¡¡¡Hola chichis!!! Hasta donde yo sé, la palabra millennials para referirse a la generación nacida en torno al año 90 está cada vez en mayor uso, hasta el punto de que ha llegado a protagonizar algunas de las búsquedas más populares en Google: ¿Qué comen los millennials? ¿Cómo son los millennials como consumidores? ¿Cómo viven los millennials?... ¿Qué somos, extraterrestres? ¿Alguna vez hemos escuchado a alguien de nuestra edad referirse a sí mismo como millennial? ¡No! Y es que, aunque la etiqueta se utilice cada vez más para diferenciar a esta generación de las demás, no es una etiqueta con la que uno se sienta fácilmente identificado.
Para empezar, siempre se habla de los millennials para cuestionar su estilo de vida (que si el móvil, que si las redes sociales, que si la moda, que si el vegetarianismo, el animalismo...). Somos una generación que no tiene hipoteca, ni hijos, ni trabajo estable. Pero no es porque nos guste la flexibilidad, como algunos afirman, ni porque rehuyamos del compromiso: simplemente, ¡no nos establecemos porque no podemos!
¿Qué mundo nos ha dejado la generación de nuestros padres, esos que disfrutan de una gran calidad de vida mientras critican los pocos frutos que dan nuestros esfuerzos? Neoliberalismo, salarios de miseria y trabajos temporales, títulos universitarios que solo ocupan un lugar en un cajón, y una fuerte competitividad laboral en un entorno limitante, que no nos permiten asentarnos.
Ahora bien ¿qué puede decir la astrología de nuestra generación?
Como ya sabrás, los planetas lentos (los más externos en el sistema solar) también se denominan planetas generacionales. ¡Y es por algo! ¿Recuerdas aquello de "conflictos generacionales"? Las distintas generaciones han crecido en atmósferas diferentes, con retos y necesidades inéditas para los que los trucos de madres y abuelas no funcionan. Desde la astrología, los conflictos generacionales se explican precisamente por la ubicación de los planetas lentos. Y es que no es lo mismo una generación con Plutón en Leo, como la generación hippie, que una como la nuestra, con Plutón en Escorpio. Los nacidos en torno al noventa (años abajo, años arriba) hemos nacido en una atmósfera marcada por Urano, Neptuno y Saturno en Capricornio, Júpiter en oposición en Cáncer, y Plutón en Escorpio. Pero, ¿qué significa todo eso para nosotros?
Creo que la mejor forma de entenderlo es analizar los tránsitos que estamos recibiendo ya, y lo que suponen en nuestras complicadas vidas. Saturno y Plutón están transitando por Capricornio, aspectando a nuestros planetas natales lentos, esos que definen a nuestra generación. Si tienes entre 28 y 30 años, como yo, apuesto a que esta época no te está resultando precisamente fácil. Con la revolución de Saturno a tu Saturno natal, estás enfrentándote a los retos que da el maestro del tiempo a los que rondan la treintena (dando un repaso bastante duro a las estructuras de tu vida para que salgas de esta con más madurez y claridad) con el añadido de que en nuestro caso, Plutón, ese peso pesado obsesionado con la transformación, también se presenta para complicar las cosas.
Capricornio es un signo riguroso, que engloba todo lo establecido a nivel social (moral, instituciones, profesión, estatus, constancia, esfuerzo...). Con Neptuno y Urano en Capricornio, nosotros nacimos en un momento en que el sistema que había ordenado al mundo antes de los 80 cayó abajo y tuvo que repensarse... hasta que una nueva moral y un nuevo sentido del estatus basados en el consumo se instalaron para quedarse.
Lejos de establecernos a la manera en que lo hicieron nuestros padres, que antes de los treinta ya sabían a qué se iban a dedicar, ya habían tenido hijos y ya se habían establecido en una casa, somos una generación que desea profundamente establecer estructuras sin lograrlo, ya que las energías de Urano y Neptuno en Capricornio nos ilusionan rápidamente para conducirnos al desengaño una y otra vez. ¿Dónde caen en tu carta natal?
Con Saturno y Plutón pasando por Capricornio, este es un momento muy difícil para nosotros (relacionado, sin duda, con la crisis del 2008 en adelante) en el que las estructuras que parecían funcionarnos se ponen en jaque, y nos vemos con las manos vacías una vez más. No es que pasemos; no es que no queramos: es que el contexto no nos deja.
Será interesante ver qué es lo que tenemos que aportar a la sociedad como generación. Sin duda, tendrá que ver con nuevas formas de plantear la trayectoria vital en la sociedad, algo muy capricorniano.
Nosotros, tras ver cómo las puertas se nos cierran, aportaremos importantes claves para reformular de nuevo la organización del mundo. Redefiniremos el trabajo (¿alguien ha dicho renta básica? 👌), redefiniremos la moral, redefiniremos las fronteras, redefiniremos la autoridad, redefiniremos el uso del tiempo, y redefiniremos la idea de la familia como núcleo social. Con todo ello, es posible que también pongamos en jaque el papel del padre, identificado con Capricornio y la casa 10. El papel del padre, entendido ampliamente: el estado, la autoridad, el patriarcado... Con todo ello marcaremos un antes y un después. Y es que, tras nuestra batalla por buscar un sitio en el mundo bajo la atmósfera capricorniana, todas las generaciones siguientes aportarán también sus revoluciones, pero ninguna a un nivel tan estructural como la nuestra, que afectará a los cimientos mismos de la sociedad.
Si alguien te ha considerado milennial alguna vez y no ha tenido la sensibilidad de reconocer la dura batalla que estás librando, recuerda: cuando Saturno, Plutón, y más tarde Júpiter, abandonen Capricornio, todos necesitarán oír lo que nosotros tengamos que decir. Porque sabemos cómo el sistema hace aguas. Mientras tanto... ten paciencia y constancia para sobrellevar la incertidumbre y la inseguridad que nos ha tocado vivir. Algún día, Saturno nos dará sus recompensas. ¡Siempre lo hace!
¿Quieres hacer alguna consulta astrológica?
Para empezar, siempre se habla de los millennials para cuestionar su estilo de vida (que si el móvil, que si las redes sociales, que si la moda, que si el vegetarianismo, el animalismo...). Somos una generación que no tiene hipoteca, ni hijos, ni trabajo estable. Pero no es porque nos guste la flexibilidad, como algunos afirman, ni porque rehuyamos del compromiso: simplemente, ¡no nos establecemos porque no podemos!
¿Qué mundo nos ha dejado la generación de nuestros padres, esos que disfrutan de una gran calidad de vida mientras critican los pocos frutos que dan nuestros esfuerzos? Neoliberalismo, salarios de miseria y trabajos temporales, títulos universitarios que solo ocupan un lugar en un cajón, y una fuerte competitividad laboral en un entorno limitante, que no nos permiten asentarnos.
Como ya sabrás, los planetas lentos (los más externos en el sistema solar) también se denominan planetas generacionales. ¡Y es por algo! ¿Recuerdas aquello de "conflictos generacionales"? Las distintas generaciones han crecido en atmósferas diferentes, con retos y necesidades inéditas para los que los trucos de madres y abuelas no funcionan. Desde la astrología, los conflictos generacionales se explican precisamente por la ubicación de los planetas lentos. Y es que no es lo mismo una generación con Plutón en Leo, como la generación hippie, que una como la nuestra, con Plutón en Escorpio. Los nacidos en torno al noventa (años abajo, años arriba) hemos nacido en una atmósfera marcada por Urano, Neptuno y Saturno en Capricornio, Júpiter en oposición en Cáncer, y Plutón en Escorpio. Pero, ¿qué significa todo eso para nosotros?
Creo que la mejor forma de entenderlo es analizar los tránsitos que estamos recibiendo ya, y lo que suponen en nuestras complicadas vidas. Saturno y Plutón están transitando por Capricornio, aspectando a nuestros planetas natales lentos, esos que definen a nuestra generación. Si tienes entre 28 y 30 años, como yo, apuesto a que esta época no te está resultando precisamente fácil. Con la revolución de Saturno a tu Saturno natal, estás enfrentándote a los retos que da el maestro del tiempo a los que rondan la treintena (dando un repaso bastante duro a las estructuras de tu vida para que salgas de esta con más madurez y claridad) con el añadido de que en nuestro caso, Plutón, ese peso pesado obsesionado con la transformación, también se presenta para complicar las cosas.
Capricornio es un signo riguroso, que engloba todo lo establecido a nivel social (moral, instituciones, profesión, estatus, constancia, esfuerzo...). Con Neptuno y Urano en Capricornio, nosotros nacimos en un momento en que el sistema que había ordenado al mundo antes de los 80 cayó abajo y tuvo que repensarse... hasta que una nueva moral y un nuevo sentido del estatus basados en el consumo se instalaron para quedarse.
Lejos de establecernos a la manera en que lo hicieron nuestros padres, que antes de los treinta ya sabían a qué se iban a dedicar, ya habían tenido hijos y ya se habían establecido en una casa, somos una generación que desea profundamente establecer estructuras sin lograrlo, ya que las energías de Urano y Neptuno en Capricornio nos ilusionan rápidamente para conducirnos al desengaño una y otra vez. ¿Dónde caen en tu carta natal?
Con Saturno y Plutón pasando por Capricornio, este es un momento muy difícil para nosotros (relacionado, sin duda, con la crisis del 2008 en adelante) en el que las estructuras que parecían funcionarnos se ponen en jaque, y nos vemos con las manos vacías una vez más. No es que pasemos; no es que no queramos: es que el contexto no nos deja.
Será interesante ver qué es lo que tenemos que aportar a la sociedad como generación. Sin duda, tendrá que ver con nuevas formas de plantear la trayectoria vital en la sociedad, algo muy capricorniano.
Nosotros, tras ver cómo las puertas se nos cierran, aportaremos importantes claves para reformular de nuevo la organización del mundo. Redefiniremos el trabajo (¿alguien ha dicho renta básica? 👌), redefiniremos la moral, redefiniremos las fronteras, redefiniremos la autoridad, redefiniremos el uso del tiempo, y redefiniremos la idea de la familia como núcleo social. Con todo ello, es posible que también pongamos en jaque el papel del padre, identificado con Capricornio y la casa 10. El papel del padre, entendido ampliamente: el estado, la autoridad, el patriarcado... Con todo ello marcaremos un antes y un después. Y es que, tras nuestra batalla por buscar un sitio en el mundo bajo la atmósfera capricorniana, todas las generaciones siguientes aportarán también sus revoluciones, pero ninguna a un nivel tan estructural como la nuestra, que afectará a los cimientos mismos de la sociedad.
Si alguien te ha considerado milennial alguna vez y no ha tenido la sensibilidad de reconocer la dura batalla que estás librando, recuerda: cuando Saturno, Plutón, y más tarde Júpiter, abandonen Capricornio, todos necesitarán oír lo que nosotros tengamos que decir. Porque sabemos cómo el sistema hace aguas. Mientras tanto... ten paciencia y constancia para sobrellevar la incertidumbre y la inseguridad que nos ha tocado vivir. Algún día, Saturno nos dará sus recompensas. ¡Siempre lo hace!
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