Hola chichis!!! El 18 de marzo, muy temprano, la Luna se llenará en el grado 27 de Virgo, haciendo oposición a la extraordinaria aglomeración de planetas que tenemos reunidos en Piscis. El otro rasgo que destaca en esta lunación es que lanza aspectos armónicos a Plutón en Capricornio. ¡Este es el momento de ponernos en marcha para cambiar nuestra respuesta ante asuntos prácticos!
Llevamos mucho tiempo inmersas en un clima astral que inclina a lo contextual, y ahora, por fin, empezamos a integrar y ubicar todo eso desde otra escala más accesible, que nos permite ingeniar soluciones con las que aportar nuestro granito de arena o hacernos cargo de lo que esté en nuestra mano.
Además, días después de esta lunación, el 20 de marzo, el Sol entrará en Aries, dando comienzo a un nuevo ciclo astrológico, por lo que estos últimos días de la temporada Piscis, iluminados por este plenilunio, son perfectos para organizarnos y cerrar temas pendientes.
Respuestas
Las noches de Luna Llena son las más luminosas, y en ellas, la naturaleza despierta. De ahí que sean ocasiones idóneas para afinar el instinto y tomar conciencia de la naturaleza de dinámicas y procesos que venimos desarrollando desde atrás.
En particular, esta lunación viene a mostrarnos cuáles son las problemáticas, soluciones y avances concretos que hemos desarrollado en el área Virgo de nuestra carta los últimos seis meses.
Incluso si son avances modestos, serán gratos, porque traen la posibilidad de hacer las paces con grandes dilemas y ambigüedades que en su momento no supimos cómo plantear.
Hagamos retrospectiva. ¿En qué estábamos poniendo diligencia, esfuerzo y análisis hace seis meses? ¿Qué estábamos intentando organizar y sacar adelante? ¿Qué empezamos a aprender, o a integrar?
El 6 de septiembre de 2021 fue la última Luna Nueva en Virgo, que dio comienzo, precisamente, al proceso que culmina en este momento. ¿Qué cambió desde entonces en la zona Virgo de nuestra carta? Si en aquel momento enfrentábamos algún interrogante, es posible que este plenilunio venga a traer la respuesta.
Virgo
Virgo es un signo de Tierra mutable, lo que en sí mismo parece una contradicción. La Tierra aspira a la estabilidad y a la seguridad, a la concentración de energías y al sostén de un orden práctico que nos funcione. Sin embargo, al ser un signo mutable, Virgo es el signo que nos enseña que cualquier intento de ordenación y control va a verse tensionado y transformado con el paso del tiempo.
Virgo es donde aprendemos que algo que nos funcionó en un momento no tiene por qué funcionar más adelante. De ahí que sea un signo observador, analítico y vigilante, que trata de prever desafíos. Es el signo en el que concentramos información y habilidades que nos hagan sentir preparadas para aplicar soluciones. Y si es de forma preventiva, mejor.
Cuando hablamos de la vida solemos hablar de cosas más glamurosas, pero lo virginiano es lo que sostiene el mundo en todos sus detalles.
En realidad, cómo organizamos las horas del día, cómo nos hacemos cargo de las pequeñas tareas que mantienen en orden nuestro espacio, nuestros hábitos y responsabilidades, o cómo respondemos ante las tareas recurrentes, son aspectos fundamentales para comprender nuestra relación con nosotras mismas y con nuestro entorno.
¿Qué te pides?
Organizar hábitos con los que sostener nuestra calidad de vida y nuestro bienestar es una tarea titánica, a veces. Porque hay tanto a tener en cuenta que mantener el control puede ser difícil. De ahí que Virgo se oriente al pensamiento crítico, o a la búsqueda de virtuosismo y eficiencia. Simplemente, ¡es una zona en la que no conviene dormirse en los laureles!
Siempre se ha asociado a Virgo con la autoexigencia, la diligencia y la productividad. Con esta Luna Llena, ¡podremos echar un vistazo a la forma en que vivimos todo eso!
Voy a lanzaros preguntas con la intención de que den pie al análisis que invita a hacer esta lunación.
Preguntas a las que puede responder esta Luna Llena
¿Tenemos un buen equilibrio entre tiempo de trabajo y el tiempo de ocio? ¿De qué manera gestionamos nuestra disponibilidad de tiempos, espacios y energía?
¿Nuestra expectativa de calidad y productividad es consecuente con las horas que tiene el día? ¿Estamos siendo excesivamente duras con nosotras mismas por exigirnos demasiado, y por demasiado tiempo? ¿Es realista nuestra aspiración a perfeccionar ciertas cosas? ¿Necesitamos humanizar el ritmo y aceptar que no siempre vamos a dar el 100%?
O, por el otro lado, ¿estamos siendo negligentes con algo crucial para nuestro bienestar? ¿Necesitamos aprender algo o recabar más información para hacernos cargo de algún problema? ¿Cómo podemos desmenuzar los grandes retos en pequeñas tareas que podamos resolver progresivamente? ¿Necesitamos ayuda o consejo de otras personas para resolver lo que tengamos entre manos?
Y, también: ¿estamos cargando con responsabilidades que no nos corresponden? En nuestro entorno, ¿quién suele sacar las castañas del fuego cuando algo va mal? ¿Cómo se comparten o delegan las responsabilidades cotidianas?
En este momento, observar quién paga los platos rotos puede ser revelador. Y, por supuesto, observar las señales que nos manda el cuerpo.
Todas intentamos navegar la vida de la mejor forma posible, pero a la hora de poner prioridades, hallar hábitos saludables es lo primero. Vamos a estudiar el clima astral que rodea a esta lunación para profundizar más.
La zona Piscis, y Plutón
Mercurio, el planeta regente de esta lunación, se encuentra en Piscis, integrándose en un stellium que también involucra al Sol, a Júpiter y a Neptuno. Como opuesto de Virgo, Piscis es el signo en el que todo se fusiona en una sopa primordial que se resiste al análisis, pero que se paladea en la atmósfera mediante la intuición y la sensibilidad. Es donde todo se diluye y se evapora más allá de los confines de lo útil, de lo práctico y de lo concreto.
Por eso, lo que tenemos en Piscis puede sentirse en estado de latencia y gestación. Es algo que se siente e intuye, pero que aún no es. Y, por tanto, algo que se resiste a la explicación. Piscis es el origen de algo que habrá de ser, pero algo que aún permanece en el plano de lo imaginado, soñado o presentido.
Además, es también el signo en el que quedan suspendidas emociones, nostalgias y aspectos de nosotras mismas que aún están en el perezoso cajón de lo latente, y todo eso, en definitiva, a lo que aún no hemos sabido qué espacio dar.
Con esta Luna Llena tocando directamente a Neptuno en Piscis y a Plutón en Capricornio, todo eso puede aflorar con un nuevo rostro, permitiéndonos reconocer qué abunda dentro de nosotras, o qué venía gestándose en las profundidades del inconsciente.
Viejas emociones a las que no dimos cierre, que vienen de años atrás, o viejos misterios que habían quedado sin resolver, pueden regresar ahora para traer algún avance.
En este sentido, esta podría ser una lunación increíblemente terapéutica, porque facilita el reconocimiento consciente de algo que influía en nuestra forma de sentir la vida, pero se resistía a mostrarse. Puede ser un momento increíble para advertir nuestras propias contradicciones y ambigüedades, o para hacernos cargo de algo que habíamos omitido mirar, y que venía resultando ya desgastante y cansado.
Liberar emociones
La energía de todos estos planetas en Piscis, confrontando a la Luna Llena, encajaría muy bien con esa situación en que, antes de entrar a terapia, sentimos que no tenemos mucho para contar, y cuando vemos a la psicóloga en frente y empezamos a tirar del hilo, descubrimos que podemos descoser nuestras defensas y asomarnos a lo que nos hacía sentir vulnerables, a lo que habíamos empujado bien al fondo de nuestro corazón, y sentir de lleno la confianza para viajar por las emociones, recuperando la movilidad y la flexibilidad interior.
Esta lunación puede ser un viaje emocional.
Ritual es eso: poner en práctica algo que resuena con lo que tenemos dentro, que interrumpe lo ordinario y nos lleva de regreso a nosotras mismas.
La tensión de los signos fijos
Algo más que destaca de esta Luna Llena es que tenemos ya a Venus, Marte y Saturno unidos en Acuario, una triple conjunción que sentiremos aún bastante presente hasta entrado abril, y que también forma cuadraturas a Urano.
Es cierto que la cuadratura de Saturno y Urano, que nos ha acompañado desde el comienzo de 2021, es ya bastante abierta, con lo que tal vez tengamos la sensación de que ciertos límites que confrontamos los últimos meses se han ubicado, o incluso han aflojado. Sin embargo, en esta Luna Llena, Venus hace ya una cuadratura casi exacta a Urano. Y unos días después lo hará Marte.
Esto puede traer tensiones relacionadas con la desestabilización, o la carencia, de ciertas cosas que son esenciales para nuestro bienestar.
Por ejemplo, es una configuración que hace recaer cierto estrés sobre temas como la economía, la gestión de recursos, el desarrollo de proyectos, la sostenibilidad de nuestros esfuerzos, la resistencia a cambios que se sienten inminentes, las relaciones sociales, los equipos de personas o las amistades.
Tal vez sintamos que hay asuntos que se nos están escapando, o que se nos van de las manos. Con esta Luna Llena en Virgo, cualquier cosa que parezca escapar a nuestro control puede traer grandes incordios. Sentirnos irritadas frente a lo caótico es una posible reacción. Pero también podemos pararnos a analizar qué es lo que no está funcionando, qué parece ir a romperse de forma inminente, y qué cambios de lógica, táctica o estrategia podemos aplicar para ahorrarnos tensiones en el futuro.
Por otro lado, en este clima tan pisciano, las cuadraturas que recibe Urano pueden llevarnos a renunciar de golpe a algo que haya consumido nuestras energías, con la intención de liberarnos de inercias y preocupaciones, y centrarnos en actualizar nuestra capacidad de respuesta resolutiva.
¿Cómo nos afecta esta Luna Llena?
Como siempre, lo mejor para saber cómo nos afecta este plenilunio es buscar en qué casa de nuestra carta natal cae, en este caso, el grado 27 de Virgo. Ahí es donde pueden culminar, en este momento, nuevas formas prácticas de hacernos la vida más fácil. También puede ser una zona en la que algo pueda arreglarse, o funcionar mejor, en la medida en que hayamos puesto ahí esfuerzo y análisis.
Si tenéis planetas o cúspides al final de los signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) ya estaréis sintiendo de lleno todo el movimiento que se desarrollará en marzo, abril y mayo en la zona Piscis, de modo que esta lunación puede ser un intensificador que revele hacia dónde van las cosas.
Observar cómo nos sentimos en esta Luna Llena ayudará a ubicar cómo nos afectará la conjunción de Júpiter y Neptuno en Piscis, que es histórica, y ya empieza a expresarse.
¿Qué temas concretos moviliza esta lunación?
Los temas que podrían dinamizarse estos días tienen mucho que ver con el eje de Piscis y Virgo. Por ejemplo, temas relacionados con el trabajo, la atmósfera laboral, la productividad o la responsabilidad pueden llegar a un punto de intensidad bastante conclusivo.
Por ejemplo, es un clima idóneo para analizar qué nos ha estado frenando para hacer lo que nos habíamos propuesto, o para finalizar algo en lo que hayamos trabajado un tiempo. Por ejemplo, es genial para terminar de escribir un libro, solventar dudas aprendiendo algo a lo que siempre quisimos dedicar tiempo, poner en práctica el habla de otros idiomas, o experimentar otros métodos para organizar nuestro trabajo.
Los hábitos diarios y el autocuidado también estarán en el punto de mira. Sería un momento increíble para observar cuáles son los efectos de nuestras costumbres en nuestra calidad de vida, con un foco importante en la alimentación y el descanso. Y si nos sentimos listas, puede ser una oportunidad para poner fin a adicciones, evasiones, pasividades, sedentarismos, y todo eso que nos apaga.
También podría ser genial para introducir alguna práctica en nuestro día a día con la que perfeccionemos las habilidades que disfrutamos.
Por ejemplo, desarrollar algún método artístico, tocar algún instrumento musical o proponernos nuevas prácticas diarias con las que conectar con nuestras creencias y nuestro bienestar, como conectar con la naturaleza, meditar o crear la atmósfera adecuada para disfrutar de lo que nos inspira. Al fin y al cabo, lo que trae esta lunación es esa magia por la que el trabajo de hormiguita nos lleva a desarrollar el virtuosismo, o a convertirnos en maestras de eso a lo que dedicamos tiempo y paciencia.
A nivel más anecdótico, esta lunación invita a hacer limpiezas profundas, donar lo que no utilizamos, y aminorar el estrés poniendo en orden nuestro espacio. Igualmente, también es excepcional para temas burocráticos, especialmente relacionados con asuntos migratorios, visados, o resolución de limbos legales.
Y, por último, pero no menos importante, es una lunación que revelará cuál es la cualidad de las relaciones de soporte y ayuda mutua, facilitando que respondamos de manera responsable y coherente a lo que compartimos, desde la empatía, la solidaridad y la compasión. No solo hacia las personas queridas o hacia la humanidad; también hacia la naturaleza, a nuestras compañeras animales y hacia el medio ambiente que habitamos.
¿Cómo podemos lograr que nuestros hábitos cuiden a la naturaleza?
Feliz Luna Llena!!!
Un abrazo gigante chichis!!!
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