La Luna se exalta en Tauro, así que está muy cómoda ahí. Al fin y al cabo, la Luna representa qué necesitamos para sentirnos seguras y bien, y Tauro es justamente el signo que más sabe disfrutar de la vida con serenidad, cultivando siempre su sentido de seguridad interna.
La Luna en Tauro, necesita estabilidad y seguridad para sentirse cómoda, por lo que tiende a trabajar mucho para consolidar su economía, con vistas a establecer un sustento material firme. ¡El resto de cosas necesarias para vivir bien ya le salen de forma natural!
Así que, con el sustento necesario para desarrollar una forma de vida digna, la Luna en Tauro se dedicará a valorar la vida, y a honrarla permitiéndose vivir en el instante, disfrutar de la buena comida, de los estímulos sensoriales, y de sus cinco sentidos, habitando su cuerpo en armonía.
La Luna en Tauro es un océano de calma, porque elude conflictos emocionales a través de la coherencia con sus propios principios.
Además, satisface sus necesidades de una forma práctica, y no anhela más de lo que puede disfrutar de forma sencilla. El olor del campo, la temperatura perfecta, el tacto del aire, el sabor, el color... la Luna en Tauro tiene una relación sencilla con la vida que le da la sensación de estar colmada de cosas buenas. Siempre tiene cosas por las que sentirse agradecida, con un optimismo sereno y prudente que evita riesgos.
Es una Luna que busca el contacto con la naturaleza, y que cuida de su propio cuerpo con respeto, valorando su importancia. Es muy sensitiva y sensual: siempre está percibiendo con el cuerpo lo que la rodea, y sigue algo así como un sexto sentido, más bien físico, para saber cuándo moverse y dónde es mejor quedarse.
Es una Luna que también comunica mucho afecto a través del contacto físico, porque su estado anímico y sus emociones están íntimamente ligados, y querrá transformar lo que siente en algo palpable. Por eso es una Luna que acaricia, mima y abraza con el corazón por delante, de forma abierta y confiada.
Además, es una Luna que, como entiende esa conexión mágica entre el mundo interior y el mundo material, tiende a materializar lo que siente en forma de creaciones artísticas o plásticas, o bien en recetas contundentes u otro medio de expresión creativa. Hay una necesidad de expresar las emociones a través de la materialización. Por eso es una Luna tan sensible a las formas, al color y al arte.
La Luna en Tauro enraíza sus emociones a la tierra, de alguna forma, y obtiene de ella su solidez, su templanza y su fuerza. Reacciona con calma y templanza ante cualquier reto, y solo las amenazas directas a su estabilidad pueden sacarla de sus casillas.
En esas circunstancias en que la Luna en Tauro debe asumir el cambio rotundo de su orden de cosas, actuará con decisión para defenderse a sí misma o a quienes ama. Y si los cambios no son reversibles, se despedirá de lo que fue con respeto y se instalará en otro sitio, donde se pondrá a recrear de nuevo un paraíso personal.
Es una Luna fiel a lo que ya funciona, y no se aburre de estar siempre en compañía de las mismas personas, ni de comer a menudo su plato favorito: siempre apreciará lo bueno, sin que esa fascinación por lo que le gusta se gaste nunca.
La Luna en Tauro es lenta en sus reacciones, porque tiene mucha moderación y paciencia para sopesar los pros y contras de una situación. No obstante, también es una Luna sencilla, que no se complica con ambigüedades o indecisiones, por lo que cultivará todas las certezas que pueda para no tener que pensar las cosas de nuevo más adelante.
Por eso suele ser también una Luna muy directa y honesta, capaz de expresarse con la verdad por delante y sin rodeos. Porque hay algo así como una economización de energía, con la Luna en Tauro, que la invita a ser explícita.
La Luna en Tauro tiene fama de ser un tanto tozuda en sus costumbres y afectos, pero su decisión viene siempre de un largo rumiar previo. De alguna forma, la Luna en Tauro pasa mucho tiempo digiriendo las cosas, y es a partir de ahí que da forma a una decisión. Puesto que toma decisiones con tanto aplomo y tras paladear todos sus motivos, suelen ser decisiones inamovibles. Decisiones que siempre tienen un punto muy práctico y prudente, además.
La Luna en Tauro anhela establecer puntos fijos en la vida que le den seguridad y sentido de solidez, así que gestará a lo largo de su vida unas cuantas certezas que la orienten en la vida, y vínculos muy comprometidos y duraderos en los que priman el apoyo mutuo. La atmósfera íntima de la Luna en Tauro tiende a consolidarse en forma de apego a las personas que considera parte de su propio mundo.
Sus emociones son estables y duraderas, y son muy poco influenciables. Si bien respetan y tienen en consideración a las demás personas, son independientes. En sus vínculos, la Luna en Tauro es generosa y alienta el disfrute compartido. Un disfrute sereno y gozoso que busca activar los sentidos, y no se preocupa demasiado de lo que alguien dijo o hizo, sino de lo que transmite una persona cuando está en silencio.
De ahí que la Luna en Tauro detecte también, a través de lo más sencillo, en quién confiar y en quién no. Pero generalmente tiende a depositar su fe en la gente, porque es una Luna muy consciente del valor de cada ser vivo, y puede ver el lado más práctico y favorable de todo el mundo. Eso puede hacer que precisamente las personas se sientan valoradas, queridas y apoyadas en su presencia, buscando en su compañía un océano de paz.
La Luna en Tauro puede sentirse como una infancia en la que estuvieron colmadas de apoyo y afecto, de ahí que su sentido de autoconfianza y de valía personal es muy vívido, y tiende a crecer a lo largo de la vida, en forma de una autoestima saludable. La Luna en Tauro no necesita hacer, demostrar, pensar o destacar para ser amada: ya se sabe amada por ser como es, y se respeta a sí misma. Por eso se permite estar en paz, sin que las ansiedades de mirar a otros pastos más verdes la perturben.
Tiene una gran habilidad para aceptar la realidad tal y como es, y encontrar en ella un rinconcito propio en el que disfrutar de lo más hermoso de la vida. Saben que existe lo sombrío y lo oscuro, pero sencillamente, el cuerpo las lleva a la luz del Sol, y elige por ellas ir a aquello en lo que pueden ser más felices; ir hacia aquello que las nutre de lo que necesitan.
Es una Luna que tiende al sedentarismo, pero su propia conexión con su cuerpo es una fuente de bienestar que las puede guiar hacia una vida realmente saludable a nivel físico y emocional. Incluso sin proponérselo, pueden meditar y conectar con el instante presente con mucha facilidad, con una relación nutricia y práctica ante la vida.
A nivel más anecdótico, la casa de las personas con Luna en Tauro puede ser un lugar sencillo, hermoso y sereno, con espacios cómodos en los que sentarse a disfrutar, y en todo lo posible, un jardín o terracita con plantas, pajaritos y mascotas. La casa es un centro de bienestar, del que son grandes anfitrionas, con la despensa llena de provisiones y una ropa de estar por casa bien cómoda.
Excelente! Muchas gracias 🙏🏻
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