuncia a lo que se deja atrás.
¿Cómo cortar con algo que amamos, o que en su momento fue largamente deseado? ¡Este puede ser un momento de decisiones difíciles!
Sé que hasta ahora lo que os he descrito suena bastante difícil, porque al fin y al cabo es el tono en el que hablaría esta Luna Nueva si pudiera, creo. Pero puede ser un momento muy constructivo.
La T cuadrada que se forma ahora en los signos fijos está permitiéndonos fracturar el armazón rígido que no nos dejaba crecer. Allá lejos, en el futuro que Urano nos ayuda a visualizar, hay alternativas que ya hemos ido tanteando a lo largo del año.
Aunque no lo parezca, lo que hacemos ahora no es saltar al vacío. Porque ya venimos trabajando las tensiones de los signos fijos durante mucho tiempo. Especialmente, si tuvimos alguna experiencia importante a principios de mayo o a principios de agosto, cuando el Sol también formaba tensiones con Saturno y Urano, es posible que ahora vivamos alguna resonancia o algún desarrollo de esas temáticas.
El papel de Urano
Urano en oposición exacta a esta Luna Nueva está fulminando nuestra realidad con algún fogonazo repentino. Ya sabéis que Urano es el planeta de los hallazgos, la lucidez, los cambios súbitos, o la liberación espontánea e inestable de energía, que electrifica y acelera la vida. Urano en oposición exacta a las luminarias está generando una aceleración de acontecimientos.
Las Lunas Nuevas son momentos del mes en que tendemos a la introspección y a la conexión con nuestro interior. Sin embargo, esta no es una lunación común. El desapego, la sorpresa y el acontecimiento que trae Urano no tienen nada que ver con el carácter introspectivo y sensible de los novilunios.
En este momento podemos advertir una verdad que llevaba ahí mucho tiempo, y que da la vuelta a la percepción que pretendíamos tener del paisaje.
Y digo, que pretendíamos tener, porque, ¿tal vez llevábamos mucho tiempo forzándonos a leer las circunstancias de otro modo? Si habíamos negado algo evidente, ahora tendemos a asumir lo que hay. Lo que nos dice nuestra voz interna. Tal vez, ¿llevaba mucho tiempo diciéndonos lo que nos dice ahora?
Otros aspectos importantes del clima astral
En otras palabras, esta lunación viene a desnudar la verdad de las situaciones, cueste lo que cueste. Algo a lo que también inclina la cuadratura de Mercurio y Plutón, que se hace exacta por tercera y última vez estos días. Plutón es el planeta regente de esta Luna Nueva, y esta cuadratura a Mercurio trae una compleja densidad psicológica e investigadora a nuestras conversaciones, ideas y reflexiones de estos días.
Además, de forma interesante, Mercurio forma un gran séxtil con Júpiter y Venus. Esta figura de aspectos armónicos trae al clima astral cierto potencial; cierta oportunidad.
Tal vez sintamos que, a pesar de los cambios, las tensiones, los esfuerzos y las revoluciones de estos días, todo será para bien.
O, por lo menos, que contribuirá a nuestro desarrollo, o a la valoración positiva de nuestras experiencias. Lo que ocurre es que las decisiones que tomemos ahora pueden sentirse bastante definitorias de lo que viene más adelante.
Pero este gran séxtil habla de la confianza que podemos albergar ante las vías alternativas que hemos anhelado y preparado durante todo el año. Si ahora decimos adiós a algo, tal vez sea precisamente porque nos sentimos alentadas por alguna promesa de mejoría, al visualizar ya otra dirección que consideramos viable.
En cualquier caso, lo curioso de este gran séxtil es que Mercurio y Venus están a punto de cambiar de signos simultáneamente, lo que harán solo unas horas después de la Luna Nueva. Mercurio entrará en Escorpio, donde llegaremos a tener a cuatro planetas, y Venus, en Capricornio. De Venus en Capricornio vamos a hablar bastante a partir de ahora, porque va a quedarse en Capri hasta marzo del 2022, y hará movimientos cruciales. Así que por ahora lo dejo ahí.
¿Qué asuntos concretos mueve esta lunación?
Dándose en Escorpio, esta Luna Nueva puede mover especialmente asuntos de economía compartida, como recursos, deudas y préstamos, impuestos, herencias y bancos.
Creo que con los movimientos que hará Venus en Capri los próximos meses, y los Nodos entrando al eje Tauro-Escorpio el próximo enero, noviembre será un mes clave para el desarrollo de temas colectivos como la crisis económica, la inflación o la crisis energética. Al fin y al cabo, el combustible está regido por Escorpio.
Con suerte, en este momento podremos aprovechar la oportunidad de este clima astral para apostar por energías verdes y decir adiós a los combustibles fósiles, aprovechando el próximo Nodo Sur en Escorpio.
Otros temas que pueden moverse bastante: relaciones de poder, celos, envidias, manipulaciones, y todas esas emociones intensas que nadie reconoce tener, también muy escorpianas. También temas como la pasión, el rechazo, la sexualidad y el placer pueden verse modificados.
Por otro lado, puede ser buen momento para preguntarnos qué lugar tiene la intimidad emocional y afectiva en nuestra vida.
También es un momento excelente para buscar apoyo o terapia en caso de necesitar ayuda. Además, necesitaremos, desde luego, tener cuidado con la tecla que presionamos a quien tengamos delante, porque no va a estar el horno para bollos.
Creo que será importante respetar los procesos internos de cada cual. Y tomarnos en serio los bordes y los límites de las personas, porque las apariencias son bastante frágiles en este momento, y podemos precipitar descubrimientos prematuros que hagan sentir a otras personas algo invadidas.
Es decir, que no es momento de jugar a hacer psicología sin conocimiento de causa, o sin la responsabilidad necesaria.
Y, desde luego, no es momento de presionar a nadie, ni de presionarnos a nosotras mismas.
También necesitaremos, probablemente, mucho espacio propio. Y libertad para gestionar por nosotras mismas lo que necesitemos hacer. Pero eso no significa que estemos solas en el mundo. Esta lunación trae un carácter independiente, pero también potencialmente solidario, amistoso y compañero.
¿Cómo nos afectará esta Luna Nueva?
Si en vuestra carta astral tenéis planetas o cúspides en signos fijos, noviembre va a ser un mes complejo. Pero independientemente de la carta astral que tengáis, fijaos en qué casas de vuestra carta astral caen los signos fijos, Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, porque esas zonas van a removerse bastante estos días.
Especialmente, si buscáis cuál es la zona en la que cae el grado 12 de Escorpio, podréis identificar qué área de experiencia va a motivaros a hacer una depuración, un cambio o una revitalización, porque ahí sucederá la Luna Nueva.
Si, además, miráis dónde os cae el grado 25 de Escorpio, donde culminará el proceso que iniciamos ahora, con el eclipse de Luna del próximo 16 de mayo, podréis entender mejor qué asunto mayor estáis empezando a cerrar ahora.
Espero que el magma del momento dé al paisaje la forma que habéis estado buscando durante largo tiempo.
Un abrazo grande chichis!!!
La verdad à mi esta luna tambien me da miedo soy ascd libra pero el grado 12 de scorpion cae en mi casa 1 mi luna natal grado 23 conj satur en este signo casa 2 en acuario tengo à jupiter rétro en el grd 12 tambien de sol soy leo q creo q no me afectara mucho al menos hasta mayo q tengo à mercurio en el grdo 25...
ResponderEliminarHola, ¿cómo sabes en qué casa de tu carta cae el grado 12 de escorpio?
EliminarHola sara metete en carta natal .com ingresa tus dates de nacimiento lugar y hora y te sale tu carta natal
EliminarYo soy Sol Acuario tengo la luna en Escorpión, todo este año ha Sido como la torre del tarot, todo se me cayó a pedazos , pq así debía ser, ahora lo entiendo. Creo que este mes es el mes para cerrar definitivamente todo lo malo que vengo cargando, de hecho este mes me operan , no creo que sea coincidencia, es un cerrar y renacer y así lo estoy tomando. Mi vida necesita empezar de 0 y justo el clima astrologíco me está llevando a eso. Todo se va a mover al lugar donde debe estár sin poner resistencia, que esa resistencia la he aplicado durante mucho tiempo y no me llevó a nada. Qué pase lo que tenga que pasar.
ResponderEliminarExcelsa como siempre a mi me cae junto a Pluton en casa 12, me he sentido desanimada una cosa extraña
ResponderEliminarGracias Ava 👁👄👁
ResponderEliminarVa a caer una Luna Nueva en Escorpio justo el día de mi cumpleaños y cuando yo nací había Luna Llena en Tauro, es como si tuviese que cerrar un libro y comenzar uno nuevo.
Hola Ava! Tanto tiempo. Espero estés bien. Te leí atentamente y te consulto: cómo se donde cae la casa 12 en escorpio?
ResponderEliminarA ver si es verdad y caen de una vez viejas jerarquías de poder que estorban en el desarrollo natural de las cosas. Llevo desde la triple conjuncion esperando a que esto ocurra.
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