Hola chichis!!! El 23 de diciembre la Luna y el Sol se unen en el primer grado de Capricornio, donde también se encuentran acumulados, en un impresionante stellium, Mercurio, Venus y Plutón. Así es cómo tendremos a la mitad de los planetas reunidos en el signo hasta que el día 25, por la mañana, la Luna salga de Capri.
Capri es el signo de lo normativo; de esos modelos sociales con los que negociamos nuestro espacio en el mundo. Es el signo que nos dice, a modo de imperativo: "¡Sé normal!". Y eso, por cierto, me recuerda mucho la bochornosa camiseta que se puso Paris Hilton, que decía: "Stop being poor!". Ten una casa, una familia, un jersey navideño, vacaciones, come turrón, haz un banquete, compra regalos, cree o vuelve a creer en Papá Noel y en el espíritu de la navidad. ¡Bueno!
En estas fechas todo se adorna y embellece mucho, así que voy a jugar el rol de abogada del diablo para sacar a flote toda una serie de cuestiones que pueden estar inquietándonos estos días, para transitarlos de la forma más relajada, libre y humana posible.
Lo "normal"
Puede que, de entrada, la idea de pasar las navidades con cinco de diez planetas en Capri suene algo austero. Sin embargo, Júpiter entró ya en Aries el día 20, y estará en cuadratura a las luminarias durante el novilunio, sosteniendo luego la cuadratura al Sol unos días más.
Para algunas personas, será un aspecto complaciente, que indica la llegada de las vacaciones, o alienta apasionados viajes de reencuentro. Para otras personas, sin embargo, esta cuadratura de Júpiter significará un demandante incremento de trabajo, donde habrá que poner ingenio para que las cosas encajen.
Capricornio es el signo de la gestión del tiempo, la responsabilidad, la productividad y el trabajo. Pero es también un signo asociado a la pirámide social, y creo que esta noción va a ser muy relevante estas fiestas, especialmente. Porque Urano sigue en Tauro, haciendo estallar todo ese estrés relacionado con la sostenibilidad y los recursos.
Mientras unas miran los prohibitivos precios del súper, estudiando qué pueden comprar y qué no, otras decoran la mesa, literalmente, con vistosos platos de comida que ni siquiera van a probar. Tan sencillo como eso.
Especialmente, habrá muchas personas que sientan que la fiesta es en otra parte. Que el banquete es una lejana fantasía de otro tiempo.
Mientras algunas personas gozarán de ocio y abundancia, otras estarán preocupadas por hacer encajar el trabajo y los tiempos de reunión, o estarán preocupadas por la presión económica que suponen estas fechas. La desigualdad entre unas personas y otras se revela transparente. Al fin y al cabo, Capri es el signo del estatus. Y, curiosamente, lo que nos contamos como normativo en Capri es algo que queda lejos de ser habitual.
La resistencia
Como detalle, tengamos en cuenta que, Lilith está al final de Cáncer, dibujando una oposición a Plutón. Perturbadores sentimientos de no pertenencia, desarraigo o inadecuación pueden generar mucha incomodidad estos días. Igualmente, podría haber personas que reaccionen a estas fuerzas inconscientes lanzando toxicidad en base a rencores o emociones no reconocidas, relacionadas con la inseguridad o la falta de estabilidad y garantías a futuro.
Algo se siente dolido; herido. Algo no encaja en la forma en que creemos que las cosas deberían ser. Y en esto, los saturninos sentimientos de pobreza y carestía pueden jugar un papel importante. ¡Hay mucha Tierra en este clima astral!
Lo que está claro es que estas navidades tan capricornianas, marcadas por la Luna Nueva, suponen una renovación de la tradición.
Al fin y al cabo, para muchas personas estas serán las primeras navidades "normales" tras la pandemia. Solo que no hay nada, ya, que encaje con ese viejo concepto de normalidad, porque hemos cambiado. Y porque el contexto no se siente tan seguro ni invitante como antes. ¿Nos resistimos a asumir que las cosas son diferentes a cómo eran?
Ahí puede surgir el sentimiento de que la continuidad de las tradiciones familiares o sociales es frágil, o está amenazada por la inestabilidad, la incertidumbre o la sensación de estar embebidas en una transición que no parece llegar nunca a un punto de estabilidad. Algo fundamental se echa en falta.
Como respuesta a este sentimiento de precariedad e inseguridad, es posible que muchas personas reaccionen yendo al signo de en frente, Cáncer, tratando de revivir las navidades de su infancia, por ejemplo, pero con esa espinita clavada de que aquel pasado ya no está. La infantilización y el refugio se abren paso.
Con Lilith en oposición a Plutón, es posible que ahora nos resuenen emocionalmente un montón de detalles que antes no nos hubieran importado.
Hay cierto grado de susceptibilidad ahí, claro. Pero también hay una fuerte necesidad de protección, de abrazo, de pertenencia.
Sin embargo, con Capricornio tan poblado, algo duro, con aristas, se hinca en la blanda Luna Nueva. Y cada cual buscará su forma particular de refugio.
Esto no es un examen
Otro tema es que muchas personas se sentirán presionadas a encajar en el rol que creen correcto, incluso cuando ese rol no sea satisfactorio. Es como en esas pelis en las que se refleja todo ese estrés previo a la sonrisa junto a las visitas.
Casi como si las navidades fueran un examen en el que nos subimos a la palestra para exponernos de forma controlada y persuadir al público de que todo está bien.
En unas navidades, una amiga me contó una anécdota que me pareció muy representativa. Ella iba a celebrar en la casa de su hermano, y se había comprometido a llevar guacamole, porque dentro de la familia su guacamole goza de cierta reputación. Bien: estaba ya terminando en la cocina, el guacamole había salido impecable. Pero cuando levantó la bandeja para envolverla, se le escurrió y se estampó contra el suelo. ¡Guacamole al cristal! ¿Cuál creéis que fue su reacción?
A contrarreloj, salió corriendo a comprar y a empezar todo el proceso otra vez. Con todo el estrés que eso supone. Y lo que iba a ser un gesto bonito se convirtió en una especie de cepo. Podría haber optado por aceptar y seguir adelante; en realidad, el mundo no se cae porque una llegue a casa de su hermano sin guacamole. Pero es un ejemplo de la presión dolorosa que puede suponer volcar la perseverancia y el compromiso capricornianos en algo que, realmente, es anecdótico.
Cuando llevó el guacamole y sus familiares lo probaron tampoco fue un momento estelar. No le dieron un premio, tampoco. Entonces, ¿por qué tanto desasosiego? El miedo a la inadecuación, o el miedo a no formar parte, toma muchas formas. Y, de eso, el eje Cáncer-Capri tiene mucho. Así que no os presionéis con lo que creéis que debería ser.
La sonrisa perfecta y el control
El clima astral no va a estar particularmente flexible, y podríamos obcecarnos en formalidades que en realidad no son de importancia. A nadie le importa cuán perfecta y admirable y maravillosa seas. En general, la gente prefiere que seas un ser humano con el que poder tratar relajadamente.
Además, con Júpiter en cuadratura a las luminarias, este clima capricorniano puede dar lugar, totalmente, a la fanfarronería. Todas hemos vivido alguna vez esa experiencia de cenar con otras personas escuchando cosas que se atragantan. Me visto así, me maquillo asá, cocino esto, decoro así, me saco la foto y parece que todo en mi vida es perfecto. Mis hijos ganaron muchos premios este año, hasta mi perro ganó premios. Pues felicidades, Mari Carmen, pero tu máscara revela mucho más de lo que crees. Y cuando dejes de pretender, si lo necesitas, te abrazo.
De media, en navidades se intensifican un montón de desórdenes relacionales, emocionales, e incluso alimenticios. Y eso es, en parte, porque son fechas en las que lidiamos con muchas expectativas. Y es que tomarnos la vida como un trabajo de apariencias puede tener un coste importante. Curiosamente, cuanto más tratamos de forzarnos a encajar en lo que creemos adecuado, más desamparadas podemos sentirnos bajo todo ese empaquetado.
Aceptarnos, y aceptar las circunstancias, será clave. Con Júpiter en Aries, ¿tendremos la valentía de ser, simplemente, como somos?
Una vecina me contó hace un par de días que se siente muy estresada haciendo compras y preparando cosas, porque su hijo y sus nietos vienen a quedarse en su casa durante las navidades. Y así, una historia que va de reencontrarse y acompañarse se convierte rápidamente en una historia de cumplidos e incomodidades. En este clima puede ser difícil, pero evitemos tratar de controlar las cosas. Cuando hay mucha emoción involucrada, necesitamos aceptar que nos sentimos vulnerables. Y dejar de protegernos tras un montón de escudos sin importancia.
Todo es felicidad y unicornios
Bueno, hemos hablado de la austeridad y de la presión social. Hablemos del otro caballo del apocalipsis capricorniano: la soledad. A nadie se le escapa que en estas fechas nos bombardean con un montón de imágenes de lo que es la felicidad en pareja, en familia, y todo lo demás. Sin embargo, la tradición familiar con la que se relacionan estas fechas dista mucho de la realidad en la que viven la mayoría de las personas.
Para generaciones enteras, el modelo de pareja con hijos es extraterrestre. Y si lo contextualizamos en un clima de chimenea y hogar protegido de la nieve, más aún. En muchos lugares del mundo hace calor. No hay nieve en absoluto. Incluso tener chimenea, o incluso tener una casa, es una fantasía desubicada para muchas personas.
Y de la misma manera que no esperamos ver un reno mágico apareciendo bajo la nieve, tampoco esperamos que de repente todo sea amor, paz, y hermosas familias donde todo es ideal.
Como decía mi abuela, en todos sitios se cuecen habas.
Un montón de gente pasa estas fechas en un nuevo país, lejos de quienes quiere. Un montón de gente vive sola y estará sola. Un montón de gente está acompañada, pero no por quien necesita tener cerca. Por no hablar de que en estas fechas se tiende a forzar el encuentro con personas a las que no dedicamos ni un minuto el resto del año, que nos hacen sentir alejadas de nosotras mismas.
Ahora es cuando se revelan las carencias afectivas. Eso puede pasar si estamos junto a personas que no nos hacen sentir sostenidas, o si descubrimos que, en realidad, no tenemos ganas de sostener emocionalmente a quien que está ahí. Pero también es un momento delicado para las personas que viven una soledad no deseada.
La soledad no conoce de edades ni de circunstancias. Se instala con sus fríos tentáculos en el momento menos pensado. Cualquier pequeño detalle puede actuar como catalizador de soledades, ya sean puntuales o sostenidas en el tiempo. Y la sensación de tener el corazón rodeado por una muralla, sin techo ni manta, puede ser muy dura.
Así que si alguna se siente sola estos días, me gustaría deciros que se os ve. Que estáis. Que formáis parte. Y que el abrazo no tiene que ser hoy ni de la forma en que se vende.
Tal vez pasen unos meses y el cariño de un gato o de un árbol o de un grupo de lectura resulte un bálsamo. La soledad es un fenómeno de nuestro tiempo, pero no es para siempre. Todo el mundo necesita cariño, y la rueda del tiempo juega a favor de que nos encontremos.
Cuestionarlo todo
Hasta ahora hemos hablado mucho de algunas posibles expresiones de este potente stellium en Capri, y especialmente de la cuadratura de Júpiter y las luminarias, que tensiona expectativas y realidades. Pero hay más, claro.
En esta Luna Nueva, Mercurio y Venus se preparan para hacer una conjunción muy cerquita de Plutón. La conjunción se dará el día 29, justo cuando Mercurio empieza su retrogradación. De este modo, mientras Mercurio retrocede, Venus continuará su camino para hacer contacto a Plutón. Esto sugiere que por unos días el intercambio con otras personas, las conversaciones o incluso las ideas y los propósitos pueden tener un cariz agradable y prometedor.
Sin embargo, no todo se desarrollará según lo previsto de fin de año en adelante.
Porque este Mercurio retro nos va a hacer pensar mucho las cosas de nuevo. Y puede dar lugar a que algunas situaciones que ya se habían definido y acordado den marcha atrás. De este modo, podría haber situaciones del tipo, dije sí y ahora digo no, llegamos a un acuerdo pero ya no me interesa, definimos un objetivo en conjunto pero me echo atrás...
El hecho de que Venus continúe adelante, hacia el abisal Plutón, mientras Mercurio retrocede, sugiere que a nivel de relaciones las cosas pueden ponerse bastante intensas. ¿Recordáis diciembre de 2021? En aquel entonces, Venus hizo dos conjunciones exactas a Plutón. Más adelante, en marzo de 2022, hizo una tercera conjunción a Plutón en Capri.
Esos fueron momentos muy desestabilizadores para todo lo venusino. Temas de relaciones, trabajo, recursos, reconocimiento, talento o realización personal estuvieron en el punto de mira. Y en consecuencia, muchas cosas cambiaron de forma visible, con muchas repercusiones prácticas que supusieron un esfuerzo.
Bueno, algo de ese clima regresa. Podría ser que muchas personas estemos recordando algo que resultó difícil hace un año. O puede que muchas personas se enfrenten al viejo monstruo y se decidan, ahora sí, a hacer esos cambios que vienen necesitando desde hace mucho tiempo.
La fragilidad de esas cosas que en su momento valoramos y amamos, pero ya nos parecen obsoletas, nos llevará pronto a replantear muchas cosas.
Además, tengamos en cuenta que Marte continúa retrógrado en Géminis, un signo regido por Mercurio. Y cuando, días después de esta Luna Nueva, Mercurio entre retro en Capri, vamos a tener a un planeta retrógrado rigiendo a otro planeta retrógrado. La memoria estará a flor de piel. El cuestionamiento de nuestra forma de vida puede traer un clima muy pesado y serio. Y, tal vez, nos sintamos en disposición de cambiar cosas que hasta ahora habíamos considerado un pilar maestro de toda la estructura.
La renovación del tiempo
Ahora tenemos a cinco de diez planetas reunidos en Capri, y todos ellos están regidos por Saturno. Y Saturno continúa, aún, en cuadratura a Urano. Esta cuadratura nos ha llevado, los últimos dos años, a asumir riesgos para cambiar radicalmente ciertos aspectos de nuestra vida. Y si habíamos dejado alguna pieza sin mover, ahora podríamos sorprendernos más abiertas a empujar adelante esos cambios que falten.
Este novilunio tiene una fuerza impresionante. Potenciado por el solsticio, que se dio el 21 de diciembre, y potenciado también por la entrada de Júpiter en Aries, que se dio el día 20, es un punto señalado del calendario astral, que nos invita a plantear inicios, comienzos, nuevas historias y nuevos propósitos.
No hay mejor momento que este para organizarnos y plantear de forma realista cuáles son nuestros propósitos y deseos para el año entrante.
Esta es una Luna Nueva particularmente importante para sembrar aquello que necesitemos. Y, especialmente, para sembrar intenciones en las que queramos perseverar y trabajar a largo plazo. Ahora nacen compromisos, decisiones y ultimátums. Este lunación es, en toda regla, una renovación del tiempo. Una renovación de la historia que queremos vivir.
Solo asegurémonos de que sembramos nuestra semilla en un lugar en el que pueda crecer sana, fuerte; donde pueda extender sus ramas libremente, prolongar sus yemas hacia el cielo abierto. Dentro de seis meses, con la próxima Luna Llena en Capricornio, la nueva raíz ya estará fuerte. Y servirá de base para plantear cosas importantes, que tal vez ahora nos cueste imaginar, porque vendrán dadas de toda una nueva perspectiva que se está cocinando a fuego muy lento.
Y es que ya, en los próximos meses, Saturno cambiará de signo. Con esta Luna Nueva tan capricorniana, atravesamos simbólicamente el primer umbral hacia una nueva etapa. Por un lado, empezamos ya, a partir de aquí, a recolectar los frutos de todas esas cosas que hemos trabajado con sumo esfuerzo desde que Saturno entró en Acuario, en 2020. Ahora es cuando empezamos a ver cómo se reordenó la vida, cómo maduramos, cómo cambiaron nuestras prioridades.
Cuando, el 7 de marzo de 2023, Saturno entre en Piscis, un arroyo de aguas nuevas regará lo que plantamos ahora. Y lo veremos latir distinto.
Pero, por ahora, toda esta Tierra cardinal nos dice que es el momento de iniciar la nueva estación con sentido de propósito, desencadenando por nosotras mismas un proceso que invierta en la construcción del futuro deseado. Puede ser, por ahora, solo un plan, o incluso un gesto simbólico. Pero aquí empieza la materialización de algo que puede ser fundamental en un futuro no tan lejano. Y gestionar los tiempos necesarios con paciencia y consistencia será crucial.
Como siempre, chichis, gracias por seguirme, leerme y escucharme.
Feliz Luna Nueva, feliz estación, y serenas fiestas!!!
Un abrazo grande!
Muchas gracias por tus aportaciones ☺ Deseo compartir este audiolibro y espero que me permitas publicarlo y que le sea de utilidad a quien lo escuche ☺
ResponderEliminarhttps://m.youtube.com/watch?v=NJ0FkMyv1fw
Hola Ava!!! Placer y lujo leerte!! Gracias por tan excelente prosa que con maestria y sabiduria conduces....Agradecerte los momentos de reflexion ,aprendizaje que impulsa el cambio constante desde el interior en esta biologia que poblamos..Enorme apoyo que nos brindas en el devenir cotidiano ..impulsando la fe y la certeza de nuestra acciones descifrando la imparable energia cosmica......Bendecido Presente.
ResponderEliminarHermosoo Avaa! Gracias
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