Hola chichis!!! He titulado a este post enlightment, pero no os asustéis, que no voy a plantearlo como una guía para llegar a ser una iluminada. Sencillamente, Júpiter y Urano son los planetas de la luz. Y ahora que se aspectan mutuamente, traen cambios de perspectiva que marcarán un antes y un después. Algo se abre, guiándonos hacia la solución de algún desafío al que llevamos dando vueltas mucho tiempo.
Siempre que los planetas lentos hacen contactos entre sí, es todo un evento que nos ayuda a comprender y desarrollar procesos de largo alcance, y en esta ocasión tenemos a Júpiter en Piscis haciendo un séxtil a Urano en Tauro, en el grado 11 de sus respectivos signos.
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Este séxtil será exacto el 18 de febrero, coincidiendo con la entrada el Sol en Piscis, que incrementará su fuerza. Pero, más allá de lo que podamos vivir ese día, este es uno de los aspectos clave del año, y creo que por sus características va a ser muy bienvenido.
El ciclo de Júpiter y Urano
Como tal vez sabéis, Júpiter y Urano dibujan, juntos, un ciclo de 13 años aproximadamente, que es el tiempo que pasa entre conjunción y conjunción.
El ciclo en el que nos encontramos ahora comenzó cuando ambos planetas se unieron por última vez en conjunción, lo que sucedió en 2010 y 2011, cuando se juntaron tres veces consecutivas entre Piscis y Aries, donde termina y renace el mandala astral.
Desde 2011, cada vez que estos planetas han hecho aspectos, hemos desarrollado los temas importantes de este ciclo, que terminará en 2024, cuando se junten de nuevo en los últimos grados de Tauro.
Por tanto, cualquier aspecto de Júpiter y Urano tiene una resonancia con los aspectos que hicieron antes, y tendrá repercusiones hasta 2024.
Integrar el pasado
¿Os ha pasado alguna vez que al recordar vuestro pasado os sorprendéis de cómo pudisteis vivir ciertas cosas de determinada manera? El tiempo nos cambia, y nos hace aprender. Cambia cómo leemos la realidad que nos rodea, y la que querríamos crear cuando pensamos a futuro. El tiempo hace madurar nuestros ideales y da cuerpo a nuestros principios. ¿Qué aprendimos de eso desde 2010?
Ahora que nos estamos acercando al final del ciclo de Júpiter y Urano, y ambos planetas dibujan su último aspecto mayor antes de pasar a la siguiente etapa.
Este es un tiempo de comprensión e integración, que favorece que ganemos perspectiva.
Para que nos entendamos, Júpiter y Urano tienen ahora el mismo tipo de relación que la Luna y el Sol en los días previos a la Luna Nueva: los días en los que decimos que la Luna está Balsámica, invitándonos a ponderar lo vivido durante todo el ciclo lunar, para procesar internamente, integrar lo que sentimos y recuperar energías.
En la Luna Balsámica, que es cuando la Luna y el Sol dibujan un séxtil decreciente, recibimos y abrazamos lo que tenemos dentro, para cuidarnos y aplicar los bálsamos necesarios. Es la etapa del ciclo en la que miramos atrás para digerir, aprender, y prepararnos para el nuevo proceso que se prepara.
Resignificar lo que nos hizo cambiar de rumbo
Al tratarse de Júpiter y Urano, este séxtil decreciente puede ayudarnos a hacer balance de viejas aventuras, causas, búsquedas, ideas y filosofías de vida, y a resignificar nuestros viejos sueños a futuro, gracias a la visión y al aprendizaje que nos ha dejado la experiencia anterior. ¿Cómo han cambiado nuestros proyectos a futuro desde 2010?
¿La vida mostró ser como la habíamos visualizado? ¿Qué cambios de rumbo vivimos los últimos años? ¿Qué nos queda por comprender de ello?
Si desde 2010 trazamos algún camino que parecía errático, o seguimos algún impulso que eludía mostrar su significado, sin saber bien qué nos movía a hacer lo que hacíamos, tal vez ahora podamos resolver ese misterio y entender, con otra óptica, qué nos motivó a ello, o qué supuso en nuestra vida.
¿Qué significaron, en el paisaje mayor de los años, las sorpresas que encontramos en el camino? Ahora podremos encajar mejor las piezas sueltas de las vivencias y cambios de dirección que hayamos acumulado la última década. Comprendiendo, tal vez, la trascendencia que tuvieron para traernos a donde estamos ahora.
Sincronicidades
De hecho, al menos a alguna escala, es posible que ahora sintamos que todo nos trajo a este preciso momento, en el que podemos sentir que algo nos guía hacia donde sentimos que debemos estar. Al fin y al cabo, Urano es lo raro, y Júpiter en Piscis, lo mágico.
Raras coincidencias, sincronicidades, serendipias, sorpresas y oportunidades vienen a alumbrar nuestro camino, dejándonos entrever algo que nos guiará de aquí a 2024.
Un séxtil es un aspecto armónico, que amista a los planetas que lo forman, por lo que se asocia a procesos que fluyen con una dinámica de cómoda facilidad. Generalmente, consideramos que los séxtiles representan puertas que nos corresponde a nosotras decidir abrir.
Es un tipo de aspecto que evoca potencialidad, gestando posibilidades que aún no son, que aún no han terminado de tomar forma, pero ya se intuyen como una promesa incipiente. Es oportunidad. Pero una oportunidad que, para desarrollarse, ¡requiere que pongamos de nuestra parte!
Aprovechar la oportunidad
Así que, si se presenta alguna oportunidad en tu vida durante estos primeros meses del año, o si tienes ganas de hacer algo diferente, raro, que se desplace de lo que habías proyectado con anterioridad, los astros proponen que pruebes suerte. Tal vez, tratándose de Urano y Júpiter, las cosas no salgan como imaginamos, si decidimos probar. Pero, pase lo que pase, la experiencia de intentarlo nos llevará a algún lugar interesante.
Porque Júpiter y Urano son, al fin y al cabo, geniales para dotar de interés a la vida.
De hecho, ambos planetas comparten más de lo que podría parecer en un principio. Juntos, son los encargados de forjar nuestra visión a futuro, y nuestros planes y proyectos más estimulantes. Además, ambos nos inspiran a abrir nuestras miras más allá de lo ordinario, impulsándonos a explorar qué hay más allá del límite, para aventurarnos a expandir nuestro conocimiento y nuestro campo de experiencias.
Urano en Tauro insiste en acelerar los acontecimientos, desestabilizando todo eso que nos había dado seguridad. Empujándonos a materializar, y con urgencia, los cambios necesarios para sacar adelante alguna alternativa más viable. Con esta dinámica, Urano está renovando nuestra idea del presente y del tiempo que está por venir.
Mientras, Júpiter en Piscis gesta, nutre y hace crecer algún sueño anhelado. Extrapola nuestra sensibilidad, nos ayuda a abrirnos: a desarrollar la conexión con nuestro interior y con el alma de lo que nos rodea. Con Júpiter en Piscis, eso que despierta nuestra fe en la vida y en la humanidad está buscando un cauce en el volcarse, haciéndonos más permeables a creer y a confiar en que algo mejor nos espera ahí adelante.
Entonces, ¿qué trae este séxtil entre estos locos bellos, entre estos magos?
Trae la oportunidad extraordinaria de volcar nuestros planes más idealistas en el cuerpo de la realidad, buscando que el alma de alguna fantasía encarne en lo real.
¿Muy idealista? ¡Lo es! Júpiter y Urano no se caracterizan por su mesura ni por su pragmatismo, precisamente. Vamos a ver algunas cosas concretas que podrían traer, para bajar un poco a Tierra todo esto.
¿Qué favorece el séxtil de Júpiter y Urano?
Aparte de lo que hemos comentado ya, de integrar y comprender cabos sueltos del pasado y reformular nuestra perspectiva sobre ciertas cosas que nos puedan guiar de aquí en adelante, como todos los eventos astrológicos, este también favorecerá algunas cosas en particular.
Si llevábamos mucho tiempo dando vueltas a la idea de comenzar algún estudio reglado, llevar más allá nuestra especialización, o hacer algún curso que venimos necesitando desde hace mucho, es el momento ideal para tocar a esa puerta y comenzar nuestro proceso de aprendizaje.
Por ejemplo, favorecerá muchísimo estudios relacionados con la tecnología, psicología, ciencias sociales o artes. Incluso puede ser interesante para la alfabetización digital, aprender a manejar algún programa o plantearnos utilizar los medios tecnológicos con más conciencia.
También incrementará nuestro interés por temas muy específicos que se salen de lo que veníamos haciendo, así que también puede haber alguna tentativa de cruzar disciplinas del conocimiento, o de dar el salto para aprender temas que, en general, puedan parecer poco ortodoxos, como la astrología.
Si os gusta escribir, o estáis investigando algo, puede ser un momento particularmente intuitivo y ocurrente, en el que nos sorprendamos hallando respuestas cruciales, o en el que las ideas fluyan a gran velocidad.
De hecho, no sería extraño que emerjan manifestaciones culturales de gran visión, que reflejen el sentir colectivo, o que el intercambio cultural avive el interés por el cruce de creencias y el cosmopolitismo. ¡También puede crecer mucho la industria del entretenimiento! Por no hablar de la economía digital.
Es posible que se desarrollen debates globales acerca de temas transversales que nos inquietan, como podrían ser la crisis ecológica y económica, o la migración forzosa asociada a todo eso.
Sería buen momento para plantear colaboraciones que nutran nuestros proyectos con nuevas perspectivas. De la misma forma, si algún proyecto estaba estancado, ahora seguramente lo veamos crecer bastante, sobre todo si aprovechamos este séxtil para innovar en la forma en que habíamos buscado desarrollarlo.
Además, pueden desarrollarse más las amistades y especialmente las relaciones a distancia, tal vez encontrando personas con las que compartir intereses en la otra esquina del mundo. La empatía y la solidaridad pueden alentar sorpresas positivas, o liberarnos de alguna preocupación. Con este séxtil, de hecho, asociarnos y hacer piña con personas que compartan con nosotras alguna causa también puede ayudarnos a confiar en un futuro mejor.
¿Cómo nos afecta este séxtil en nuestra carta natal?
Tendríamos que observar en qué casas de nuestra carta natal caen el grado 11 de Tauro, y el grado 11 de Piscis, porque será ahí donde Júpiter y Urano van a estar creando alguna oportunidad interesante, o alguna visión innovadora que nos guíe de aquí en adelante.
La zona de nuestra carta en la que caiga el 11º de Tauro es un área en la que hemos experimentado muchos altibajos, inquietudes y cambios desde el comienzo de 2021, y ahora, en la casa en la que caiga el 11º de Piscis, podremos encontrar alguna ayuda, alguna respuesta, o algún camino con el que orientemos la búsqueda de soluciones.
Es decir: mientras Urano plantea el desafío, Júpiter trae opciones.
Espero que se os abran todos los caminos!
Un abrazo grande, chichis!!!
Siempre me maravillan tus explicaciones, Ava. Pero, además, siempre pienso en el cariño con el que eliges las imágenes. Es un placer leerte.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Ava por tus palabras que iluminan. Estoy viviendo este período con una gran agitación interna, un mar revuelto, pero se que me lleva en la dirección correcta. Está siendo difícil, ojalá encuentre los aspectos benéficos que describes....
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