Nuestro ojito derecho y nuestro ojito izquierdo, Sol y Luna, 🌞🌙 cosa personal y muy nuestra, han saltado ya a una renovación de energía.
Atrás quedan los planetas transpersonales, retrógrados al final de sus signos, como resistiéndose a continuar.
¿Será que en lo personal estamos muy por delante de este mundo que retrocede desconoce la paz?
En los próximos días avanzará, como una cortina de la verdad que se desliza sobre sus rieles, el último eclipse en Libra, perfectamente alineado con Lilith.
Venus cuadrando a Plutón también parece dispuesta a zanjar tolerancias y equilibrios insostenibles. La balanza se ladea!
Esperemos que lo haga hacia el lado de la justicia. Y que, al mirar a quien tengamos enfrente, sepamos vernos a través de lo que vemos, y también sepamos reconocer a la otra en lo que somos.
Os dejo por aquí un poema de Sylvia Plath titulado El espejo:
Todo lo que veo lo trago de inmediato
tal como es, sin que me empañen ni el amor ni el disgusto.
No soy cruel, soy sincero,
el ojo de un pequeño dios de cuatro ángulos.
La mayor parte del tiempo la paso meditando sobre la pared de enfrente.
Es rosada, con manchas. Tanto la miré que
me parece que ya forma parte de mi corazón. Aunque con intermitencias.
Las caras y la oscuridad nos separan una y otra vez.
Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mí,
buscando en mi extensión su verdadero ser.
Después se vuelve hacia esas mentirosas, las velas o la luna.
Veo su espalda y la reflejo fielmente.
Ella me recompensa con lágrimas y agitando las manos.
Soy importante para ella. Ella viene y va.
Es su cara, cada mañana, la que reemplaza la oscuridad.
En mí, ella ahogó a una muchacha, y en mí, una vieja
se alza hacia ella día tras día, como un pez terrible.
Gracias por tus podcasts y posts. Qué bello poema <3 Saludos desde Colombia.
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