Hola chichis!!! ¿Quién se siente radiante, segura, hermosa, creativa, encantada de conocerse a sí misma? 😂 El 5 de febrero la Luna se llenará en el grado 16 de Leo, llevando a su culminación un proceso de seis meses que iniciamos el pasado 28 de julio.
¿Recordáis en qué estabais por esas fechas? Todos los plenilunios nos remiten a necesidades emocionales e intenciones que sentíamos seis meses atrás. Pero tal vez en esta ocasión sea más revelador, si cabe, hacer un poco de retrospectiva.
Primeros frutos de una revolución personal
Lo que esta Luna Llena lleva a su madurez es, nada más y nada menos, que lo que sembró en nuestra vida la unión exacta de Marte, Urano y el Nodo Norte a finales de julio y principios de agosto de 2022.
En aquel momento Marte, Urano y el Nodo Norte se unieron en el grado 18 de Tauro, despertando fuertes deseos de libertad, autonomía y renovación.
Pudo haber, en aquel entonces, circunstancias que dieran un giro a nuestra perspectiva en alguna situación, e incluso un punto de inflexión en nuestros valores, a partir del cual hayamos empezado a gestionar de otro modo nuestros recursos (materiales e inmateriales), nuestros talentos y nuestros proyectos a futuro.
Además, tal vez en aquel entonces saliéramos al encuentro de nuevos experimentos, o diéramos con sorpresivas fuentes de información que conflictuaran puntos de vista previos. Y, si estábamos en una situación incierta, seguramente fuimos a la búsqueda de nuevas respuestas. ¿Será que, después de todo, las tensiones de aquellos días nos abocaron a hacer algo importante por nuestra estabilidad a futuro y nuestra realización personal, o a renovar de algún modo nuestra autoestima?
Sea como fuere, lo que desencadenó la triple conjunción de Marte, Urano y el Nodo Norte a finales de julio y principios de agosto puede haber tenido múltiples ramificaciones. Tal vez algo que dio la vuelta a nuestras expectativas abrió nuestra mirada, después de todo, a encrucijadas y cuestionamientos tan diversos como fértiles.
La segunda parte de algo que nos cambió
Esta Luna que refleja e irradia en su totalidad la luz radiante del Sol trae a nuestra conciencia un importante mensaje sobre cómo hemos cambiado estos últimos meses: cómo cambió el lugar desde el que nos valoramos y queremos. Y cómo se desplazó de lugar, también, lo que consideramos esencial. Ya no apreciamos del mismo modo las mismas cosas, simplemente.
Esta Luna Llena en el grado 16 hace cuadratura prácticamente exacta a Urano, cuando este ya se encuentra liberado del freno restrictivo de Saturno, que ya, en solo un mes, cambiará de signo. Así que no solo nos remite a lo que supuso la conjunción de Marte, Urano y el Nodo Norte seis meses atrás. Hay algo más.
Activa, por cuadratura y de forma exacta, el grado del último eclipse que tuvimos en noviembre.
Este eclipse de Luna que tuvo lugar el pasado 8 de noviembre en el grado 16 de Tauro fue uno de los eclipses más intensos de los últimos años. Es usual que los eclipses tarden un tiempo, sin embargo, en expresar en su totalidad sus efectos. Y cuando algún evento astrológico toca el punto de un eclipse reciente, es como si estuviera apretando el botón rojo.
Eso quiere decir que, si en el momento de ese eclipse se dieron circunstancias que nos marcaron, en este momento podría haber una actualización de esa historia, ya sea porque algo se integra a nivel emocional, o porque llega nueva información que dinamiza esos asuntos.
También cabe la posibilidad de que nosotras mismas seamos ese botón rojo.
Es decir, de que nosotras mismas tomemos alguna decisión que dé un giro radical a las cosas; tal vez, una decisión que llevábamos bastante tiempo deseando tomar. En otras palabras, este es tiempo de valientes. Y si estamos convencidas de que es preciso tomar riesgos para cambiar sustancialmente alguna situación, hay bastantes papeletas de que sintamos que el momento es ahora.
Si, por otro lado, en el eclipse del 8 de noviembre no se nos movió nada importante, ahora podríamos descubrir algo que entonces no habíamos visto. Podrían revelarse memorias de viejas tormentas, cuando suenan los primeros truenos en el presente.
Se ilumina algo extraordinario
La relación de las luminarias y Urano, que domina el clima astral de esta lunación, no es algo a tomar a la ligera. Porque los signos fijos han desarrollado una larga historia estos últimos años, y esta lunación podría sentirse como un broche de oro a una larga búsqueda.
Sorpresas, imprevistos, proyectos que se actualizan, amistades que regresan o toman distancia, ocurrencias lúcidas, locuras geniales que no sabemos ni de dónde vienen... Flashes de verdades que se encienden como un fogonazo, al márgen de lo que estábamos mirando. Y, por supuesto, tensión, rebeldía e inestabilidad. Nada común ni vulgar con estos aspectos de la Luna y el Sol a Urano.
Hay que tener en cuenta que Leo es un signo solar, relacionado con la autoimagen, el sentido de identidad, las ganas de vivir y el brillo de las experiencias. Es, también, el canal por el que expresamos al mundo quién somos, y qué significa la vida desde nuestra experiencia única y diferenciada.
Cada cual protagoniza su historia, y esa historia se muestra, de expresa y se hace visible a través del arquetipo leonino.
Con esta lunación uranizada en Leo, algo de nosotras es ya distinto en comparación a lo que era hace seis meses. Y esto puede tener muchas escalas. Desde un cambio radical de apariencia o de look, otras preferencias al vestir u otro corte de pelo, hasta el desarrollo de una nueva marca personal en redes sociales o entornos digitales.
Desde una disposición más lúdica, inocente e infantil, con la que nos permitimos más jugar y disfrutar de hobbies en nuestro tiempo de ocio, hasta la revalorización de lo que hacíamos por simple disfrute, haciendo de ello una vocación central en nuestros proyectos a futuro.
El arte que nos seduce
Es posible, también, que ahora valoremos mucho más el tiempo de ocio y todo lo bueno que nos ofrece al dar luz a nuestra vida. Y, en particular, la creatividad puede estar en uno de sus mejores momentos.
De por sí, la Luna Llena siempre alienta la expresión de nuestro imaginario, porque, al reflejar la luz el Sol, saca lo que sentimos y necesitamos a plena luz. Pero cuando la Luna se ilumina en Leo, el signo del Sol, esto se nota más, si cabe.
¿Habéis notado si a vuestro alrededor la gente se muestra más vital, más cerca de sí misma? Por ejemplo, este fin de semana algunas amistades cancelaron el plan que teníamos para irse a bailar. Las justificaciones no fueron necesarias. Bailar, divertirse, pasarlo bien, es un motivo legítimo para postergar lo que sea.
¡El ocio y la creatividad recuperan su corona!
Por otro lado, otra amiga me cuenta que se queda en casa todo el finde porque acaba de tener una idea genial para elaborar un vestido. Una familiar me dice que está perfeccionando una súper receta hiperelaborada. Yo misma estoy dibujando y tocando la guitarra muchísimo, y la verdad, me apetece mucho embeberme en actividades creativas.
Cada persona encauza su creatividad natural hacia donde inclinan sus preferencias y su disfrute. Y, si hay alguien aún que no sepa qué le gusta, o dónde está su rasgo creativo, este es un momento excepcional para descubrirlo. Porque esta lunación alumbra talentos, nuevas formas de disfrute y, por supuesto, pasiones.
La gente brilla
Hay algo en la atmósfera de esta Luna Llena que se siente particularmente vibrante. Una fascinación; un aprovechamiento luminoso de la vida. Un carpe diem que se revela contra la modestia y la prudencia. Estos días, no tenemos miedo a mostrar qué nos hace sentir vivas, alegres y orgullosas.
Esta lunación nos recuerda de qué forma estamos encantadas de conocernos a nosotras mismas. ¡Es el yo que se hace justicia!
Siempre se dice que el talón de Aquiles de Leo es su sensibilidad al aplauso o a la ausencia de él. Que en el universo Leo, no hay nada más doloroso que pasar sin pena ni gloria, o sin ser tenida en cuenta. Creo que Urano tan presente compensa esa tendencia de forma muy especial, porque precisamente estaremos mucho más independientes, y nos importará poco si nos adecuamos al gusto de las demás. Sostendremos nuestro brillo por nosotras mismas.
En este clima radiante, de disfrute, placer y expresividad, la gente brilla, más atrevida. Y estoy segura de que la coquetería y la seducción se abren a lo nuevo con mucha más facilidad estos días. De hecho, en este clima astral tendemos a enamorarnos de todo lo que muestra algún rasgo especial: actividades, entornos, situaciones, personas, ideas.
Son días en que nos sorprende el corazón vital de esta rueda de colores que gira rapidísimo. Y, encandiladas por la saturación de carácter que muestran todas las cosas, damos vueltas, alegres, buscando cuál es nuestro color favorito dentro de todo ese universo libre y chillón.
¿Cómo toca esta lunación a tu carta natal?
El área de tu carta donde caiga el grado 16 de Leo, y, por extensión, el grado 16 de cada uno de los signos fijos, es una zona en la que te podrías sentir particularmente vivaz. Es un área de experiencia donde algo muy propio de tu carácter se destila y concentra, como si le subiéramos la saturación de colores. Es una zona donde puedes estar poniendo mucho de ti, y donde ahora podrías reconocer algún rasgo que te diferencia y te distingue.
Es, también, una zona de gran creatividad, donde querrás darte la libertad de hacer las cosas diferente para mantener la excitación bien alta.
En general, esta es una lunación divertida, apasionada y disfrutona. Déjate llevar por lo que te dice el latido de las cosas. Cualquier detalle puede ser el comienzo de una aventura creativa.
Feliz Luna Llena!
Un abrazo grande, chichis!!!
Comentarios
Publicar un comentario