Hola chichis!!! La noche del 20 al 21 de septiembre, horas antes del equinoccio, tendremos la última noche de Luna Llena de la estación. A partir de ahí, poco a poco, veremos a la naturaleza teñirse de color, en transición hacia un nuevo ciclo natural. Así que ¡feliz primavera / otoño!
Hablar con el "fantasma"
La Luna Llena se dará en el grado 28 de Piscis, en conjunción a Neptuno. Con todo ello, es un plenilunio muy acuático, muy emocional e intuitivo, que lleva a su culminación procesos y situaciones que eluden a la razón, y que sin embargo pueden removernos bastante interiormente.
Las noches de Luna Llena son noches iluminadas: esta luna alumbra todo lo que venimos percibiendo por el rabillo del ojo, sin llegar a ver.
Arroja luz a esa zona de neblina interior, en la que habitan incertidumbres, sensaciones imprecisas, sueños, ilusiones y fantasmas de lo que fue. En definitiva, es una lunación que nos mece mar adentro, que nos muestra el laberinto; que nos lleva a nuestro limbo personal de emociones pendientes y temas inconclusos. ¡Una forma de conocernos mejor! De no pasar por encima de lo que nos dicta nuestra voz interna.
Si habíamos sentido confusión acerca de alguna cosa, o si habíamos evadido hacernos cargo de algo que verdaderamente nos mueve por dentro, con esta lunación ya no podremos continuar haciendo la vista gorda. Confusiones, ambigüedades y evasiones pueden confrontar situaciones muy reales que nos llaman a la acción. A hacernos cargo. Aunque, como veremos ahora mismo, ¡tal vez eso se sienta difícil!
El ciclo interior
Una forma directa de comprender cómo nos afecta esta lunación es sopesar qué venimos sintiendo la semana previa, en la que hemos tenido al Sol en Virgo formando ya su oposición a Neptuno. ¿Hemos estado particularmente sensibles con algún tema? Si es así, esta Luna Llena viene a encender la luz en alguna verdad periférica que hasta el momento se hubiera desvanecido.
Otra forma de entender qué trae esta lunación a nivel personal es tratar de reconocer qué ciclo interior hemos estado desarrollando los últimos seis meses. Pero muy especialmente, qué comenzamos a sentir, anhelar o intuir la última Luna Nueva en Piscis, que sucedió el último 13 de marzo. En aquellas fechas, además, también se inició el ciclo Sol-Neptuno que ha estado culminando estos días.
Así que este es un momento muy intenso a nivel emocional, en el que la marea sube, y bajo la superficie del agua reconocemos la misteriosa vida del océano emocional.
Hablar de Piscis o de Neptuno sin recurrir a las metáforas o a la poesía es complicado, porque representan todo aquello que se escapa de las categorías y las formas, aquello que difícilmente podemos expresar en un lenguaje cotidiano, y que sin embargo experimentamos desde un lugar sutil.
Piscis y Neptuno nos invitan siempre a escuchar lo innombrable; a abrirnos a esa dimensión humana que va más allá de lo cotidiano, y que evade lo conocido para soñar lo trascendente.
Eso es lo que culmina de alguna forma en estos días. Piscis es un signo dual, y muchas veces se presenta en forma de experiencias que rebasan los límites. Es un signo confuso, en el sentido de que puede hacernos sentir miserables y endiosadas a la vez. Puede hacernos sentir dolor y gloria simultáneamente. Duda e inspiración. Soledad y conexión. Vamos a hablar de las potenciales expresiones negativas y positivas de esta lunación, para entenderla mejor. Pero teniendo en cuenta que podemos vivirlo todo junto, en un cóctel complejo.
El lado difícil de esta lunación
Los sueños se perfilan y vienen a visitarnos, con cara y ojos, para cobrar presencia. Y bajo la luz ideal de los sueños, la realidad puede mostrarse decepcionante en algún sentido. ¿Las grandes ilusiones o expectativas que teníamos hace seis meses confrontan hoy alguna realidad? ¿Cómo gestionar el idealismo, cómo soñar en el mundo de lo posible?
Esta atmósfera se presta a poner en duda el significado de lo que hacemos, sentir que nuestra motivación diaria se disuelve, o que estamos agotadas de alguna cosa y necesitamos una tregua de las funciones y responsabilidades, para conectar con algo sublime.
Si sentimos frustración, es posible que tendamos al victimismo o a la autocompasión.
Además, las dependencias que tengamos con otras personas pueden sentirse más densas. Y se evidencian también cuáles son nuestras vías de escape. ¿Qué hacemos para evadirnos? ¿Nos hace bien? Si queremos abandonar algún tipo de adicción, esta puede ser una prueba de fuego, que nos ayude a reconocer en qué punto estamos con eso.
Con todas estas emociones a flor de piel, es posible que nos sintamos, en definitiva, mucho más vulnerables, inseguras, incluso desamparadas o abandonadas en algún ámbito de la vida. Nuestras corazas se ablandan, y las emociones fluyen hacia fuera de forma más expresiva.
Podemos esperar reacciones emocionales fuertes, no solo de nuestra parte, sino también por parte de quienes nos rodean.
Además, con Neptuno retrógrado rigiendo a esta lunación, puede haber memorias, nostalgias y sentimientos de desarraigo. Los viejos recuerdos vuelven para hacer aflorar, incluso años después, su verdad emocional. Así que, en este momento, ¡podemos esperar mucho para digerir!
El lado bello de esta lunación
Hemos visto el lado oscuro del ying yang que es Piscis. Vamos a ver el lado brillante de esta Luna Llena. Como en todos los plenilunios, estos días podemos ver resueltas una serie de temáticas asociadas a su signo. En este sentido, esta lunación puede traer conciencia a situaciones previamente confusas o ambiguas, permitiéndonos tener claridad y comprensión.
Si venimos realizando un proceso terapéutico o introspectivo importante, esta puede ser una semana de hallazgos cruciales, en los que podemos cosechar los frutos de nuestro esfuerzo, reparando algo en nuestro interior, o recolocando sensaciones. También puede ser un momento de revelación de misterios y secretos.
De ahí que esta lunación pueda traer una depuración muy bienvenida en temas emocionales complejos, disolviendo nuestro apego o cerrando alguna experiencia que nos marcó. Además, si venimos arrastrando algún tema pendiente con alguien, es posible que, al menos interiormente, podamos experimentar una reconciliación, un hacer las paces.
Si habíamos estado transitando estrechos laberintos, ahora podremos disolver las murallas de la incertidumbre y soñar más allá.
El movimiento emocional puede señalar caminos de bienestar y significado que no habíamos vislumbrado hasta ahora. Estos días pueden perfilarse misiones personales, sueños e ideales que verdaderamente nos llenan e inspiran. Y si realizáis alguna tarea creativa, puede que estos días estéis frente a los resultados mismos de alguna cosa tremendamente excitante.
Temas concretos que mueve esta lunación
Estos días pueden culminar asuntos relacionados con: mar, océano, viajes, residencia en el extranjero, migración, idiomas, moda, audiovisuales, fotografía, música, raíces y ancestras, viejos temas familiares, gestación, empatía y solidaridad, altruismo y heroísmo, dependencias o sacrificios personales, culpabilidad, renuncias, exclusión y aislamiento, conexión, humanismo, ideales, meditación, espiritualidad... ¡Y muchas cosas más!
A nivel más anecdótico, incluso puede ser un momento excelente para cuidar nuestros pies, cambiar de zapatos o darnos un buen baño relajante. Este clima también favorece la recuperación de algo que había estado perdido.
Además, esta Luna Llena también se expresará de forma particularmente intensa en la casa de nuestra carta natal en la que caiga el grado 28 de Piscis. Buscad cuál es esa casa, porque tal vez culmine ahí alguna ilusión que habíamos atesorado, o alguna realidad que resulte un bálsamo.
Quienes tengáis planetas o cúspides al final o al comienzo de cualquier signo sentiréis más de cerca esta lunación.
Las personas con planetas al final de los signos mutables o al principio de los signos cardinales pueden sentirse bastante movilizadas a tomar la acción en cosas que hubieran estado más bien estancadas. Mientras que las personas que tengan mucha Tierra o mucha Agua en la carta natal sentirán su influjo de forma más fluida.
Conectando con la fuerza interna
Como siempre, con una Luna Llena en Piscis, podemos beneficiarnos mucho de tomar un tiempo para identificar cómo nos sentimos y qué necesitamos. Y de eso me gustaría hablaros ahora, precisamente. Cuando Piscis está muy activo, podemos sentirlo debilitante. Pero también Piscis es un reservorio de fuerza interior.
Al fin y al cabo, ¿cómo recuperamos fuerzas cada día? ¡Durmiendo! Algo sumamente pisciano. Dormir no es algo que hacemos para "evadir" el ajetreo diario. Dormir es garantía de vida. Si nos sentimos emocionalmente exhaustas ante alguna situación, o sumidas en un mar de dudas, esta Luna Llena puede traer herramientas para gestionarlo.
Si observamos cuáles son los cauces por los que reconectamos con nuestra fuerza interior en este momento, podemos descubrir un importante recurso de resiliencia y poder personal.
De hecho, no en vano, esta lunación se da en aspectos armónicos a Plutón en Capricornio.
Hay muchas cosas que nos empoderan: que nos recuerdan cuál es nuestro viaje, o que lo que hacemos tiene significado. Que nos sacan la enajenación de raíz y nos reconectan con nosotras mismas. A algunas personas les sirve meditar. A otras, cantar, darse un baño en el mar, volver a un lugar sagrado para nosotras, escuchar una canción importante en nuestra historia de vida, o charlar con alguna persona que nos inspira. Todas esas cosas son, de hecho, muy piscianas.
Cada persona sabe lo que le funciona mejor. Pero este es, en definitiva, un momento especial, que nos invita a encontrar cuál es ese ritual que está en nuestra mano hacer para sentirnos bien.
Cuál es esa experiencia simbólica que nos devuelve a nosotras mismas. En realidad, con todo lo que hemos hablado, esta Luna Llena nos trae eso: la magia de hacernos cargo de nuestro mundo interior, con herramientas que nos inspiran.
El clima astral que rodea a esta lunación
En este momento tenemos a Marte en Libra, precisamente en conjunción al Sol, y empezando a formar un trígono a Saturno en Acuario. Esto sugiere que estaremos mucho más permeables a seguir la voz de la prudencia o el consejo, actuando de forma paciente y respetuosa para estabilizar las cosas y hacer que avancen poco a poco.
Si tenemos algún conflicto emocional o afectivo, lo que nos dice este clima astral es que no tenemos que hacerlo solas. La empatía, el soporte y la ayuda pueden ser un gran sostén.
De hecho, Mercurio, también en Libra, forma un trígono a Júpiter y una cuadratura a Plutón. Y esto sugiere que las palabras y conversaciones de estos días tienden a romper secretismos y desconfianzas, invitando a charlar de forma integradora de todo aquello que resultara difícil pronunciar.
En este sentido, puede ser un momento muy transformador a nivel de ideas, propicio para investigar y experimentar ajustes en relaciones, colaboraciones y amistades. Nuestra visión es profunda, sin perder la panorámica. Aprovechemos esa claridad para aprender sobre lo que nos dicen los hechos. Para cambiar las formas si es necesario. ¿Cómo hablar de algo difícil de forma constructiva, para crecer?
Responsabilidad emocional
Por último, es interesante, y muy intensa, la relación de Venus con Saturno y Urano. Venus en Escorpio viene de hacer cuadratura exacta a Saturno los últimos días, y en el momento de esta Luna Llena ya está estrechando la oposición a Urano. Si venimos sintiendo inseguridad o frustración en alguna cosa, puede que ya estemos vislumbrando alguna solución liberadora, o que al menos estemos sintiendo algún impulso bien concreto para zanjar lo que nos pesa.
Lo más reseñable de esta configuración es que Saturno es el planeta que recibe más tensiones en esta T cuadrada, y al formar un trígono a Marte en Libra, canaliza toda esa tensión hacia propósitos y acciones bien claras.
Si habíamos sentido de forma visceral desconfianza, miedos, rencor, desgaste, pasión o rechazo, estos aspectos hacen énfasis en la responsabilidad emocional, social y afectiva.
Vienen a señalar que mis emociones no son órdenes. Que las emociones de quien tengo delante, tampoco. Vienen a marcar límites e iniciativas con las que tejer una red de apoyo, pero buscando el equilibrio y la justicia. Por ejemplo, esas situaciones en las que siempre es una de las partes la que ayuda pueden hacer explotar el saco de lo no dicho. ¡La dependencia y la ayuda invitan a ser reflexionadas!
Si sentimos que hay algo muy frágil en nuestra vida, y miramos a través de sus grietas, ¿qué vemos? ¿Qué podemos aprender?
¿Qué es lo que me motiva a ayudar o a pedir ayuda? ¿Qué impacto tiene el consejo o la ayuda en las personas? Cuando ayudo, ¿doy herramientas para que la persona salga por sí misma del bache y crezca en su capacidad de respuesta? ¿O genero inercias en las que la persona a la que ayudo desconfía de su capacidad para salir adelante por sí misma? Cuando ayudo, ¿respeto a quien tengo delante? ¿O se forman lazos marcados por la verticalidad?
Ayudar y aconsejar también pueden ser formas de control, o de asentar nuestra legitimidad o nuestra autoridad a costa de las inseguridades o necesidades ajenas. Marte y Saturno focalizando las tensiones hablan, en este contexto pisciano, de actuar con responsabilidad frente a las demás personas. De zanjar tanto sacrificios egoístas, como omisiones.
Pero también de zanjar situaciones desiguales, o de cambiar estructuralmente ciertas maneras en que venimos relacionándonos, que han sido las responsables que que ahora podamos sentir rencor, celos, envidia, inseguridad, y todas esas cosas difíciles de reconocer que está evidenciando Venus en Escorpio.
En definitiva, esta lunación nos pregunta qué podemos hacer para madurar todo eso que se nos mueve dentro.
Qué realidades podemos transformar para sentirnos mejor y ganar en autosuficiencia, aun entendiendo que somos seres sociales e interdependientes. Como veis, es una lunación muy psicológica, que corta con los subterfugios e invita a tomar medidas.
¡Espero que sea clarificadora para vosotras!
Un abrazo grande, chichis!!!
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