Hola chichis!!! El 6 de octubre tenemos Luna Nueva en el grado 13 de Libra. Esta es una lunación potente, puesto que se dará unas horas antes de que Plutón entre directo, lo que nos da una idea de la intensidad que viene aparejada a este momento.
Hemos empezado octubre con 6 planetas retrógrados, pero a bajo la influencia de esta Luna Nueva inauguramos un proceso de lento despertar, en el que muchos de esos planetas irán entrando directos poco a poco.
A partir de este momento, ¡las cosas se activan, se dinamizan y se mueven! Esto también viene señalado con total claridad por el hecho de que la Luna y el Sol se unen en el mismo grado en el que se encuentra Marte, haciendo una conjunción exacta con él... muy cerca de Mercurio retro, que se encontrará solo a unos grados de esa configuración.
Stellium en Libra
Con todo ello, son 4 los planetas personales acumulados en la zona Libra de nuestra carta natal, poniendo sobre la mesa una clara y definitoria voluntad de diálogo, de justicia, de equidad y resolución de conflictos.
Libra es un signo de Aire caracterizado por su inteligencia relacional, y por su determinada voluntad de sostener vínculos consistentes, en los que las formas bellas, estilizadas, mediadoras y respetuosas son solo una expresión aparente de lo que hay en el núcleo del signo: el valor genuino que damos a quien tenemos delante y el reconocimiento de su importancia. El énfasis en el bienestar común.
La parte tal vez desafiante es que con todos estos planetas en Libra, cualquier cosa que se desplace del balance anhelado puede sobredimensionarse, intensificando nuestra sensibilidad para detectar desequilibrios, conflictos y faltas en acuerdos y compromisos.
La susceptibilidad puede ser bastante acusada, pero también propiciar una atmósfera excelente para hablar de forma asertiva y amable acerca de todo lo que necesite ser hablado.
Con Marte activado por esta Luna Nueva, ahora podemos descubrir que la paz y la armonía también son derechos que requieren de decisión, iniciativa y afirmación. Que el bienestar común también es algo que se construye con responsabilidad, compromiso y valentía, y que la serenidad también es algo que se conquista, que se lucha y se defiende.
De ahí que, si sentimos que algo nos ha venido alterando excesivamente, ya sean preocupaciones, desigualdades, presiones o estrés, en esta Luna Nueva podremos definir mejor qué acciones necesitamos tomar para vivir en paz.
Paradójicamente, esta lunación viene a luchar por la paz. Si hemos sido pasivas o indecisas frente a alguna circunstancia que involucre a otras personas, este puede ser un momento catalizador.
Esta Luna Nueva hace trígono a Saturno en Acuario: un aspecto armónico que representa el compromiso con la responsabilidad social, afectiva y relacional. Puede ser un momento excelente para comprender qué papel jugamos en el mundo de otras personas, y qué lugar damos a las demás en nuestro mundo.
También puede ser un momento clarificador en el que comprendamos si estamos en la misma página con quienes son importantes para nosotras, definiendo planes compartidos y sacando a relucir cuáles son las dinámicas propias de nuestras relaciones, así como sus objetivos y expectativas a largo plazo.
Esta puede ser una lunación nutricia y valiente para asumir o impulsar compromisos y formalizar relaciones, sean de la naturaleza que sean.
Contratos de trabajo, matrimonios, parejas, asociaciones, sociedades, empresas, ONGs, colaboraciones, dinámicas de responsabilidad y cuidado familiar... ¡depende!
Ahora tendremos, en definitiva, más tendencia a valorar el entendimiento, y es posible que nos veamos inclinadas a optar por los puntos medios, apostando por la mejor solución para todas. En ese sentido, también puede ser un momento de oro para comprender qué deseamos compartir verdaderamente, y cuáles son esos objetivos personales que contribuyen a mejorar la vida conjunta.
Alternativamente, puede ser un momento interesante para descubrir qué es lo que no queremos más, favoreciendo que cortemos por lo sano con aquello que nos parece injusto, rudo o desequilibrado.
Urano: el planeta que no fue invitado
Con la Luna Nueva haciendo trígono a Saturno y quincuncio a Urano, puede que nos ubiquemos frente a los desafíos propios del año con cierto ánimo conservador, apostando por lo más seguro, lo más conocido, o lo más viable.
El idealismo puede jugar un papel más bien secundario, dejando paso a que observemos, a través de los hechos, cuál es la realidad de nuestras relaciones, y qué podemos esperar realmente de las personas que nos rodean.
Como decía un amigo mío, podemos esperar pan de quien tiene pan, y tomates de quien tiene tomates. Pero sería algo difícil ver nuestros deseos cumplidos si esperáramos lo contrario.
El quincuncio de la Luna, el Sol y Marte a Urano en Tauro es muy interesante. En primer lugar, porque es exacto, con todos esos planetas en el grado 13 de sus respectivos signos. En segundo lugar, porque todos ellos están en signos regidos por Venus, y por eso mismo están destinados a entenderse, a pesar de la potencial negación implícita en el aspecto que forman.
El quincuncio es un aspecto usualmente considerado secundario, que cuando es exacto puede dar carácter a una carta. Se trata de la línea verde con puntitos que podemos encontrar en la rueda astral. Es un aspecto que señala puntos ciegos.
Es como si en el fondo tuviéramos muy presente ciertos temas de suma importancia, pero a nivel consciente tratáramos de quitarles peso, o de dejarlos al margen de nuestra lectura.
Tal vez, con la voluntad de asumir acuerdos y compromisos que faciliten la convivencia, o que precipiten ya una ilusión de estabilidad, estemos tentadas a ignorar algo evidente, disruptivo o marginal que no queremos tener demasiado presente, y que en este caso viene representado por Urano.
En esta Luna Nueva podemos sentir el impulso de iniciar algún plan compartido, o algún plan con el que dar equilibrio a nuestra vida, con perspectivas a los largos plazos. Pero eso, posiblemente, requiera de dejar al margen algo inquietante que intuimos disruptivo.
¿Tal vez, al asumir compromisos, decidimos hacer la vista gorda ante alguna cosa que genera inestabilidad?
¿Tal vez, al poner esfuerzo y energía en una dirección, intuyamos que tarde o temprano será necesario cambiar las formas? Lo que queda al margen, en el punto ciego de esta lunación, es la libertad, la necesidad de espacio personal y autonomía, o las inquietudes sobre la precariedad de este contexto convulso, por señalar simplemente algunas potenciales expresiones de Urano.
Es como si pretendiéramos, de acuerdo tácito, dar una tregua a lo que urge, a lo que estresa, a lo que inquieta, para mirarnos cara a cara y compartir un bastión de entendimiento que nos comprometemos a fortificar.
Lo que trae esta Luna Nueva tan bellamente aspectada es un prometer para siempre, mientras funcione. Crear paz perpetua, al menos durante un instante de magia.
Venus en Escorpio, la clave de esta Luna Nueva
Aparte del inquietante rol que está jugando Urano en Tauro en quincuncio, todos los planetas personales que tenemos en Libra están regidos por Venus. Venus y Plutón son, en este clima astral, los que tienen la última palabra. Os explico.
Venus se encuentra ya en los últimos grados de Escorpio, preparándose para entrar en Sagitario solo un día después de la Luna Nueva, el 7 de octubre.
Venus en los últimos grados de Escorpio se encuentra en un lugar algo inquietante, porque los últimos grados de un signo se consideran zonas de cierto estrés. En este caso, Venus en esos últimos grados exacerba la expresión de Venus en este signo, intensificando su carácter escorpiano.
En lo aparente, los planetas en Libra en trígono a Saturno nos invitan a involucrarnos en aquello que sentimos que es correcto, armónico, y coherente con nuestro ideario. Nos dicen que continuemos adelante, construyendo progresivamente sobre las bases que hemos venido trabajando. Que no miremos atrás. Que apostemos por luchar afirmativamente por todo aquello que hemos acordado hacer, desear o luchar.
Sin embargo, Venus como regente de esta lunación introduce un clima mucho más penetrante, que busca la trampa bajo el artificio, con cierta suspicacia.
La confianza en alguna cosa puede ser puesta a prueba, y con ello, tal vez tengamos que bajar a las catacumbas de nuestras emociones para investigar de dónde nacen los deseos y motivaciones que estamos instigando ahora.
¿Es miedo lo que me motiva a prometer? ¿Mi compromiso es una bandera blanca con la que espero influir en alguien? ¿Qué papel juegan la vulnerabilidad y el deseo de estabilidad en lo que nace ahora? ¿Qué pasa si mi amor no es transparente, qué pasa si, además de ser disfrutado, también ambiciona secretamente alguna cosa?
En otras palabras, las relaciones se tornan, al menos potencialmente, maquiavélicas.
O, por expresarlo en palabras vampíricas: mi sonrisa te persuade a firmar un contrato con tu propia sangre. Hay algo exagerado, serio y dramático en ese Venus como regente de esta Luna Nueva. Si para encontrar seguridad necesito a quien tengo delante, sea en el ámbito que sea, ¿qué puedo hacer para ser honesta con mis intenciones?
Solemos asociar las Lunas Nuevas en Libra con momentos acorazonados, de floridos colores pastel. Pero en realidad, Libra es un signo que da un envoltorio atractivo a ciertas ideas con la finalidad de hacer avanzar las relaciones en una dirección.
Libra es el signo en el que yo reconozco que mis deseos solo pueden realizarse a través de ti. Y donde tú reconoces que tus deseos solo pueden realizarse a través de mí. Es eso, y no necesariamente el romanticismo, lo que motiva al encuentro. Por eso Libra es el signo de la negociación y la diplomacia. No es, en definitiva, un signo necesariamente afectivo o amoroso.
Cara a cara con Quirón
En este caso, además, esta Luna Nueva en Libra se da en oposición prácticamente exacta a Quirón, que se encuentra retrógrado en Aries, en el grado 10.
Quirón en Aries, como hemos comentado otras veces, tiene que ver con el dolor del deseo frustrado, o el dolor de lo que no hicimos o no pudimos. También habla de sentimientos de ira, vulnerabilidad o desmotivación al vernos envueltas en algo que no deseamos.
Es por eso que esta lunación viene a despejar dudas: a hacer evidente la herida, a airearla y a ponerla en el centro del diálogo.
¿Renunciamos a hacer algo por consideración a personas amadas? ¿Dejamos de lado una iniciativa propia para contribuir a un plan ajeno? ¿Delegamos en otras personas que nos aconsejaron la planificación de nuestra ruta? ¿Pusimos energía en una relación que siempre se inclinaba a favorecer a una de las partes? ¿Dejamos a la espera hacer algo, y ahora sentimos que es tarde?
Como veis, Quirón en oposición a esta Luna Nueva no es una influencia cómoda. De hecho, es precisamente lo incómodo lo que puede facilitar que ahora salgamos de cualquier pasividad en la que nos hayamos sentido apagadas, para sacar a relucir claramente todas esas emociones que necesitamos despejar. Para mirar adentro y descubrir de nuevo la voluntad perdida ante alguna situación.
De hecho, Mercurio retrógrado, que hace cuadratura a Plutón y trígono a Júpiter por segunda vez, inclina al pensamiento y la comunicación retrospectiva. Si en septiembre, por ejemplo, nos comprometimos a algo que ahora encontramos poco factible o desequilibrado, este es un momento bastante clave para poner a prueba la supervivencia de esas ideas y charlas recientes.
Ahora es cuando volvemos a cavilar en los viejos asuntos para sacar a la luz toda la incomodad que habíamos atesorado secretamente.
El silencio se rompe en esta Luna Nueva, y eso es potencialmente muy liberador. ¿Qué pasa si ahora encontramos que tenemos mucho que decir en una situación por la que habíamos intentado pasar de puntillas? ¿Qué pasa si el desasosiego desborda el pequeño recipiente en el que queríamos olvidarlo, y ya no podemos seguir igual?
Romper pasividades
Esta es una lunación especialmente buena para sopesar si necesitamos encontrar apoyos o ayuda de algún tipo. Y, muy especialmente, con más de la mitad de los planetas en signos de Aire, apoyo para gestionar y balancear nuestra salud mental.
Venus como regente de la lunación, en gran séxtil con Plutón y Neptuno, habla de la gran oportunidad de reconocer e integrar la realidad de nuestros procesos emocionales, y entender cómo nuestras emociones transforman nuestra experiencia vital. Se trata de un gran séxtil muy terapéutico, igual que también es sumamente terapéutica la presencia de Quirón en esta Luna Nueva.
Por mucho que nos sintamos responsables exclusivas de nuestro bienestar y equilibrio, siempre hay alguna que otra ocasión en la vida en la que necesitamos descansar en gente que nos ayude.
Tal vez, cuando nos llegue al WhatsApp el mensaje de "¿qué tal?" tengamos efectivamente ganas de explayarnos. "Temo esto o lo otro". "Tal asunto no marcha tan bien como parece". "La ansiedad llega a su extremo". "Siento que la vida es una rueda densa por este motivo y el otro". Lo excelente de esta lunación es que tendremos mucha más precisión para ubicar cómo nos encontramos.
Al fin y al cabo, todas las Lunas Nuevas hablan de interiorización, de mirar adentro y detectar qué necesidad está irresuelta, qué podemos hacer para dejar atrás lo accesorio y regresar al corazoncito de ese impulso esencial de intención renovadora. Si detectamos que algo nos quita la paz, en definitiva, ahora podremos ubicarlo, examinarlo bajo el microscopio de Venus en Escorpio y de Plutón entrando directo.
Descubrir cuál es el fondo, y el alcance, de esa espinita de incomodidad diaria que habíamos ignorado demasiado tiempo.
Además, Venus en cuadratura a Júpiter y en trígono a Neptuno también sugiere que este puede ser un tiempo de reconciliación con el pasado, con nuestras necesidades, y con las ilusiones que no pudieron ser. Simultáneamente, saca a relucir una vibrante voluntad de vivir más allá de las fronteras que nos hubieran constreñido, alentándonos a explorar formas de desarrollarnos, dejarnos inspirar y crear ganas. Estos aspectos de Venus también sugieren que la llamada del placer, el descanso y el entretenimiento ¡puede ser muy fuerte!
Con todo ello, esta lunación nos invita a darnos una tregua, a silenciar el ruido de las inquietudes y rutinas, y a preguntarnos con qué o con quién convivimos día a día, y qué dice eso de nuestra forma de vida.
¿Cómo podríamos estar más motivadas, disfrutar más, y vivir los instantes en conexión con lo que sentimos significativo?
Ahora pensar en el equilibrio y en el bienestar puede suscitar sensaciones complejas, porque tal vez sintamos que estamos en plena revisión de esos conceptos. Pero la oportunidad que trae esta lunación es precisamente identificar qué estorba a nuestro equilibrio, qué suma, y ponernos en marcha. No presionándonos a hacerlo todo de repente. Sino permitiéndonos bostezar a los comienzos, reflexionar en paz, y moviéndonos con decisión hacia aquello que sintamos más coherente con lo que pensamos.
Contexto en transformación
Por último, no podía dejar de comentar que, naturalmente, esta lunación va a tener expresiones a nivel colectivo, porque Libra es el signo de la política, y Plutón entrando directo en el grado 24 de Capricornio, muy cerca del lugar en el que tuvimos la triple conjunción, moviliza cosas densas de nuestra historia reciente.
Plutón en Capri lleva muchos años sacando a relucir corrupciones y crisis en la forma en que hemos organizado nuestro mundo social. y precisamente fue cuando Plutón llegó al mismo grado en el que entrará directo, cuando salieron a la luz los Pandora Papers. Plutón también hace pensar en la crisis de combustible y en la crisis energética que lleva comentándose durante días en los periódicos.
Con todo ello, esta lunación en trígono a Saturno habla también de responsabilidad social frente al desconcierto. De sed de justicia y equidad.
Tal vez, lo que empieza a nivel colectivo en esta lunación sea un diálogo en el que se escuche verdaderamente a quien está delante. Eso podría ser muy constructivo de cara a los movimientos planetarios que nos esperan el resto de octubre, y muy especialmente en noviembre y diciembre.
Al fin y al cabo, el próximo eclipse del 19 de noviembre, que será en el grado 27 de Tauro, va a activar la misma zona en la que se encuentra Venus ahora. Con el quincuncio de la Luna Nueva y Urano, si la política desoye el contexto de crisis, tal vez ya no pueda continuar ignorándolo más adelante, cuando se muestre con cara y ojos.
Los signos de Aire no solo hablan de inteligencia, conocimiento y gestión de datos o discursos; también hablan de comunidad, relación y bien común. Hablan de la necesidad de organizarse, de dialogar, debatir, o perfilar ideas y ocurrencias con las que imaginar salidas. ¡Veremos adónde nos lleva todo esto!
¿Cómo nos afecta en la carta natal esta lunación?
Si tenéis planetas en signos cardinales, esta lunación os afecta directamente. Además, en esta ocasión no importa mucho en qué grados estén, porque el espectro de influencia es muy amplio. Los planetas o cúspides que tengáis en signos cardinales, es decir, en Aries, Cáncer, Libra o Capricornio, pueden experimentar movimiento estos días.
También sería interesante ver en qué casas de vuestra carta natal están esos signos cardinales, porque esas serán áreas de mayor actividad. Muy especialmente, la casa en la que tengáis el grado 13 de Libra puede representar un escenario de vida en el que tengáis ganas de iniciar algo importante, con miras a la futura armonización de conflictos, o a sacar adelante algo bello que queráis compartir.
Mientras que la zona en la que cae el grado 24 de Capricornio, que es donde Plutón entrará directo, puede ser un área proclive al descubrimiento y la profundización, en la que tal vez algo se revele transformado, muy diferente a como era hace dos o tres años. Es posible que nuestras prioridades en esa área de nuestra vida hayan cambiado, o que podamos reconocer como un especial logro la resiliencia que hemos desarrollado ante algún asunto.
Tengamos la carta que tengamos, a partir de esta lunación hay algo que empieza a descongestionarse y fluir.
Las siguientes temáticas pueden tener una especial presencia estos días: relaciones, parejas y compromisos, temas relacionados con la justicia, las herencias o las relaciones de poder, ambición y proyectos a futuro, apoyos, consejos, terapia, psicología, investigación y clarificación de ideas.
También puede ser un momento genial para iniciar algo relacionado con la estética, el arte, el diseño, la promoción o la formalización de alguna cosa. Así que, como véis, esta no es una lunación facilita, pero abre un amplio campo de autenticidad y oportunidad que podemos agradecer mucho.
¡Espero que esta lunación os traiga mucha paz!
Un abrazo grande, chichis!!!
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