Y tú, ¿qué pesadilla tienes encima, que no te deja respirar?
Hola chichis!!! Este tema tiene chicha. Venus en Escorpio, tradicionalmente, se ha considerado una posición poco "auspiciosa": según la astrología tradicional, se encuentra en exilio. Si queréis entender más esto del "exilio", podéis revisar si queréis este artículo sobre las dignidades planetarias.
Como todos los planetas en los diferentes signos, Venus en Escorpio se expresa a muchos niveles, y algunos son siniestrillos, no os voy a engañar. Pero desde una perspectiva feminista es una posición muy interesante.
Como os decía el otro día, Venus es un planeta que suele entenderse de forma superficial, leyéndose solo en relación al amor, la belleza, la amabilidad, y todo lo que en esta vida se ha considerado azucarado y "femenino". Qué palabreja, eso de "femenino". Pero si lo leemos a un nivel profundo, Venus es un arquetipo gestado en la cuna de la civilización que habla de energía femenina y del origen de la vida. No es un planeta nada ligero.
Venus en Escorpio, por tanto, es una oportunidad para poner en relación la fuerza y la dignidad de las mujeres con la transformación profunda del imaginario colectivo, con el empoderamiento, y la tranformación de los roles de género con los que nos han encorsetado durante tantos siglos.
Esta semana de octubre, Venus en Escorpio va a hacer oposición a Urano en Tauro: Urano en Tauro es un tránsito de siete años que, como os he contado ya, va a resultar muy liberador desde un punto de vista feminista, porque revoluciona lo establecido en relación a las mujeres y a la ecología, por ejemplo.
Por eso, desde el ingreso de Urano en Tauro en 2018 hemos visto que el ecologismo y el feminismo han cogido más fuerza, hasta el punto de que ya no podemos imaginar un futuro que los ignore.
Venus en Escorpio nos pone delante temas cruciales para seguir avanzando, sacando a la luz cuestiones que se suelen tratar con hipocresía, para tratarlas con honestidad y deseo de cambio. Es una sacudida a las relaciones de poder, tan propias de Escorpio. Los juegos de dominación, sumisión y opresión se hacen evidentes y piden una respuesta por nuestra parte.
Por ejemplo, Venus en Escorpio puede expresarse en forma de relaciones obsesivas, celosas, posesivas, o que consideran a las mujeres un bien de intercambio, que acaban destruyendo a la mujer: la prostitución, la trata de blancas, la gestación subrogada, los abusos sexuales, la cosificación de la mujer, la violencia machista o el feminicidio. Todos ellos asuntos estructurales del sistema en el que vivimos, que amenazan directamente nuestra vida y nuestra dignidad. Todo ello muy escorpiano.
Pero este tránsito también puede ayudar a que las mujeres comprendamos mejor nuestra situación personal, y el significado social que tienen nuestros conflictos "privados". Puede ayudarnos a hablar de lo que nos oprime, y a buscar ayuda.
Puede movernos a salir de una situación "gusano" para hacerla "mariposa". Puede empoderarnos mucho. Y, especialmente en relación con Urano en Tauro, puede liberarnos.
Por otro lado, Venus en el signo de los recursos compartidos puede ayudarnos a abordar todo tipo de dependencia económica, y mostrar el verdadero efecto de depender de los recursos de otras personas.
Estadísticamente, las mujeres sufrimos una depresión laboral cuando tenemos bebés, por ejemplo. Y aunque eso de ser ama de casa ya ha pasado de moda, muchas se ven forzadas a aceptar soporte económico de la pareja. Venus en el signo de las relaciones formales hace de las relaciones de pareja un "contrato" en el que se intercambian bienes y servicios. ¿Qué damos a cambio cuando nos vemos obligadas a recibir ayuda económica de nuestra pareja?
¿Sabías que las perspectivas de lograr un puesto laboral de calidad siguen siendo mucho mejores para los hombres? ¡Y no es porque nosotras estemos peor formadas! Estadísticamente, la mayoría de tituladas somos mujeres, y nuestra nota media suele ser mayor que la de los hombres. Cuando las mujeres llegamos a una posición de visibilidad o poder, solemos hacerlo sobrecualificadas.
Es siniestro, ¿no? Hasta que no logremos la igualdad salarial, la paridad en puestos laborales, o una mejor conciliación familiar, todos estos temas van a darnos más de un dolor de cabeza.
Por otro lado, Venus como regente de la belleza tampoco me parece en exilio en el signo de Escorpio. De hecho, es una posición muy creativa y honesta, que nos permite expresar a través de la estética nuestra autenticidad.
A nivel artístico, por ejemplo, todo el movimiento romántico, que se recreaba en las pasiones de cada persona y en la sublimación de la vida a través de la muerte está empapado de esta energía Venus-Escorpio. Y aún admiramos mucho sus obras.
Así que, en conclusión, no creo que Venus en Escorpio esté en una posición mala, en absoluto. Es una posición muy interesante para quitarnos la máscara y afrontar todos nuestros conflictos sin miedo a la verdad.
Cualquier cosa que te esté pasando ahora a nivel personal, nos resuena a todas, créeme. Y no estás sola. ¿Cambiamos esas relaciones de poder?
Un abrazo chichis!!!
Por cierto, si tenéis un ratito y queréis explorar cómo entendían las relaciones Venus-Escorpio las primeras astrólogas, os propongo la lectura de este poema feminista de hace 4.000 años. 😉
Hola chichis!!! Este tema tiene chicha. Venus en Escorpio, tradicionalmente, se ha considerado una posición poco "auspiciosa": según la astrología tradicional, se encuentra en exilio. Si queréis entender más esto del "exilio", podéis revisar si queréis este artículo sobre las dignidades planetarias.
Como todos los planetas en los diferentes signos, Venus en Escorpio se expresa a muchos niveles, y algunos son siniestrillos, no os voy a engañar. Pero desde una perspectiva feminista es una posición muy interesante.
Como os decía el otro día, Venus es un planeta que suele entenderse de forma superficial, leyéndose solo en relación al amor, la belleza, la amabilidad, y todo lo que en esta vida se ha considerado azucarado y "femenino". Qué palabreja, eso de "femenino". Pero si lo leemos a un nivel profundo, Venus es un arquetipo gestado en la cuna de la civilización que habla de energía femenina y del origen de la vida. No es un planeta nada ligero.
Venus en Escorpio, por tanto, es una oportunidad para poner en relación la fuerza y la dignidad de las mujeres con la transformación profunda del imaginario colectivo, con el empoderamiento, y la tranformación de los roles de género con los que nos han encorsetado durante tantos siglos.
Esta semana de octubre, Venus en Escorpio va a hacer oposición a Urano en Tauro: Urano en Tauro es un tránsito de siete años que, como os he contado ya, va a resultar muy liberador desde un punto de vista feminista, porque revoluciona lo establecido en relación a las mujeres y a la ecología, por ejemplo.
Por eso, desde el ingreso de Urano en Tauro en 2018 hemos visto que el ecologismo y el feminismo han cogido más fuerza, hasta el punto de que ya no podemos imaginar un futuro que los ignore.
Venus en Escorpio nos pone delante temas cruciales para seguir avanzando, sacando a la luz cuestiones que se suelen tratar con hipocresía, para tratarlas con honestidad y deseo de cambio. Es una sacudida a las relaciones de poder, tan propias de Escorpio. Los juegos de dominación, sumisión y opresión se hacen evidentes y piden una respuesta por nuestra parte.
Por ejemplo, Venus en Escorpio puede expresarse en forma de relaciones obsesivas, celosas, posesivas, o que consideran a las mujeres un bien de intercambio, que acaban destruyendo a la mujer: la prostitución, la trata de blancas, la gestación subrogada, los abusos sexuales, la cosificación de la mujer, la violencia machista o el feminicidio. Todos ellos asuntos estructurales del sistema en el que vivimos, que amenazan directamente nuestra vida y nuestra dignidad. Todo ello muy escorpiano.
Pero este tránsito también puede ayudar a que las mujeres comprendamos mejor nuestra situación personal, y el significado social que tienen nuestros conflictos "privados". Puede ayudarnos a hablar de lo que nos oprime, y a buscar ayuda.
Puede movernos a salir de una situación "gusano" para hacerla "mariposa". Puede empoderarnos mucho. Y, especialmente en relación con Urano en Tauro, puede liberarnos.
Por otro lado, Venus en el signo de los recursos compartidos puede ayudarnos a abordar todo tipo de dependencia económica, y mostrar el verdadero efecto de depender de los recursos de otras personas.
Estadísticamente, las mujeres sufrimos una depresión laboral cuando tenemos bebés, por ejemplo. Y aunque eso de ser ama de casa ya ha pasado de moda, muchas se ven forzadas a aceptar soporte económico de la pareja. Venus en el signo de las relaciones formales hace de las relaciones de pareja un "contrato" en el que se intercambian bienes y servicios. ¿Qué damos a cambio cuando nos vemos obligadas a recibir ayuda económica de nuestra pareja?
¿Sabías que las perspectivas de lograr un puesto laboral de calidad siguen siendo mucho mejores para los hombres? ¡Y no es porque nosotras estemos peor formadas! Estadísticamente, la mayoría de tituladas somos mujeres, y nuestra nota media suele ser mayor que la de los hombres. Cuando las mujeres llegamos a una posición de visibilidad o poder, solemos hacerlo sobrecualificadas.
Es siniestro, ¿no? Hasta que no logremos la igualdad salarial, la paridad en puestos laborales, o una mejor conciliación familiar, todos estos temas van a darnos más de un dolor de cabeza.
Por otro lado, Venus como regente de la belleza tampoco me parece en exilio en el signo de Escorpio. De hecho, es una posición muy creativa y honesta, que nos permite expresar a través de la estética nuestra autenticidad.
A nivel artístico, por ejemplo, todo el movimiento romántico, que se recreaba en las pasiones de cada persona y en la sublimación de la vida a través de la muerte está empapado de esta energía Venus-Escorpio. Y aún admiramos mucho sus obras.
Así que, en conclusión, no creo que Venus en Escorpio esté en una posición mala, en absoluto. Es una posición muy interesante para quitarnos la máscara y afrontar todos nuestros conflictos sin miedo a la verdad.
Cualquier cosa que te esté pasando ahora a nivel personal, nos resuena a todas, créeme. Y no estás sola. ¿Cambiamos esas relaciones de poder?
Un abrazo chichis!!!
Por cierto, si tenéis un ratito y queréis explorar cómo entendían las relaciones Venus-Escorpio las primeras astrólogas, os propongo la lectura de este poema feminista de hace 4.000 años. 😉
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