No eres la única que se ha visto en la dificultad de coger un avión para cambiar toda su vida de repente... piénsalo, todas somos hijas de migrantes: la humanidad nunca ha sido demasiado fiel a la tierra que la vio nacer. Y es que a pesar de que nuestras madres y abuelas hayan sido poco propensas a la movilidad, los seres humanos recorrieron todo el mundo a pata desde África, mucho antes de que a alguien se le ocurriera el concepto de frontera. ¡Ciudadanas del mundo, baby!! Pero no nos vamos a poner obtusas con abstracciones: si estás aquí es probable que estés buscando algo un poco más práctico.
Al fin y al cabo, si has dado el paso de irte a otro país, te habrás sentido INmigrante más de una vez, serás sensible a sentirte diferente a los demás o incluso habrás recibido ya alguna muestra de rechazo por parte de los que se consideran a sí mismos dueños de la tierra que pisas. ¿Sabes qué? Fuck them! La gente cerrada no tiene ni idea de las dificultades que has pasado para llegar hasta allí, ni del esfuerzo que has hecho. Solo otras chichis migratorias lo saben, y créeme: somos unas valientes. Y también más "guays"... cuando volvemos a casa por Navidad 😜.
Aunque todas tengamos una idea de cuáles son las razones para emigrar (dinero, trabajo, amor...y, en definitiva, buscar una vida mejor cuando una está fuck*d up) la astrología tiene sus respuestas.
Yo diría que lo que más inclina a una persona a emigrar a otro país es sin duda su generación: si eres joven (o si tú también estás en la resistencia de los treinta 😅) los planetas más lentos, como Plutón, Neptuno, Urano y Saturno, te la estarán haciendo pasar canutas para establecerte, como si cualquier intento de construir algo duradero tuviera una fecha de caducidad que te devuelve al punto de inicio una y otra vez. Sí, chichi: incertidumbre, precariedad, dificultades laborales... no digo que todas las personas de nuestra edad vayan a emigrar: simplemente, somos más propensas por lo que estamos viviendo a nivel histórico. Pero ¿qué hay a nivel personal?
Para empezar, la casa 4 de tu carta natal hablará de qué nivel de arraigo tienes con la tierra en la que naciste. Si ya has migrado o estás pensando en hacerlo, es improbable que tengas aquí signos fijos como Tauro o Leo, aunque con los otros dos signos fijos, Acuario y Escorpio, puede llegarte el momento de transformar tu sentido de pertenencia a un lugar para moverte a otro. Si lo que cae en tu casa 4 es algún signo cardinal o mutable es más probable que estés abierta a dar el paso, sobre todo con Sagitario o Piscis aquí, o con sus regentes, Júpiter y Neptuno, en casa 4.
Pero la casa que realmente rige este tipo de viajes indefinidos al extranjero es la casa 9. Un sol, un Júpiter o un stellium en casa 9 te harán sentir más atraída por los viajes largos. Pero también estarás más dispuesta a migrar si los signos Piscis o Sagitario están en la cúspide de tu casa 9. Además, la Luna, Mercurio o Venus en Piscis o Sagitario te harán sentir mucho interés por las lenguas y culturas extranjeras y también sumarán puntitos para coger las maletas. Tener a Júpiter o Neptuno en un punto dominante de tu carta, o recibiendo muchos aspectos, también puede ser un indicador inconfundible de que ¡tu destino está en el extranjero!
Eso sí, ¡nadie ha dicho que la tendencia a migrar lo haga precisamente fácil! Pero, ¿sabes qué? No hay nadie más abierto y tolerante que la gente dispuesta a este trance. Porque, como dijo Unamuno, "el fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando". ¡Buena suerte, chichis! ¡Un abrazo desde... donde toque estar!
¿Quieres hacer alguna consulta astrológica?
Al fin y al cabo, si has dado el paso de irte a otro país, te habrás sentido INmigrante más de una vez, serás sensible a sentirte diferente a los demás o incluso habrás recibido ya alguna muestra de rechazo por parte de los que se consideran a sí mismos dueños de la tierra que pisas. ¿Sabes qué? Fuck them! La gente cerrada no tiene ni idea de las dificultades que has pasado para llegar hasta allí, ni del esfuerzo que has hecho. Solo otras chichis migratorias lo saben, y créeme: somos unas valientes. Y también más "guays"... cuando volvemos a casa por Navidad 😜.

Yo diría que lo que más inclina a una persona a emigrar a otro país es sin duda su generación: si eres joven (o si tú también estás en la resistencia de los treinta 😅) los planetas más lentos, como Plutón, Neptuno, Urano y Saturno, te la estarán haciendo pasar canutas para establecerte, como si cualquier intento de construir algo duradero tuviera una fecha de caducidad que te devuelve al punto de inicio una y otra vez. Sí, chichi: incertidumbre, precariedad, dificultades laborales... no digo que todas las personas de nuestra edad vayan a emigrar: simplemente, somos más propensas por lo que estamos viviendo a nivel histórico. Pero ¿qué hay a nivel personal?
Para empezar, la casa 4 de tu carta natal hablará de qué nivel de arraigo tienes con la tierra en la que naciste. Si ya has migrado o estás pensando en hacerlo, es improbable que tengas aquí signos fijos como Tauro o Leo, aunque con los otros dos signos fijos, Acuario y Escorpio, puede llegarte el momento de transformar tu sentido de pertenencia a un lugar para moverte a otro. Si lo que cae en tu casa 4 es algún signo cardinal o mutable es más probable que estés abierta a dar el paso, sobre todo con Sagitario o Piscis aquí, o con sus regentes, Júpiter y Neptuno, en casa 4.
Pero la casa que realmente rige este tipo de viajes indefinidos al extranjero es la casa 9. Un sol, un Júpiter o un stellium en casa 9 te harán sentir más atraída por los viajes largos. Pero también estarás más dispuesta a migrar si los signos Piscis o Sagitario están en la cúspide de tu casa 9. Además, la Luna, Mercurio o Venus en Piscis o Sagitario te harán sentir mucho interés por las lenguas y culturas extranjeras y también sumarán puntitos para coger las maletas. Tener a Júpiter o Neptuno en un punto dominante de tu carta, o recibiendo muchos aspectos, también puede ser un indicador inconfundible de que ¡tu destino está en el extranjero!
Eso sí, ¡nadie ha dicho que la tendencia a migrar lo haga precisamente fácil! Pero, ¿sabes qué? No hay nadie más abierto y tolerante que la gente dispuesta a este trance. Porque, como dijo Unamuno, "el fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando". ¡Buena suerte, chichis! ¡Un abrazo desde... donde toque estar!
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