Hola chichis!!! Saturno en Piscis nos lleva a reconocer que cualquier ilusión de control es transitoria. Galopamos misteriosas mareas, creyendo saber a dónde vamos. Pero quien navega también se rinde a las corrientes.
Ahora veremos que la forma que toma la vida responde a las circunstancias que confluyen en nuestro medio. Es el famoso aleteo de la mariposa que genera colosales efectos al otro lado del planeta: hay una interconexión de acontecimientos que desafía toda voluntad de progreso lineal.
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En los posts anteriores dedicados a Saturno en Piscis, ya hemos visto algunas claves para ponerlo en contexto y comprender su importancia, y algunas de sus expresiones colectivas más probables. Así que ya solo queda hablar de cómo nos afecta este tránsito a título personal, respondiendo a las preguntas que me habéis planteado en redes.
1. ¿Qué pasa cuando Saturno transita por una zona de nuestra carta?
Saturno rige el tiempo y las estructuras, y suele ser bastante ordenado y predecible en su comportamiento. El paso de Saturno por una zona de nuestra carta es como una narrativa en la que podemos ubicar un inicio, un nudo y un desenlace.
Cuando Saturno entra en un signo o una casa, muestra qué flojea ahí. ¿Qué es inconsistente, qué se sostiene solamente con alfileres? ¿Qué es arbitrario, accesorio, poco central?
Ese es el momento en que, si habíamos construido nuestra casa sobre paja o arena, veremos cómo se la lleva el río. ¿Hemos fundado nuestra forma de vida, nuestros planes a largo plazo o nuestras estrategias sobre una base que no se sostiene? ¡Pues abajo con ello! Esta parte del efecto saturnino es la que le ha dado fama de ser un planeta duro o difícil.
Otro asuntillo que también despierta Saturno, especialmente en el comienzo de su tránsito por una zona de nuestra carta, es el riguroso realismo. Si habíamos albergado ilusiones, fantasías infundadas, o si nos habíamos confiado a soluciones y ayudas milagrosas, puede hacernos ver con un golpe de realidad que nada progresa sin dedicación, estrategia y compromiso con lo que nos conviene a largo plazo.
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Viendo todo esto, no es extraño que Saturno despierte, en su primer contacto con una zona, una atmósfera algo ceniza, seria. Saturno por tránsito tiene fama de hacernos sentir tristes, solas, centenarias, opacas o faltas de vitalidad.
Pero a medida que Saturno avanza, tenemos ocasión de dedicar tiempo y espacio a la refundación de lo que había sido endeble.
Tal vez nos cueste esfuerzo encontrar una ruta segura y consistente, pero a medida que avanzamos nuestra motivación crece, porque vemos cómo el esfuerzo es recompensado. Si Saturno, inicialmente, señala lo que no encaja, cuando está en la parte intermedia del proceso nos ayuda a dar con algo que sí funciona.
Y al llegar al final del tránsito, ofrece resultados que confirman nuestra dedicación y esfuerzo. Es como un período de graduación, en el que recogemos los frutos de lo trabajado en forma de madurez, claridad, maestría, coherencia, y también resultados prácticos. Y es que Saturno, al fin y al cabo, es el planeta que materializa realidades. Y favorece que se den cambios convenientes en las circunstancias.
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Por otro lado, si ya teníamos claro que debíamos trabajar ciertas cosas, o si ya teníamos una visión realista de todo lo que teníamos pendiente solucionar, la llegada de Saturno a una zona de nuestra carta se puede sentir como la llegada del momento esperado, dándonos fuerzas para asumir compromisos que van a demandar esfuerzo, pero que a largo plazo darán algo positivo. En cualquier caso:
Los primeros contactos de Saturno con una zona son determinantes, porque revelan cuál es el núcleo de todo el tránsito.
La mejor forma de asumir un tránsito de Saturno que está por llegar es aceptar que, sí o sí, va a demandar tiempo, espacio, energía, esfuerzo, autocontrol, aprendizaje. Y otro ingrediente que no puede faltar es la objetividad. De hecho, con Saturno podemos sufrir mucho si nos resistimos a aceptar la realidad que tenemos delante de la nariz. Pero si aceptamos lo que hay y creamos una buena estrategia, un tránsito de Saturno puede ayudarnos mucho. Y no será extraño que, cuando pase el tiempo, agradezcamos haberlo vivido.
2. Cómo afecta a los emplazamientos en Piscis
Ya sea que tengas a la Luna, al Sol, al Ascendente o a su planeta regente, a un stellium o a tu Saturno natal en Piscis, esta sección es para ti. ¿Cómo te sientes? Ahora tocará trabajar asuntos que quedaron pendientes emocionalmente.
Nos va a tocar hacer memoria para reconstruir, como arqueólogas, los resquicios de un largo proceso que ahora regresa con lucecitas caleidoscópicas.
Si pensamos en todo el ciclo de 30 años que toma a Saturno recorrer toda la rueda astral, ahora Saturno cierra un ciclo que comenzó la última vez que estuvo en Piscis (1994-1996). En estos 30 años, cada vez que pasó por un signo mutable activó a tus planetas y cúspides en Piscis.
De ese modo, cuando transitó por Géminis (2001-2003) fue el momento de máximo empuje, crecimiento y confianza dentro de ese ciclo. Cuando transitó por Virgo (2007-2009) fue el momento de culminación. Cuando transitó por Sagitario (2014-2017) fue el momento de retomar lo que experimentamos durante todo el viaje para comprenderlo, digerirlo y reconvertirlo en algo más. Y ahora, cuando regresa a Piscis, es el momento de replantear el viaje y comenzar uno nuevo.
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Si tienes edad suficiente para ello, ¿cómo describirías los últimos 30 años de tu vida? ¿Qué conexión podrías establecer entre tus circunstancias y cometidos en torno a 1995, 2002, 2008, 2015 y ahora? ¿Cómo se desarrolló lo que representan tus emplazamientos en Piscis en torno a esos años?
Podríamos sentir que cerramos una etapa de integración y aprendizaje que comenzó entre 2007 y 2009. Este período de quince años estuvimos reconociendo y aceptando realidades y circunstancias que definieron nuestro campo de progreso y experiencia. Así, integramos realidades que favorecieron nuestro aprendizaje y madurez en algún área.
Ahora toca agradecer la maestría que nos dejaron los últimos años, y plantear nuevos procesos, nuevos desafíos y nuevas metas.
Igualmente, podríamos estar trabajando por superar definitivamente algo que nos marcó entre 2014 y 2017, cuando Saturno transitaba por Sagitario. ¿Aceptaremos que muchas de las cosas que trabajábamos entonces habrán de irse o, al menos, quedar en barbecho por un tiempo?
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Cuando Saturno en Piscis transita en conjunción a un planeta o cúspide importante de nuestra carta natal, es un final de tiempo. A medida que Saturno se acerca, lo que representa ese planeta afectado entra en un período de congelación, hibernación o latencia. Baja el ritmo, se hace lento, se detiene. Ahí es donde debemos evitar forzar el ritmo de las cosas.
Cuando Saturno se acerca a uno de nuestros planetas en Piscis, toca darle un descanso, y ofrecerle seguridad, compasión y paciencia, es decir: ofrecerle una cueva segura y tranquila donde pueda pasar el invierno. Eso quiere decir que no será un período alegre, divertido, expresivo ni brillante. Tampoco un período especialmente célebre o sociable. De hecho, Saturno en Piscis encima de un planeta natal suele generar una dinámica de protección y contemplación algo solitaria.
Una vez dejamos de resistirnos a lo que pide el momento, y aceptamos que el invierno llega y que debemos hacer el esfuerzo de prepararnos para un período más sobrio, por decirlo de algún modo, empieza una fase de búsqueda.
Visualicemos por un momento la metáfora: la heroína ha llegado ya a la cueva nevada, a lo alto de las montañas, y se dispone a pasar allí un duro invierno. Confía ya en estar preparada, porque ha estado previendo, prudentemente, sus necesidades de abrigo y alimento. Bien: tiene lo esencial para pasar la estación.
Y es que, sobre todo, hay que recordar eso: es una estación. El invierno no dura para siempre.
Bueno, ya está todo listo, está sola en las montañas con todo lo esencial para atravesar esa etapa. Ahí empieza la parte más dura. Porque, hasta el momento, había cierta excitación y sensación de progreso en la preparación para llegar ahí. Pero, una vez ahí, empieza la fase de resistencia, autocontrol, disciplina y perseverancia que hacen famoso a Saturno por su dureza.
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Con Saturno en Piscis, la primera dificultad que tiene nuestra eremita de las montañas es confrontar el silencio. Cuando el ruido exterior cesa, aparece el ruido interno. Aparecen pensamientos con los que juzgamos y ponemos en duda la situación. Aparecen emociones agitadas, recuerdos, nostalgias, sentimientos de desamparo, seguidos de exagerados sentimientos de grandeza.
Las personas estamos tan incómodas en el vacío que solemos llenarlo, además, de historias fantásticas. Es entonces cuando podemos creer que hay algo mágico o superior que nos acompaña, o que nos habla, o que nos visita. Nuestra resistencia al silencio y al vacío es tal, que literalmente creamos universos, y seres, y divinidades y seres fantásticos para evitar estar, sencillamente, en el presente.
Una de las primeras reacciones con un tránsito de Saturno en Piscis sería inundarlo todo con fantasías, emociones, propósitos, sueños, ilusiones.
Ir al sencillo y llano entretenimiento. Porque claro, pensémoslo: nuestra eremita de las montañas se aburre, probablemente. Tal vez extrañe su cafetera, tal vez sueñe con comer dulces, beber vino, viajar lejos, ver series, tener sexo, escribir sus revelaciones, hacer un proyecto, salvar el mundo, qué sé yo. Un océano incesante de anhelos la atraviesa.
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Pero Saturno en Piscis pide, desde luego, que disciplinemos nuestra relación con el presente, con el silencio y con la conexión a una fuente de calma y claridad; que encontremos la fuerza para atravesar las evasiones. Al fin y al cabo, hay un propósito para que nuestra eremita decidiera hibernar en las montañas.
Esta aventura tiene una función, como todo lo que concierne a Saturno. Y, en parte, estos tres años nos corresponderá descubrir cuál es.
A medida que este tránsito se desarrolle, de hecho, veremos cómo, tras conquistar nuestro universo interior, se gesta algo más. En primavera, cuando llega el deshielo, la eremita despierta de su hibernación, da por finalizada su búsqueda: está deseosa de pasar a la acción. Sus propósitos son, ya, cristalinos como el agua. Ya no son escondites ni distracciones. Ya no son ilusiones infundadas. Son motivos verdaderos y consistentes, capaces de atravesar las mareas sin desviar su rumbo.
3. Cómo afecta Saturno en Piscis a los emplazamientos en Virgo
Ya sea que tienes a la Luna, al Sol, al Ascendente, a un stellium o a tu Saturno en Virgo, esta parte es para ti. En este caso, el tránsito de Saturno en Piscis es la culminación de un período de tiempo que comenzó para ti entre y 2007 y 2009, cuando Saturno transitaba por Virgo.
En aquel momento, Saturno hizo conjunción a tus emplazamientos en Virgo, y creaste cometidos, objetivos y propósitos con los que buscabas materializar algún progreso práctico. Tal vez vengas trabajando con ahínco tu propia seguridad y estabilidad, o hayas estado poniendo mucho esfuerzo en definir tu rol en el mundo.
Siendo ya un momento de culminaciones en aquello que iniciaras entre 2007 y 2009, podrías tener la sensación de que ya llegaste a la cima de la montaña, y de que ya no hay más arriba; de que el camino ya no tiene tanto que ofrecer. En otras palabras, desde ese final de camino es más fácil comprender las consecuencias del recorrido que hiciste los últimos quince años.
Incluso si lograste mucho, lo más probable es que no hayas logrado todo, o que las cosas finalmente no hayan sido como hubieras esperado. Así que tocará aceptar lo que fue, y apreciarlo.
Comprender que hicimos lo que pudimos. Y que la forma de la montaña, y sus caminos, determina bastante cuál es el recorrido que hacemos y cuál es el mirador al que llegamos.
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En cualquier caso, si entre 2007-2008, cuando iniciamos el viaje, pasábamos por experiencias duras, limitantes o frustrantes, algo podría resonar de nuevo con aquellas sensaciones. Pero será para bien: al final del tránsito de Saturno en Piscis, habremos terminado de procesar emocionalmente aquella etapa.
Reconocer el nexo entre las circunstancias de entonces y las circunstancias de ahora favorecerá que aceptemos de forma realista dónde estamos. A partir de aquí, empieza un período de integración relacionado con nuestros emplazamientos en Virgo.
De este modo, damos por zanjadas algunas de las inquietudes, actitudes y temáticas más persistentes de los últimos 15 años, vaciando y abriendo un espacio para construir algo más.
Además, si en torno a 2007-2009 nos habíamos planteado objetivos y metas que parecían arduas o complejas, y hemos estado trabajando en ellas todos estos años, ahora podríamos agradecer haber invertido tiempo y esfuerzo en ello, porque podría mostrar algún resultado. Tal vez llegue a materializarse, incluso, algo que en su día soñábamos imposible o poco probable.
Visualicemos por un momento lo que es mirar todo el paisaje de nuestra vida, desde lo alto de una montaña. A plena luz. Probablemente, después del esfuerzo de subir ahí arriba, queramos detenernos a descansar un rato. Tal vez necesitemos darnos una tregua, un respiro, hacer un paréntesis para hidratarnos, comer algo, reponernos.
¿Qué nos motivará a bajar de la montaña para regresar a casa? ¿Qué nos motivará a cerrar ese viaje? Es posible que queramos tomar la experiencia, maestría y habilidad acumulada para algo más. Así es cómo, a partir de ahí, empieza un proceso de "reciclaje". Donde tomamos todo lo que trabajamos desde 2007-2009 para reconducirlo hacia otros propósitos; para darle otras formas.
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Por otro lado, con los emplazamientos en Virgo hay otra cuestión, y es que Saturno transitando en oposición a lo que tengamos en Virgo tiene también un tono relacional. En este caso, podríamos sentir que Saturno representa a otras personas en nuestra vida, o circunstancias externas, que parecen oponerse, restringir o limitar la libre expresión de nuestros emplazamientos en Virgo.
Puede ser que nos caiga alguna responsabilidad que nos limita temporalmente, que nos sentimos intimidadas o cohibidas frente a presiones externas, o que sencillamente tememos la crítica o el rechazo social y nos damos poco margen de movimiento. Las posibilidades son muchas.
Pero, en este caso, sería interesante trabajar la forma en que nos dejamos influenciar por condicionantes externos. Y, sobre todo, conectar con nuestro propio sentido de legitimidad, para poner límites a lo que invade nuestro espacio de decisión, definir nuestra propia hoja de ruta y comprometernos con nuestro propio criterio de forma realista.
Evitemos, en este momento, asumir roles que fomenten la dependencia propia o ajena. Evitemos, también, las relaciones desiguales, especialmente si están organizadas en torno a polos de cuidadora-víctima, salvadora-redimida, racional-sensible, o maestra-aprendiz.
En caso de tener emplazamientos en Virgo, es posible que las tendencias evasivas de Saturno en Piscis funcionen de una manera muy peculiar: para no hacerme cargo de lo que me pasa, me hago cargo de los problemas de las demás. Es decir: evado mi responsabilidad conmigo misma asumiendo responsabilidades de otras personas. Spoiler, eso tampoco ayuda a quienes pretendemos ayudar, que se ven privadas de la oportunidad de aprender a sacar sus propias castañas del fuego.
4. Si tu Luna está en Piscis, Virgo, Géminis o Sagitario
Es posible que te veas forzada por las circunstancias a tomar distancia de algo que fue fácil, muy conocido y familiar, pero que ha dado muestras de no ser positivo para ti a largo plazo. Tanto si te resistes como si no a dejarlo ir, será necesario lidiar con las emociones que puedan surgir, para apoyarte y sostenerte a ti misma en esta transición.
Por ejemplo, no sería de extrañar que emergieran ahora sentimientos de inseguridad, soledad, tristeza, nostalgia, o que puntualmente regresen actitudes y respuestas emocionales del pasado, como viejos duelos o recuerdos emocionalmente complejos.
Con Saturno en aspecto a tu Luna, estás observando de forma más objetiva lo que sientes, intuyes y necesitas, y también estarás reconociendo la forma en que tu entorno contribuye o no a que adoptes ciertas respuestas emocionales.
Inicialmente, sentir todo eso puede ser incómodo, y no sería extraño que por momentos prefieras congelar las emociones, reprimirlas, negarlas o desconectarlas por un tiempo, para protegerte.
Evita juzgarte, en este sentido: cada cual hace lo que puede cuando viene la marejada de sentimientos. A veces necesitamos protegernos, adoptar un rol más frío y resolutivo, y procesar las cosas después, cuando nos sintamos seguras. ¿Sientes que ya no te sensibilizas igual con ciertas cosas? ¿Temes el desorden vital que puedan suponer las emociones exaltadas, y evitas las circunstancias que te toquen la fibra sensible?
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Saturno en tensión a la Luna nos lleva a pensar en esos momentos en que tenemos ganas de llorar, pero reprimimos las lágrimas porque estamos en una situación donde no cabe ese grado de intensidad, y decidimos huir lejos, a algún refugio íntimo. Las tensiones Saturno-Luna nos hacen identificar cómo las normas sociales y el deseo de adecuación influyen en nuestra gestión emocional.
Lo queramos o no, este tránsito nos va a poner delante lo que sentimos, y cómo influye nuestra atmósfera en nuestra forma de vivir lo que sentimos. Lo queramos o no, tocará aceptar nuestra sensibilidad, y hacernos cargo de ella.
Ya toca regular y organizar tu vida personal de un modo que contribuya a tu bienestar.
Por ejemplo, separándote de inercias y patrones repetitivos, reconociendo qué límites saludables necesitas, y responsabilizándote de ti misma de una manera madura y completa. No esperes a que las cosas que necesitas vengan dadas: ¡tendrás que construirlas por ti misma!
Este tránsito dinamizará asuntos que conciernen a la seguridad práctica y afectiva, al hogar, al lugar de residencia y al sentido de arraigo (o desarraigo). A asuntos comunitarios y familiares (especialmente de personas mayores, o el efecto del tiempo en nuestro círculo familiar), a la convivencia y a los vínculos con las personas más cercanas, incluyendo dinámicas de cuidado, responsabilidad y sostén mutuo.
Influye en las costumbres y hábitos diarios, como la alimentación y el descanso, además de la satisfacción de necesidades, el trabajo con el imaginario, la gestión emocional, la práctica de la espiritualidad y la conexión con la memoria y las antepasadas. También afectaría a la casa de tu carta natal que esté regida por la Luna, es decir: la casa de tu carta natal que comience en Cáncer.
5. Si tu Sol está en Piscis, Virgo, Géminis o Sagitario
¡Un período exigente y constructivo! Este tránsito dinamizará asuntos que conciernen a la forma en que te ves a ti misma, a tu autoimagen y tu sentido de identidad. En consecuencia, afectará también a la forma en que te muestras y haces visible, cómo te expresas, o cómo te relacionas con las experiencias y vivencias que ofrece la vida.
Es posible que las circunstancias te presionen un poco a cambiar el foco de tu atención o el modo de proceder. Tal vez sientas que ya no te identificas con las mismas cosas, o que aquello que en su momento te hizo feliz ha perdido su sabor. ¿Qué te late, qué te interpela? ¿Te sientes inapetente?
Este tránsito nos hace tomar distancia de lo que normalizamos, para preguntarnos de nuevo quién somos, o cuál es el propósito real de plantear así nuestra vida.
Incide en la identidad personal, y la forma en que el tiempo, la experiencia y la madurez parecen definirnos. Por momentos, las circunstancias podrían sentirse restrictivas, o incluso adversas, aburridas y frías. Podríamos sentir que nuestro vínculo con la experiencia es muy controlado, y que nos cuesta abrirnos de forma expresiva o espontánea.
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Durante este tránsito, estamos como protegidas detrás de una muralla, esforzándonos en algo que ponemos duda o que nos hace sentir inseguras, lo que no nos hace sentir particularmente orgullosas ni radiantes. ¿Nos sentimos juzgadas? ¿Dudamos de nuestro rol en el mundo o de nuestras capacidades? Tal vez nos miremos a nosotras mismas con dureza y autocrítica, y nos exijamos apechugar con responsabilidades, mejorar incansablemente o sostener el peso del mundo.
Sea como sea, debemos recordar que no somos nuestro trabajo, ni nuestros logros, ni nuestro estatus, ni el rol que otras personas nos adjudican.
A fin de cuentas, este tránsito pide que nos aceptemos como somos y que comprendamos que nuestra vida, por muy ordenada, o definida, o cerrada que parezca, continúa. La suerte no está echada. ¿Qué nos gustaría vivir, a largo plazo? ¿Qué podríamos crear? Empezar por algo sencillo, como dar espacio al ocio y explorar otros hobbies, puede ayudarnos a dar con algo que nos motive y nos acerque a nosotras mismas de nuevo.
Tal vez haga falta, simplemente, cesar por un momento el ritmo de las exigencias, darnos tiempo para desarmar con paciencia la muralla, liberar nuestro cuerpo de las antiguas armaduras, estirarnos con cariño y cuidado para ablandar las rigideces, y salir al mundo; exponernos. Jugar a algo más genuino. Con confianza.
Por último, este tránsito también afectará a la casa de tu carta natal que comience en el signo de Leo, ya que estará regida por tu Sol natal. Así que sería buena idea observar si tienes algo ahí. Igualmente, ¡es posible que en tu revolución solar de este año Saturno esté sobre tu Sol!
6. Si tu Ascendente está en Piscis, Géminis, Virgo o Sagitario
Entonces tus casas 1, 4, 7 y 10, que son las casas angulares de tu carta natal, se encuentran en signos mutables, y este tránsito de Saturno las activará. Cuando un tránsito de un planeta lento activa durante años a estas casas, tiene una influencia transversal en tu relación con el mundo que te circunda, casi como si tiñera con su dinámica cada una de las experiencias objetivas que llegan a tu vida.
Es decir, independientemente de que tú puedas aprovechar ese tránsito activamente, también tienden a "llegar" vivencias, relacionadas con este tránsito, que tienen cierto impacto y alcance en tu vida. En otras palabras, si tu Ascendente está en un signo mutable, eres más sensible a este tránsito de Saturno en Piscis, porque la tendencia es a que, a tu alrededor, las situaciones y circunstancias te empujen a conectar con él una y otra vez.
Esto, que podría sonar un poco tedioso, teniendo en cuenta que Saturno va a estar en Piscis casi por tres años, también resultará finalmente muy constructivo y provechoso.
El tránsito de Saturno por casas angulares tiende a ordenar mucho nuestras condiciones de vida, de una manera que funciona y que tendemos a agradecer en el largo plazo.
Claro que, para llegar ahí, es posible que tengamos que asumir nuevas responsabilidades (algunas de ellas previsibles, y otras algo más inesperadas) y comprometernos con nuestras prioridades, perseverando en lo que nos hayamos propuesto materializar a largo plazo.
Aparte de su influencia por casas, el tránsito de Saturno en conjunción u oposición al Ascendente tiene sus propias particularidades. Y se da cuando Saturno está a menos de 8 grados de formar estos aspectos, aunque se siente especialmente cuando solo hay uno, dos o tres grados de separación.
7. Saturno en conjunción al Ascendente en Piscis
Cuando Saturno pasa por encima del Ascendente, es un momento muy importante en la historia de vida, porque tendemos a poner mucha energía en la materialización de alguna iniciativa o decisión que veníamos pensando y gestando desde hacía varios años. Sea como fuere, ya ve la luz alguna realidad que habíamos intuido, presentido, soñado o temido.
Y eso puede hacernos sentir presionadas a actuar, a posicionarnos y a tomar decisiones. Como tenemos la sensación de que lo que hagamos puede tener consecuencias a futuro, tendemos a ganar tiempo echando el freno o evitando cualquier precipitación.
A veces, buscamos dar una imagen de mayor consistencia para que otras personas entiendan que necesitamos un espacio de adaptación, y que no vamos a estar tan receptivas como antes a cosas nuevas. Así que no es de extrañar que adoptemos una imagen más controlada, madura, seria, distante o profesional, dependiendo del caso. Nuestra imagen tiende a hacerse más formal y minimalista, porque sentimos que es adecuado y beneficioso ser tan claras como nos sea posible.
El mensaje que transmitimos es: tengo algo importante que hacer, es mi prioridad hacerlo correctamente, y no tengo tiempo que perder.
No es de extrañar, por tanto, que sea un momento de mucho avance, pero también un momento algo sobrio, solitario o distante... que puede poner a prueba relaciones previas. ¡Necesitaremos que las demás personas sean capaces de aceptar nuestro nuevo cometido! Y si insisten en vernos como éramos en el pasado, sin aceptar que estamos en otra etapa más madura, la relación, sencillamente, se resentirá.
En cualquier caso, ante la seriedad de lo que tenemos entre manos, vamos con pies de plomo, y a veces incluso titubeamos, examinando con extrema prudencia hasta qué punto es conveniente o no dar otro paso. La sensación de estar comprometiéndonos a largo plazo añade presión, expectativas y temores que ralentizan la acción y nos hacen avanzar con pies de plomo, así que podríamos beneficiarnos mucho de conversar con alguna persona a la que respetemos, que no esté involucrada en lo que tengamos entre manos, para pedirle un feedback objetivo y externo de lo que nos dispongamos a hacer.
Cuando Saturno ya se aleje un poco más del Ascendente y continúe su largo tránsito por la primera casa, ya tendremos mucho más encauzada la acción, y podremos trabajar en el avance que deseamos de una forma realmente constructiva, y sin tantos cuestionamientos e inseguridades.
8. Saturno en Piscis en oposición al Ascendente en Virgo
Cuando Saturno hace oposición al Ascendente, también podemos tener la sensación de que es prudente darnos tiempo, ser pacientes o ralentizar ritmo. Pero, en este caso, la sensación de bloqueo que podemos tener viene dada de situaciones y circunstancias prácticas que están sucediendo en nuestro entorno y en nuestro círculo social, y muy especialmente, en nuestras relaciones.
Aunque no sean circunstancias que vengan dadas directamente de nuestros actos o decisiones, nos afectan y condicionan, y podrían hacernos sentir que restringen y limitan nuestras opciones y deseos de una forma frustrante, desalentadora.
Es lógico, entonces, que este sea un período en el que cuestionemos internamente por qué nos sentimos obligadas a responsabilizarnos por asuntos que vienen de otras personas.
O que nos cuestionemos si verdaderamente el compromiso que tenemos con las demás tiene sentido. Lo que está ocurriendo de fondo es que hay prioridades que están cambiando.
Llega a su fin la actitud más diligente de los últimos años, cuando quizás normalizaste cargar sobre tus hombros un montón de tareas que no siempre te correspondían. Tal vez te comprometiste a ofrecer un servicio o a hacer algo útil, poniéndote a disposición de tu entorno y entregando tu tiempo, tus habilidades y tu esfuerzo para ayudar, contribuir a una mejoría o buscar soluciones comunes.
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A pesar de todo el esfuerzo realizado, de que vienes de haber ordenado tu vida, y ya tienes claro cuánto puedes lograr con tu propio esfuerzo y tu disciplina, el sentimiento de estar cambiando de etapa pide ajustes. Saturno en oposición al Ascendente nos pone delante una evidencia: no somos el pilar que lo aguanta todo: hay que revisar roles y equiparar las responsabilidades; compartir cargas.
Por ejemplo, podemos estar juzgando a otras personas por no hacerse cargo de sí mismas y echar sobre nuestros hombros sus necesidades. O, por el contrario, podemos estar juzgando a las demás por no apoyarnos cuando lo necesitamos, después de haberles dado mucho.
Pero Saturno no nos está pidiendo que responsabilicemos a las demás por la disfunción de la relación, sino que advirtamos qué podemos hacer para reconducir lo que nos indigna o limita hacia algo más justo.
Igualmente, también nos preguntará si estamos respetando los límites de las demás. En ese momento, actuar con ética y justicia es muy importante. Una dificultad de este tránsito tiene que ver, precisamente, con que deseamos hacer algo conveniente para nuestro futuro, pero sentimos que entra en contradicción con nuestra ética, al perjudicar a alguien que nos importa. ¿Necesitamos hablar y negociar posibilidades antes de lanzarnos a hacer lo que nos proponemos?
A medida que Saturno se aleja del Descendente y recorre la casa 7, tenemos la oportunidad de discernir qué rol jugamos en nuestras relaciones, qué rol esperamos que otras personas jueguen en nuestra vida, y de qué modo nuestra forma de relacionarnos influye en nuestros planes futuro. Puede ser un momento genial para comprometernos con otras personas y construir juntas algo bueno para ambas, pero también un momento genial para romper compromisos que nos anclan al pasado y perjudican nuestra perspectiva a largo plazo.
9. Saturno en las casas
Saturno en Piscis en la casa 1
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de iniciativas, decisiones y acciones. Aquí el principal obstáculo es el miedo a las consecuencias a largo plazo de lo que deseas hacer. Puede ser de utilidad asumir tu propia legitimidad para intentarlo, y vestir el nuevo rol que estás dispuesta a asumir, reconociendo positivamente tus capacidades para fundar un nuevo camino de progreso. Como resultado, construirás una presencia fuerte, decisiones duraderas y estrategias perseverantes y constructivas, que marcarán un antes y un después en tu forma de vida. ¿Qué deseas lograr?
Saturno en Piscis en la casa 2
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de seguridad, recursos y valores. El principal obstáculo es la presión de las privaciones e inseguridades, o el miedo a no disponer de suficientes recursos materiales o inmateriales (como talentos o tiempo, por ejemplo) para llevar a cabo lo que te dispones a materializar. Puede ser de utilidad revisar con qué cuentas y con qué no, optimizar la gestión de lo que tienes e invertirlo prudentemente según una estrategia lógica. Con tiempo y esfuerzo, lograrás resultados: tal vez una base para sostenerte a ti misma y sentirte realizada.
Saturno en Piscis en la casa 3
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de intercambio, comunicación y curiosidad. El principal obstáculo es interpretar lo que te rodea de una forma que te limite o desaliente, o cerrarte en ti misma y perder la conexión con el entorno. Puede ser de utilidad cuestionar ideas desde el pensamiento crítico y la humildad, descubrir lagunas y abrirte a aprender. Puede ayudar mucho concentrarte en la respiración, evitar el sedentarismo y buscar interlocutoras para conversar sobre lo que piensas y sientes. Con el tiempo, ordenarás ideas, y tu paz mental saldrá beneficiada.
Saturno en Piscis en la casa 4
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de hogar, costumbres y vínculos cercanos. El principal obstáculo es un íntimo sentimiento de soledad, reforzado por la tendencia a aislarte en tu emoción... o a protegerte de lo que sientes. ¿Temes compartir tu carga? O, ¿temes la falta de apoyo? Puede ayudar dedicar un tiempo diario a atender tus necesidades, y así crear poco a poco un bienestar interno que favorezca la apertura emocional. Cuando compartimos un espacio seguro y nos abrimos a mostrar nuestra vulnerabilidad a alguien más, los corazones se reconocen, se nutren y se sostienen.
Saturno en Piscis en la casa 5
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de identidad, expresión, ocio y creatividad. El principal obstáculo es esa cáscara rígida que parece haber opacado lo que solíamos disfrutar. Algo es previsible y perdió su luz. Hay responsabilidades convenientes, pero tediosas, que hacen austera la vida. ¿Te sientes invisible? ¿Aburrida, ausente? Ahora será constructivo trabajar tu vocación con humildad y paciencia. Pero no olvides respetar tu tiempo de ocio, protagonizar tu placer y crear experiencias para ti. Con tiempo, te servirán para reencontrarte y expresar algo inspirador que te haga sentir orgullosa.
Saturno en Piscis en la casa 6
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de tareas diarias, organización y gestión. El principal obstáculo es la dificultad para realizar todas las tareas que necesitas hacer a lo largo del día, que pueden resultar presionantes y abrumadoras. Si te has propuesto sostener el mundo sobre tus hombros, es lógico que estés cansada. Si te has propuesto controlar todo a la perfección, es lógico que te bloquees. Reserva ya un tiempo de la agenda a tu cuidado físico, emocional y mental. Organizarte de forma realista y humana será la clave. Tras este período, dominarás tus hábitos y serás más productiva.
Saturno en Piscis en la casa 7
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de relaciones, balance, justicia y acuerdos. El principal obstáculo es jugar un partido de pimpón eterno, en el que las expectativas y las desilusiones hinchan, maquillan y marean la evidencia. Ayudaría ponerte como prioridad respetar tu equilibrio, construir tu paz, y desde esa base, asumir con responsabilidad tus respuestas: ¿Mi vida relacional funciona? ¿Cuáles son sus carencias, cuál es su potencial? ¿Qué estrategias, límites o compromisos me convienen? Pronto discernirás qué suma y qué no, y tus relaciones serás más maduras y recíprocas.
Saturno en Piscis en la casa 8
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de transformación, intimidad y legados. El principal obstáculo es la tendencia inicial evadir lo que sientes o a taparlo con inercias, por temor. Tal vez intuyas que reconocer ciertas emociones y hacerte cargo de lo que revelan conllevará asumir cambios sustanciales, con el consecuente desgaste de energía. No normalices lo que no te encaja. Busca un espacio seguro o terapéutico para explorar lo que sientes con honestidad y confianza. Con tiempo, transformarás tus circunstancias del modo que necesitas, y te sentirás más ligera, serena y consciente.
Saturno en Piscis en la casa 9
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de expansión, filosofía y creencias. El principal obstáculo es que algún desencanto contraiga y acartone tu mirada ante el mundo. ¿Perdiste tu fe en lo que te guiaba? Evita prejuzgar situaciones o emitir juicios contra la humanidad. No puedes forzar al mundo a seguir tu visión. Pero sí puedes abrirte a recibir lo que te enseña la realidad. ¿Hay relación entre lo que predicas y lo que haces? ¿Qué compromisos éticos e intelectuales asumirás? Con el tiempo suficiente, serás tu propia maestra y consolidarás un sentido de dirección más consistente.
Saturno en Piscis en la casa 10
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de carrera, metas e imagen pública. El principal reto es sostener con compromiso, regularidad y esfuerzo lo que ya has logrado. ¿Cómo se siente estar en tus zapatos? Tal vez sientas que el rol que te toca asumir supone un grado de responsabilidad presionante. ¿Te sientes a prueba, con el peso del mundo a tus espaldas? Aprovecha este período para consolidar tu posición, afianzar competencias y aportar algo constructivo a la sociedad. La experiencia hace a la maestra. Y, con tiempo, podrían llegar los logros y reconocimientos.
Saturno en Piscis en la casa 11
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de proyectos, ideales, grupos y amistades. El principal obstáculo es la inaccesibilidad de los espacios centrales donde se toman las decisiones. Tal vez sientas que tus esfuerzos quedan al margen, o que tus inquietudes son chispazos aislados que no importan tanto a las demás. Puede ser de utilidad ir al encuentro de personas afines con las que ensayar otras formas, sin esperar la aceptación o la aprobación general. Con el tiempo suficiente, el compromiso con tus principios y tu dedicación darán frutos, y será más fácil recibir atención o apoyos sustanciales.
Saturno en Piscis en la casa 12
Un desafío lleno de potencial toma forma en tu área de imaginación, espiritualidad y misterio. El principal reto es la tendencia a tratar de embotellar al océano y ponerle el tapón para que no moleste. Hacer la vista gorda ante lo que sientes o desacreditar lo que intuyes no te servirá. Si algo que fue básico para ti entra en un lento proceso de disolución, habrá que aceptar ese vacío y emprender la búsqueda de esas otras realidades que imaginas. Proponte gestar un estilo de vida que te permita entregarte a lo que te inspira. Con tiempo, atravesarás la niebla y conocerás mejor lo que abunda en ti.
10. El retorno de Saturno
El retorno de Saturno sucede cada tres décadas, cuando Saturno completa toda una vuelta a nuestra carta natal y regresa a la misma posición en la que estaba cuando nacimos. La primera vez que esto sucede es entre los 28 y los 30 años de edad.
Durante el retorno de Saturno confrontamos desafíos, limitaciones y circunstancias prácticas que requieren paciencia, compromiso y responsabilidad. No son situaciones necesariamente malas, pero sí pueden ser duras. Sobre todo si habíamos tenido expectativas infundadas, hinchadas o desubicadas de que todo transcurriera linealmente y con facilidad.
En los dos o tres años que dura el retorno de Saturno, nos hacemos mayores: ganamos humildad y madurez, nos deshacemos de actitudes narcisistas -es decir, abandonamos la imagen de lo que creíamos que debía ser nuestra vida-, dejamos de apoyarnos en estructuras ajenas, y asumimos que debemos centrarnos en algunas prioridades que reclaman foco, contribuyendo de algún modo a la sociedad.
Son años fundacionales de todo un período posterior, en los que definimos cuál es nuestro rol, qué metas son centrales en nuestra vida o cómo vamos a aprovechar el tiempo de forma constructiva.
Ahora no podemos esperar atajos ni soluciones mágicas, así que nos tocará desarrollar herramientas y capacidades propias. Lo más difícil es persistir esforzándonos cuando los resultados no están garantizados, con toda la confusión, las dudas y la incertidumbre que pueda suponer. También tendemos a juzgarnos más en este período.
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Puede ayudar plantear el éxito de lo que nos proponemos como un proceso, y no como un lugar de llegada. Y descansar de las exigencias de vez en cuando, porque en este momento la productividad fagocita otros escenarios de vida, con lo que podemos sentir que la vida se hace más austera. Es necesario buscar mecanismos de recompensa que nos motiven a seguir adelante, y reconocer los pequeños avances que hagamos como un gran logro.
Comprendiendo que, incluso si hacemos las cosas lo mejor posible, siempre jugaremos con las cartas que ofrecen las circunstancias. No son cartas infinitas, y no se reparten de forma justa ni igualitaria. Pero nos condicionan bastante.
En el retorno de Saturno debemos comprender la realidad por lo que es, no por lo que debería ser, evitar malgastar energías haciendo juicios o echando culpas fuera, ser prácticas y hacernos cargo de responsabilidades. Tocará invertir esfuerzo en lo que sea prioritario y beneficioso de cara al futuro.
Además, cada generación experimenta un desafío particular durante su retorno de Saturno. En esta ocasión, las personas que tienen a Saturno en Piscis tienen el desafío de atravesar la confusión y los vaivenes de Neptuno. ¿Cómo se construye una balsa en el río? ¿Cómo creo bases firmes que me sostengan en un mundo confuso y cambiante, o en un mundo en el que no tengo tanta fe, al que me encantaría transformar?
El primer retorno de Saturno
Si naciste entre el 29 de enero de 1994 y el 6 abril de 1996, tienes a Saturno en Piscis, y ahora vivirás tu primer retorno de Saturno. En este primer retorno, también conocido como la "graduación astrológica", tu relación con ciertas partes de tu carta experimenta una madurez extraordinaria.
Sobre todo, maduran tu Saturno natal y la casa de tu carta en la que está. También progresará y madurará tu zona Capricornio, y todos los planetas que tengas ahí. Sería de esperar un desarrollo en los planetas a los que tu Saturno natal hace aspectos. Y si tienes al Ascendente, al Sol o a la Luna en Capri, espera redescubrirte de forma fuerte en estos años: a medio plazo, te sentarán genial y te harán sentir mucho más segura.
Tengas la carta que tengas, toda la vida agradecerás lo que te enseñan estos años. Serán la base desde la que seguirás construyendo camino.
Si está comenzando tu primer retorno de Saturno, recuerda lo siguiente: las dificultades y las emociones pesadas, como la tristeza, la soledad, la autocrítica, el desánimo o la frustración son habituales, pero transitorias. Son especialmente fuertes en la primera mitad de tu retorno; de hecho, podríamos decir que es esta incomodidad inicial la que actúa como catalizadora de todo el proceso.
En algún punto de tu retorno (habitualmente entre los 28 y 29 años) descubrirás un tema central que define y sintetiza esta etapa. Una vez ubiques cuál es el reto que se te plantea, todo será más sencillo. Habitualmente, entre los 29 y 30 años se vive con mayor motivación y entereza, porque con algunos resultados a la vista, vemos que incluso si este período parece un puzle imposible, hay solución.
Segundo retorno de Saturno
Si naciste entre el 24 de marzo de 1964 y el 17 de septiembre de 1964, o entre el16 de diciembre de 1964 y el 3 de marzo de 1967, ahora vivirás tu segundo retorno de Saturno. ¿Cómo te llevas con la edad y con el paso del tiempo? En este momento, recordar las claves que dejó el primer retorno de Saturno puede ser una valiosa referencia.
Un ciclo de treinta años, marcado por ciertas responsabilidades y estilos de vida, llega a su fin. Ya cumpliste de sobra con muchos de los propósitos que te marcaste en el retorno de Saturno anterior, y ahora te preguntas dónde poner tu tiempo, tus recursos y tu experiencia durante las próximas décadas.
Ya toca construir un nuevo proyecto de vida que garantice la seguridad y la dignidad futura.
Lo bueno es que ya hiciste una vida, ya sabes cómo funciona la realidad, y no hay que cumplir tanto ni demostrar nada. Así que este retorno de Saturno es mucho más llevadero que el que viviste con anterioridad. Y puedes esperar asentar las bases de la nueva etapa mucho más libre de convencionalismos. Sin presionarte tanto a encajar en algún molde predefinido.
La clave para atravesar esta etapa es abrir la mente y el corazón, evitando la rigidez. Aquello que fue normal para ti experimenta un cierre. ¿Lograrás dejar de identificarte con el rol que has sostenido durante tanto tiempo? Ahora que hay espacio para replantear las cosas, ¿qué le pides a la vida? ¿Cómo vas a hacerlo?
Tercer retorno de Saturno
Las personas nacidas entre el 14 de febrero de 1935 y el 25 de abril de 1937, o entre el 18 de octubre de 1937 y el 13 de enero de 1938, vivirán su tercer retorno de Saturno. El rol que habíamos ocupado en la sociedad se modifica una vez más. En este momento empezamos a cerrar miedos, preocupaciones y propósitos del período anterior. Ya no tenemos tantas deudas pendientes con la vida, no tenemos tantas expectativas, y algo se relaja, lo que nos permite vivir con una gran honestidad.
Puede ser tiempo de homenajes, donde otras personas presentan sus respetos. Lo que se esperaba de nosotras, ya lo dimos. Y esto puede ser sereno, hasta cierto punto. Pero, en general, puede ser un tiempo marcado por la soledad, donde ya no nos sentimos tan partícipes de lo que antes nos importaba. La vida se desviste de accesorios y se simplifica, hacia la plena aceptación.
¿Hay responsabilidades que tenemos que entregar? ¿Vamos a permitirnos vencer la imagen que teníamos de nosotras mismas y aceptar que perdemos el control en ciertas cosas, y que necesitamos el apoyo de otras personas? ¿Qué resistencias emocionales emergen ante la evidencia de que ya no estamos en plenas facultades?
La experiencia hizo cristalizar alguna forma de sabiduría, y ahora nos damos tiempo para comprender. Años de vida destilan verdades desnudas, simples, que se pronuncian en dos segundos.
Aquí es donde vemos, definitivamente, cuál es el color que toma la vida cuando los mandatos cesan. Más allá de lo que logramos o dejamos de lograr, ¿qué quedó, qué nos llevamos de la vida, qué atesoramos dentro?
11. Otras preguntas y respuestas sobre Saturno en Piscis
¿Cuánta pupa hará?
Tengo Piscis interceptado
Todos los signos, estén o no interceptados, tienen una salida natural; una desembocadura que permite su expresión. Aunque cada caso es particular, cuando hay un tránsito en un signo interceptado, la interpretación es generalmente la misma que si no lo estuviera. Observa dónde tienes a Júpiter y a Neptuno en tu carta. Si tienes planetas natales en Piscis, observa qué casas rigen. Todo eso actuará como un canal que direccionará la expresión del tránsito hacia esas otras áreas.
Tengo a Saturno en Piscis, pero retrógrado. ¿Me afecta más por eso?
¡No! Casi la mitad de la población tiene a Saturno retrógrado, no es algo extraño ni distintivo dentro de una carta natal. Tal vez, si acaso, se active más la parte de la memoria y la integración de las emociones que vienen de historias pasadas. Pero decir eso es pintar mucho a brocha gorda. Para saber más habría que ver la carta en sí. En general, es igual si Saturno está retro o no.
¿Qué pasa con las cosas que estuvieron detenidas con Saturno en Acuario?
Sobre todo si tienes emplazamientos en Leo o Acuario, pero también en Tauro y Escorpio, es posible que algo respire con mucha más suavidad. Han sido años difíciles para los signos fijos, pero ahora parte del desafío se mueve a la zona de signos mutables. Y eso quita mucho peso. De un modo u otro, el trabajo puesto ahí los últimos años da algún resultado, y los procesos que estaban congelados o estancados se mueven y agilizan. Sin embargo, ahora llega poco a poco el tránsito de Plutón en Acuario. Pero es tan lento que por momentos casi vamos a olvidar que está ahí.
¿Qué pasa cuando Saturno en Piscis hace aspectos armónicos a mi Saturno en Tierra o Agua?
¡Buenas noticias! Saturno será amistoso con el progreso de tus propósitos y objetivos más importantes, favoreciendo tu seguridad y estabilidad.
Si tu Saturno natal está en Capricornio, estos años sentirás esperanzas renovadas de encauzar tus objetivos a buen puerto. Algo que te propusiste en tu propio retorno de Saturno despierta, y parece realizable. Si naciste en 1988, 1989 o 1990, además, tienes en tu carta natal una conjunción de Saturno y Neptuno, y estos años serán especialmente interesantes para ti, despertando procesos con los que fundarás propósitos que trascienden el interés personal.
Si tu Saturno natal está en Tauro, estos años empezarás a trabajar en el cierre natural de procesos que has tenido entre manos mucho tiempo, ajustando tus recuerdos y experiencias, y preparando el terreno para la llegada de tu segundo retorno de Saturno en 2028.
Si tu Saturno natal está en Cáncer o Escorpio, será el momento de disfrutar de algo que se estabiliza positivamente, o recibir reconocimientos y recompensas que confirman algunas de las cosas que has venido trabajando por años. ¡Tu esfuerzo florece! Si tu Saturno natal está en Cáncer, vienes de un período culminante, y te toca integrar lo que lograste para iniciar naturalmente un repliegue. Si tu Saturno natal está en Escorpio, te diriges a un período culminante, y la sensación ahora sería la de estar ultimando, con muchos esfuerzos, algo que está a punto de materializarse.
¿Qué pasa si mi Saturno natal está en Libra, Leo, Aries o Acuario?
En ese caso, Saturno en Piscis no hace aspectos importantes con tu Saturno natal, con lo que estos años podría haber un cierto acomodo a la forma de funcionar que estuviste implementando con anterioridad. Podría haber una sensación de que no es tanto el momento de avanzar, pero sí de sostener lo logrado. ¡Es el momento de sostener la plaza! ¿Cómo asumir continuidad evitando caer en sensaciones de estancamiento?
¿Qué relación tiene con la triple conjunción de 2020?
En 2020, Júpiter, Saturno y Plutón se unieron al final de Capricornio, en lo que vino a ser la traducción astrológica del contexto crítico que vivíamos entonces. Ahora que Saturno transita por Piscis hará un séxtil, un aspecto armónico, a esa zona. Además, en 2023 Saturno en Piscis hará un séxtil a Júpiter en Tauro, mientras Júpiter y Plutón forman una cuadratura también. Esto quiere decir que lo vivido en 2020 continúa siendo una referencia en la memoria colectiva. Pero ya iniciamos una fase de recuperación, en la que empezamos a ver algunas de las consecuencias positivas o esperanzadoras de lo que pasamos en aquel momento. Estamos en una fase de transición en la que aceptamos dejar atrás lo que quedó atrás. Ahora tocará buscar nuevas fuentes de esperanza e ilusión que nos reconcilien con el mundo, la humanidad y el destino. Algo bonito empieza a crecer. O, al menos, creeremos de nuevo en que puede crecer algo bello con la paciencia suficiente. Si miramos en qué casa de nuestra carta cae Piscis, esto puede hacer todo el sentido del mundo.
¿Qué pasa con la generación de Urano y Plutón en Virgo?
La mayoría de personas de esta generación vive ahora su segundo retorno de Saturno, y aplicaría lo que ya hablamos sobre eso. Pero, en general, con Saturno en oposición a esos planetas lentos de la carta natal, podría haber una sensación de final de tiempo, o incluso una sensación de desplazamiento generacional. Si el mundo presenta sorpresas o parece cambiar muy rápido, ahora podría parecer especialmente agotador pasar por el aro y hacer una actualización más. Tal vez muchas personas de esta generación renuncien a seguir el ritmo vertiginoso, y se decidan a cambiar su relación con el trabajo, el entorno, los hábitos... Una pequeña bomba de disconfort saltará en la zona Virgo, y a pesar de que haya reservas o miedos, o de que podamos sentirnos algo juzgadas o expuestas por ello, habrá voluntad de hacer cambios con los que fomentar condiciones más dignas. La indignación y la protesta son probables.
¿Algún patrón kármico de vidas pasadas o actuales?
Para quien crea en ello, podríamos decir que sí, Saturno en Piscis tiende a abrir un tiempo de memoria, misterios y cierres. Pero ante todo es un gran revelador de inercias y patrones evasivos. Y a veces la parte espiritual de este tránsito puede ser la táctica evasiva número uno. ¿Qué pasa si, para evitar hacerme cargo de una situación, justifico mi pasividad con un barniz de motivaciones trascendentes o sutiles? Nada: Saturno, cuanto más práctico, mejor. Evitemos enredarnos buscando causas, motivos o revelaciones profundas de lo que ocurre, porque eso puede confundirnos de forma colosal en este momento, o acentuar los altibajos tan propios de Piscis. Además, tratar de conectar todo el tiempo con asuntos espirituales o elevados puede resultar forzado y generar ansiedad. Es como chequear el email cada 5 minutos: nos funde. Si hay mensaje o aprendizaje, ya nos llegará.
¿Habrá un aumento del despertar?
En mi opinión, no hay motivo para pensar que dentro uno, tres o diez años la humanidad esté más evolucionada de lo que estaba hace cien o doscientos años. Ahí ya entramos en el marco de las creencias. A mi modo de ver, la historia humana está llena de avances y retrocesos, como la vida misma. Una semana podemos sentirnos muy despiertas intelectualmente, pero algo bajas de ánimo, y a la siguiente semana podemos sentirnos súper activas y motivadas, pero sin ganas de hilar ideas elaboradas. En realidad, siempre estamos atentas a algo, pero cuando atendemos a una cosa desatendemos alguna otra. Todo va girando, y en ningún momento somos más o somos menos. Todo tiene su momento. En la búsqueda de la conciencia, creo que no hay un trono final lleno de luz donde el viaje termine. Subimos y bajamos muchas veces. De forma tan orgánica como respirar.
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Muchas gracias por acompañarme hasta aquí, chichis!!! Si os apetece recibir el tránsito de Saturno en Piscis con un plan para trabajar las emociones, os propongo seguir un diario lunar que he creado para este año astrológico, y que podéis adquirir aquí abajo. 👇 Espero que este tránsito sea constructivo y positivo. Un abrazo!!!
Muy claro y preciso. Gracias por compartir con la comunidad.
ResponderEliminarGracias!!! Buenisimo!! 💞
ResponderEliminarY que pasa si en mi carta natal, tengo a saturno en piscis, casa 6? Muchas gracias
ResponderEliminarGracias!! Un excelente y claro análisis 👏👏👏
ResponderEliminarMuchas gracias infinitas por acá con Saturno próximo a mi ascendente y Venus ya lo siento, me asusta, me tambalea emocionalmente, me despierta sensaciones y emociones de rechazo antiguas ...en fin..ahí vamos...mil gracias
ResponderEliminarHola, soy Virgo en el periodo 2007-2009 me divorcié, fue una experiencia dura. En marzo 2023 cogí una baja otra experiencia... Tu artículo es una pasada, por lo minucioso y claro. Muchas gracias
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