
A nivel personal, es un medio muy potente para conocernos a nosotras mismas, comprender nuestra mirada sobre el mundo, y para entender nuestro presente, nuestro pasado, y... ¡nuestro futuro! Hoy os hablo de la predicción astrológica.
El futuro no está escrito, pero podemos preverlo
Sí, "el futuro no está escrito, pero podemos preverlo", qué frase tan espectacular: ¡como para que nos estalle la cabeza! Esta afirmación, ¿no implica una contradicción? Bueno, este tipo de afirmaciones contradictorias se conocen como oxímoron 😅, y aunque no lo parezca, a veces son la forma más honesta y precisa de describir algo. En astrología, es así. Podemos prever el futuro, pero solo con un determinado alcance.
Como habréis escuchando antes muchas veces, los astros predisponen, pero no obligan: el futuro "no está escrito", porque nosotras tenemos la última palabra a la hora de tomar decisiones. Es decir, el libre albedrío EXISTE. Por supuesto. Pero tampoco con la apertura absoluta con la que solemos entenderlo. Porque, como personas integradas en un contexto, y como personas ligadas a un cuerpo físico que atraviesa el tiempo y el espacio, nadie negaría que se pueden hacer predicciones muy precisas sobre nuestro destino.
Por ejemplo, existe el libre albedrío, pero sabemos que todas las personas mueren en determinado punto temporal. Sabemos que a cierta edad las bebés empiezan a hablar, y que a cierta edad las niñas cambian los dientes. Pero también sabemos que si no desayunamos vamos a tener hambre en pocas horas, o que si tenemos fiebre es muy posible que estemos sufriendo una infección. Son predicciones basadas en la observación y constatación de evidencias.
Con la astrología sucede algo parecido. La astrología no es una práctica mágica o adivinatoria, es un lenguaje sumamente potente. Como tal, observando cómo afecta a nuestra carta natal el paso del tiempo, podemos descubrir ciclos, tonos, atmósferas, y puntos de inflexión. Eso nos permite anticipar sucesos con una extraordinaria precisión temporal.
A veces, si estudiamos con mucha profundidad una carta, podemos prever cosas muy concretas, como la fecha en que vamos a tener una hija, o la fecha en que vamos a lograr publicar nuestra novela. Pero para hacer afirmaciones tan exactas la carta tiene que clamarlo a los cuatro vientos. Y esto no siempre es así.
Normalmente, las cartas no hablan de forma tan concreta de las cosas. Es muy tentador para una astróloga vaticinar cosas asombrosas como si fuera una pitonisa mágica. Pero yo, que llevo estudiando astrología más de una década, os animo mucho a que desconfiéis de las adivinas. No es serio. Porque la astrología da recursos importantes para hacer predicciones, pero generalmente, las predicciones que se ven reflejadas en una carta son más abiertas.
¿Eso quiere decir que son humo? ¡No! Ahora veréis por qué. Una carta astral refleja la totalidad, a través de 12 signos, 12 casas y 10 planetas. Por lo tanto, la ubicación de un planeta en una casa y un signo, haciendo aspectos con los otros planetas, puede significar muchas cosas a la vez. El arte de la interpretación consiste en afilar la intuición para delimitar ese campo de posibilidades. Lo entenderéis mejor con el siguiente ejemplo.
Tenemos ante nosotras una carta en la que hay mucha ambición, disciplina, y peso intelectual, y tenemos un Júpiter en Capricornio en casa 9, y un Saturno en Acuario conjunto al Medio Cielo. Pues con toda probabilidad nos encontramos ante una científica de prestigio que, o bien enseña ciencias, o bien hace publicaciones.
Ahora bien. Imaginemos que tenemos el mismo Júpiter en casa 9, con el mismo Saturno en Acuario conjunto al Medio Cielo, en una carta más bien pisciana, con un Sol en la casa 6. El mismo Júpiter y el mismo Saturno, en este caso, indicarán a una trabajadora precarizada que se ve forzada a viajar buscando un futuro mejor.
Además, a lo largo de la vida nosotras cambiamos, pero nuestra carta es la misma. El arte de la predicción es leer de qué forma cambia la expresión de la misma carta a lo largo del tiempo. Hablando en plata, normalmente el tipo de predicciones más certeras en astrología son abiertas, a menos que muchos indicadores den concreción a un mismo tema simultáneamente.
Por ejemplo, podemos prever en qué ámbitos hay un conflicto, qué tono tiene, cuánta duración tendrá y qué tipo de consecuencias tendrá en otros ámbitos de la vida. A partir de ahí, podemos sacar conclusiones que integren la totalidad de la carta.
Por ejemplo, si se trata de un conflicto uraniano en casa 7, generalmente podemos esperar rupturas de relaciones. ¿Pero qué ocurre si el regente de ese conflicto está en casa 8 dando estabilidad, y Mercurio está bieen aspectado en el Medio cielo? ¡Quizás se trate de un nuevo contrato laboral que cambia las relaciones laborales que habíamos tenido hasta el momento!
Hay que tener mucho tacto y mucho cuidado con las conclusiones predictivas que sacamos de una carta astral. ¿El mejor recurso? Observación y experiencia. Luego, tenemos muchos otros recursos predictivos maravillosos. Os hablo de ellos aquí.
Bueno chichis, espero que esto os haya ayudado. Un grandísimo abrazo!!!
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