Hola chichis!!! Sé que está repetido hasta el cansancio: el cuerpo. Pero tu cuerpo, ¿qué? Quédice quéquiere quépide, cuál es su queja, qué hambre tiene, tiene hambre de qué.
El cuerpo no es un templo sagrado, no es un bastión de sabiduría, no es un ideal instagramable con el que hacer virguerías descalza.
El cuerpo si acaso es el testimonio de dolores y placeres lejanos, es la memoria de las cicatrices, de los espejos, de los años, de lo que comimos, de lo que abrazamos.
Y presente. Es presente.
El cuerpo es lo más punk que hay. Puede que lo forcemos a meterse en unos zapatos, a caminar como debe ser, a medirse a disciplinarse a verse privado de sueño alimento besos siesta cada vez que el yo social impone su conveniencia llena de pautas.
Pero cuando no puede más, colapsa. Su verdad inequívoca aflora siempre. Su síncope manifiesta la queja. El cuerpo no obedece por mucho tiempo. Se revela. Se opone.
Su razón es la de la vida. Y cualquier otra justificación se le atraganta.
El 5 de noviembre la Luna se llena en el 13° de Tauro, dando culminación a un proceso que iniciamos seis meses atrás, el 27 de abril. Va a ser una superluna: se verá grande, brillante, tersa.
Aunque la Luna se ilumina sin aspectos, se da en una semana particular, a solo tres días de que Urano regrese a Tauro (donde se quedará por última vez entre el 8Nov y el 26 Abr). Ahora veremos cómo ha venido cambiando nuestra zona Tauro desde 2018, y abriremos un último umbral de inestabilidades, reformas y hallazgos ahí.
Curiosamente, Urano hará este cambio de signo con Marte y Mercurio enfrente, cuando este último se dispone a entrar retro. Podríamos pensar en un ritmo errático y acelerado, confuso, lleno de ruido... Sobre el que la Luna arroja conciencia de necesidades innegociables. Muy loco todo, pero lo simple y lo tangible sigue siendo certeza, lugar de retorno.
Venus, el planeta regente de esta Luna, está al final de Libra, su propio signo, haciendo cuadraturas a Plutón y a Júpiter. De acuerdo, la torre puede romperse, su corona precaria puede caer con el impacto del rayo, pero ¿cuál es mi centro de equilibrio?
Recordemos que Tauro nos habla de dignidad, calidad de vida, acceso a lo necesario para sostener la vida. Habla de dinero y recursos, abastecimiento y alimento, plasticidad y placeres, serenidad y apreciación de todo lo bueno y amable en su forma más simple.
Entonces, en un mundo donde todo el mundo siente que no llega, ¿qué centro te pide retorno? Tu cuerpo -sí, aunque esté muy dicho...- tu cuerpo, ¿qué opina de tus planes, tus ambiciones, tus sacrificios, tus esfuerzos? ¿Qué opina tu cuerpo sobre todo eso tan importante, sobre todo eso que siempre viene primero, antes de comer, dormir, descansar?
Esta Luna Llena te dice que mandes al cuerno todo lo prescindible. Que lo más valioso es ahora, ya está aquí.
Feliz Luna Llena en Tauro!
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