¡La Luna en Géminis es inquieta! Necesita mucho movimiento, implicarse en cosas nuevas y entrar en contacto con estímulos que aireen su mundo interior y lo ensanchen. Es una Luna que tiende a explorar todo lo que despierta su curiosidad, que es insaciable, y por eso mismo devorará saberes e información, y disfrutará de participar en un montón de anécdotas distintas.
Es una Luna que querría recorrer simultáneamente todos los caminos posibles, y por eso siempre tiende a involucrarse en pequeñas aventuras que la llevan a tener siempre algo entre manos. Además, es una Luna que no dudará en atravesar la ciudad para conocer una nueva tienda que abrió, o para visitar a alguien a quien conoció dos días atrás. Es una Luna que necesita espacios abiertos y empaparse de gente.
También es una Luna que necesita explorar el mundo de la palabra, y tiende a reaccionar con la comunicación por delante. Se sentirá en su salsa en atmósferas en las que pueda hablar, escuchar, opinar intercambiar de todo con las demás. Su necesidad por aprender de todas las personas y todos los puntos de vista la hacen también muy crítica y ávida para la lectura y el cuestionamiento de todo lo que parece definitivo.
La Luna en Géminis tiende a impacientarse ante la lentitud, porque es rápida en el flujo de ideas que maneja. También tiende a experimentar perplejidad o incomodidad con las atmósferas emocionales cerradas o demasiado íntimas, a las que pondrá distancia emocional, con una actitud un tanto evasiva ante los compromisos.
De hecho, esta Luna siempre tendrá un plan b, no solo porque le interesa siempre tener varias cosas en desarrollo simultáneamente, sino porque también necesita tener siempre a su disposición alternativas a las que huir si una opción o un compromiso se pone difícil o demasiado demandante.
Lo suyo es divertirse, entretenerse, gesticular y explayarse, y buscará fortalecer vínculos con las personas con las que pueda hacer todo eso: hermanas, primas, tías lejanas, amigas... es una Luna extraordinariamente extrovertida que siempre sabe iniciar y llevar una conversación hacia derroteros inagotables, que siempre beben de la anécdota amena y de la sensibilidad a los detalles.
Cuando las emociones pujan en su interior, o cuando se siente presionada, la Luna en Géminis tiende a racionalizar y verbalizar lo que le ocurre, buscando hablar de ello con las personas más cercanas. De alguna forma, es una Luna que confía en que airear las emociones hablando las aligera, porque pone aire de por medio y desdibuja su gravedad.
Sin embargo, también puede tender a la negación de las emociones densas, o a justificaciones que le dificulten tomar decisiones, o que alarguen mucho sus estados de incertidumbre. Eso sí, precisamente su habilidad para verbalizar emociones pueden hacer de ella una gran escritora, ya que es muy hábil para relatar lo que se cuece en su atmósfera.
La Luna en Géminis pudo sentirse como una infancia llena de iguales, en la que ella fue una más, así que su sentido de pertenencia es a un grupo mucho más amplio que el de la familia, y nunca reacciona pensando que es mejor que nadie o que merece más. Lo suyo es la hermandad en los vínculos, y tiene un estilo muy igualitario e inclusivo que puede ayudar a muchas personas a sentirse parte, o a sentirse escuchadas y tenidas en cuenta.
La atmósfera emocional de esta Luna es juvenil durante toda la vida, divertida, inestable y hambrienta de novedad. Es una Luna que desconfía de lo sólido y no se preocupa en demasía de estrategias o "deberías".
Es una Luna que necesita libertad, diversidad, apertura y movimiento. El inmovilismo o el tedio pueden matarla por dentro, y la paz no es algo a lo que aspire, porque le puede parecer muy aburrida.
El reto de esta Luna es manejar la ansiedad, porque sus emociones fluctúan sobre todo en un plano intelectual que puede sobrecargarlas. Además, sus ideas también afectan a sus emociones, y viceversa. Tiende de forma inercial a refugiarse en palabras, con una sensación de que si una emoción no se habla no existe. Puede tener una actitud de negación hacia ciertas emociones o hacia las cosas que no se hablan de una relación.
Por eso mismo, la Luna en Géminis ayuda a las demás personas a quitarle leña al asunto, y cuida a las demás prestando oídos y charlando sobre lo que les ocurre, cuestionando sus puntos de vista y ayudando a que las demás vean con otra perspectiva lo que les pasa.
Además, las Lunas en Géminis son grandes maestras, muy hábiles para enseñar desde un clima amable y divertido, o para enseñar desde el juego. Tienen un don para las niñas y niños, e incluso para adolescentes. Es una Luna que nutre la mente de las demás ofreciendo referencias, lecturas, e información.
A un nivel más anecdótico, la casa de las personas con Luna en Géminis puede ser un lugar sorprendente, un laberinto de libros, películas, figuritas y cosas cargadas de anécdotas, muy similares a juguetes, donde compartir tiempo con personas afines y pasarlo entretenido.
Las personas con Luna en Géminis disfrutarán sobre todo de compartir su casa con otras personas, y aunque pueden sentirse en su casa en muchos lugares diferentes, porque no tienen ese apego con sus raíces, su casa puede actuar como un epicentro de operaciones desde el que proyectan sus pequeñas aventuras ahí fuera. Puede haber tendencia a las mudanzas, o a tener en la despensa cosas que aparentemente no combinan, y luego... voilá! Plátano con queso y pica pica.
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